El pequeño comercio de Córdoba, ante el 'Black Friday': "Es difícil sobrevivir si no eres una gran empresa"
Economía
Algunos establecimientos de la ciudad se niegan a seguir esta tendencia comercial que promete descuentos casi imposibles de asumir para los negocios
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Este viernes 28 de noviembre se celebra el Black Friday, una tendencia comercial caracterizada por la presencia de descuentos, promociones y ofertas. Las grandes superficies llevan días advirtiendo de esta celebración con carteles, correos electrónicos y avisos en sus respectivas webs para informar sobre las promociones que van a tener disponibles. Pero, ¿qué hace el pequeño comercio de Córdoba ante estos descuentos?
En El Espejo te dice guapa, un comercio de moda femenina ubicado en la calle Morería, hay un cartel en su escaparate donde se puede leer: "Black Friday son los padres... Los descuentos no existen". "Nosotras por primera vez nos negamos a seguir a las masas, este tipo de acción ya no la vemos tan clara", subraya la gerente del negocio, María José López, a el Día de Córdoba, antes de explicar su rechazo a esta campaña: "En redes, hemos promovido el no Black Friday; haremos un directo donde habrá sorpresas, pero no queremos que se relacione con el término, sino con otro tipo de acción".
"Al final, el pequeño comercio es el que palma. Cada día se ve que cierran más persianas y sale en el telediario que hay miles de comercios que desaparecen cada año. Es una pena y debemos apoyarnos, tenemos que luchar contra estas acciones, aunque quien lo quiera hacer es respetable, pero nosotras este año nos hemos negado a seguir la corriente", declara con cierta tristeza.
Más contundente es el mensaje de Pedro Jiménez, responsable de la tienda de moda hombre que lleva su nombre en la calle Góngora, que señala de manera fulminante que "esto está arruinando el comercio, en general". "En plena temporada de otoño-invierno poner una fecha, que no es un día ni una noche, sino toda una semana o diez días, unos descuentos especiales que, en muchas ocasiones, no son verdad, sino que se sube el precio para después bajarlo, es un engaño. Yo no entro. Apuesto por que mantengamos unos precios estables y dignos para que el cliente pueda comprar", insiste.
A lo que añade que a esas grandes jornadas de descuentos es muy difícil sobrevivir y obtener beneficios si no eres una gran empresa. "Una gran superficie tiene un margen superior. Además, cuando le bajan un 70% al producto, están engañando al cliente, porque con un margen normal, con un 40% ya tienes costo más IVA. Si pones un 70%, estás perdiendo y un negocio no está para perder dinero", explica Jiménez, que matiza que "distinto es en rebajas, que es una liquidación de producto". "Unas rebajas de verdad donde un artículo que se ha quedado descatalogado, lo liquidas, y el cliente sale beneficiado, pero descontar unos descuentos superiores es engañar, lo digo así de claro", opina el gerente de Pedro Jiménez Moda Hombre.
Respecto al esfuerzo del pequeño comercio por querer seguir esta tendencia, aunque sea con pequeños descuentos, el comerciante señala que "ellos están haciendo un esfuerzo sobre su beneficio. Al final, no le salen los números al establecimiento, yo me niego a hacerlo", indica de manera crítica Jiménez, también integrante de Iluminando Juntos, asociación de comerciantes del Centro de Córdoba.
Sobre el momento de los comercios de cercanía, tiene claro que "estamos en una situación muy difícil; entre la venta por internet y las grandes superficies, esto acaba con el pequeño comercio. Somos un pilar fundamental en la economía de España, pues cuando el comercio cierra, las calles se quedan vacías, hay menos tráfico de gente en la calle", añade.
Aunque el comerciante es consciente de las adversidades a las que tiene que hacer frente un pequeño negocio, sigue apostando por el trato cercano y la confianza con el cliente, unos ingredientes que los gigantes online nunca podrán utilizar. "Nos vamos a dar cuenta de que el pequeño comercio es un pilar fundamental. Ya algunos usuarios vuelven al comercio tradicional, se fueron a las grandes superficies, pero ven que el trato no es el mismo, ni la información, entonces van a donde les aconsejen y les clarifiquen las cosas", advierte.
Entre la "obligación y el escepticismo"
El Centro Comercial Abierto La Viñuela es un núcleo de pequeños negocios que también se ha visto afectado por esta tendencia que llega cada finales de noviembre. "El pequeño comercio de cercanía vive cada año el Black Friday con una mezcla de obligación y escepticismo. La expectativa publicitaria es enorme, pero el impacto real en la rentabilidad de los negocios de proximidad es muy limitado", apunta su vicepresidente, Manuel Rubio, que añade que algunos negocios se ven "empujados" a participar "porque el cliente lo espera, pero no por convencimiento, ya que reducimos nuestro margen cuando aún apenas ha empezado a arrancar la venta de los artículos de temporada".
Desde la asociación también hacen referencia a los márgenes con los que trabajan los establecimientos de proximidad, que son "mucho más ajustados que las grandes superficies". "Descuentos del 20, 30 o 40% son difíciles de asumir si no van acompañados de un incremento muy notable de las ventas, algo que no siempre ocurre con esta campaña", incide Rubio, antes de indicar que "la generalización del Black Friday contribuye a consolidar una cultura del descuento permanente porque el consumidor se acostumbra a esperar rebajas y promociones, lo que deteriora la percepción del precio real del producto, por lo que el consumidor no tiene claro cuál es el precio real del artículo que desea adquirir y dificulta la venta fuera de estos periodos".
Además, esta práctica también puede acarrear diferentes problemáticas, que el pequeño comerciarte sí nota. "Otra de las consecuencias directas es la distorsión del calendario comercial tradicional. La campaña de Navidad, que históricamente era uno de los momentos clave del año, se ve ahora fragmentada y adelantada. El presupuesto familiar para las compras navideñas se divide, lo que provoca que diciembre ya no tenga el mismo pico de ventas", señalan con insistencia.
"Nuestra intención es reorientar las estrategias promocionales hacia modelos más coherentes con la realidad del sector y más confiables para el consumidor, en los que pueda saber con exactitud los momentos en los que todos los establecimientos realizarán ofertas o rebajas de manera que se pierda la actual confusión de precios", aventuran desde el CCA La Viñuela.
De esta manera, se aventura un viernes negro dividido en la ciudad. De un lado, unas grandes superficies que se preparan para las compras navideñas, un comercio de cercanía que se resiste a unirse a todas las tendencias masivas, y una parte de pequeñas tiendas que intenta participar en la actividad de la manera que mejor le sea posible.
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