Alfonso Morales. Presidente de federación de peñas cordobesas

"Las peñas echamos de menos que desde el Ayuntamiento se nos arrope en más actos"

  • Acaba de cumplir su tercer año de mandato y afronta el último año con la intención de que las peñas consigan atraer cada vez a más gente y hagan realidad el relevo generacional

Alfonso Morales acaba de cumplir el tercer año -de cuatro- de su primer mandato -de los dos a los que puede optar- como presidente de la Federación de Peñas Cordobesas, y lo ha hecho inmerso en las celebraciones por la festividad de San Rafael. "Esto es un no parar, pero con la misma ilusión y ganas que cuando empecé", destaca. Hasta llegar al 20 de octubre de 2019, día del fin de este su primer mandato, tiene claro que quiere "seguir cumpliendo el programa electoral con el que me presenté, con las miras de que las peñas estén siempre arriba y de que en Córdoba, si no puede ser al cien por cien, por lo menos al 80% se hable de las peñas, se reconozca la labor que hacen y se sepa qué son las peñas".

-Esto es un no parar, insiste usted, ¿qué tal este año las actividades en honor a San Rafael, el santo patrón de las peñas?

-Cada año mejor y cada año con más ganas de trabajar, porque vemos que las peñas responden a todas las actividades que organizamos. La prueba la tuvimos con la jornada de convivencia del perol en las Setas, en la que después de cómo amaneció el día, con una lluvia que se prolongó hasta el mediodía, al final nos juntamos allí unas 4.000 personas. Y digo que es un no parar porque no sólo hemos estado inmersos en esta semana de actividades que celebramos en honor a San Rafael desde 1957, año en el que fue nombrado nuestro patrón. El pasado septiembre, por ejemplo, organizamos una exposición de arte y artesanía, porque en las peñas hay también mucho artista más o menos anónimo, pero mucho artista en materia de fotografía, de pintura, de labores, trabajos manuales…Eso lo hicimos en el oratorio de San Felipe Neri, ya que tenemos la suerte de que desde que yo soy presidente el Ministerio de Defensa nos lo cede para hacer esta muestra. Terminamos las actividades en honor a San Rafael el próximo 4 de noviembre con la gala final de ese concurso nacional de copla, en el Gran Teatro. Y en noviembre continuamos con más actividades y ya estamos liados con la Cabalgata de Reyes.

-Un peñista ¿nace o se hace?

-Creo que se va haciendo con el tiempo. Yo, por ejemplo, no tuve a nadie de mi familia que perteneciera a una peña. Quizás en el caso de mi padre, por ejemplo, porque siempre estaba trabajando el pobre, y no tenía ni un rato para echar con los amigos, algo que le ocurrió a su generación, la de los niños de la guerra. Lo que está claro que ese se hace ha dependido muchas veces del tema familiar; si tienes de joven o pequeño familia que pertenece al mundo de las peñas, poco a poco sin que te lo quieran inculcar te va naciendo el sentimiento peñista. Los padres son nuestro espejo, sobre todo para lo bueno, y si estamos viendo desde pequeñito que pertenece a una peña o a una hermandad hace que te vaya gustando y te vayas metiendo. Mi padre no perteneció a ningún colectivo, pero hace unos 20 años yo empecé a raíz de que a mi esposa la nombraron madrina de la Peña Flamenca Las Ovejas Negras, con sede en la avenida Carlos III. Desde aquello me metí en el mundo de las peñas y lo primero que pensé fue que qué pena que no hubiera podido estar antes en ese mundo, porque es un mundo maravilloso en el que siempre se exalta la amistad, la lealtad, la nobleza...

-Mucho ha llovido desde que se fundo la Federación de Peñas, allá por 1964, aunque las peñas, como usted repite una y otra vez , existían desde mucho antes, ¿cree que aún así el mundo peñístico no es aún lo suficientemente conocido en Córdoba y por eso se critica?

-Cuando se critican las peñas es por desconocimiento, eso lo tengo muy claro. Cuando se conocen las peñas, no se critican. Hace poco hablaba con un político de que las peñas son cada vez más conocidas en el mundo social cordobés y una de las bases principales para ello es que todos los colectivos estamos unidos, las peñas, la Agrupación de Cofradías, la asociación de amigos de los patios, la federación de asociaciones de vecinos...todos estamos unidos.

-Ganó las elecciones insistiendo en que quería conseguir unas peñas del siglo XXI, ¿a su juicio, ya son entonces del siglo XXI?

-Pienso que poco a poco lo vamos consiguiendo. Después de estar 20 años estancados [con la anterior presidencia de Francisco Castillero], esto no podemos cambiarlo de la noche al día. Lógicamente estamos consiguiendo que la federación haya cambiado, y no lo digo yo, lo dice la vida social cordobesa.

-¿Y cómo están consiguiendo ser peñas del siglo XXI?

-Entre otras formas, organizando muchas más actividades e intentando que la juventud vaya entrando también poco a poco en las peñas a través de ellas. Pero siempre lo digo, la juventud que se suma a las peñas no es la de 18, 20 ó 22 años, que lo único que está haciendo es estudiar y formarse un porvenir, una profesión de cara al futuro. La juventud de nuestras peñas son personas de 35 a 40 años que empiezan a conocer lo que es una peña y que conocen las tradiciones y las costumbres de la sociedad cordobesa. Además, como federación de peñas de ámbito provincial, también estamos inmersos en algunas localidades de la provincia. Insisto en la importancia del relevo generacional para conseguir peñas del siglo XXI, y las peñas se están rejuveneciendo. De hecho, el potro de oro de este año, la máxima distinción de las peñas, se le dará a Rafael Carmona, que pertenece a la peña Los Quijotes Cordobeses. Este hombre dejó hace unos años la presidencia en manos de hombres y mujeres de unos 40 años. Lógicamente las personas mayores también están ahí para ayudarlas y prestarles la experiencia de décadas que han acumulado en las peñas.

-¿A qué tipo de actividades, por ejemplo, se refiere?

-Estamos integrando a la gente, por ejemplo, a través de rutas de senderismo. Hemos hecho un par de rutas de senderismo de 15 kilómetros en los años 2016 y 2017, y vienen personas de todas las edades, y después al acabar hemos hecho un almuerzo de hermandad en los pueblos de Cardeña y de Doña Mencía, y eso va calando entre la juventud también. Tengo una vocal de juventud, Laura Caballero, que está inmersa en la organización de muchas actividades para los jóvenes. También gracias a las actividades culturales y deportivas.

-Qué contraste, habla de la apertura para conseguir más peñistas cuando hay quien considera a las peñas entes cerrados.

-Es cierto que antes había peñas con la sede en su barrio que no tenían relaciones con otras; y hoy en día sí las tienen a través de las actividades que organizamos, porque el senderismo, por ejemplo, llegó a 80 peñas y llevamos ocho autocares, cerca de 400 personas. Hace un par de semanas estuvimos en Pozoblanco celebrando la semifinal del concurso nacional de copla y ya que estuvimos en Pozoblanco aprovechamos e hicimos una excursión, una visita turística a Pedroche, como capital antigua de las Siete Villas, y luego estuvimos visitando Pozoblanco, la plaza de toros, y vinieron cuarenta y tantas peñas, y así poquito a poco nos vamos conociendo las peñas. Porque, una de las finalidades de la federación de peñas es que se vayan conociendo las peñas entre sí, aunque la palabra federación no me gusta mucho, porque no habría federación si no hubiera peñas, por eso siempre que puedo hablo de las peñas y que nuestra sede es la casa de las peñas y de todos los cordobeses que quieran pasar por ella.

-Insisto, ¿se ha convertido en un mito eso de que las peñas son entes cerrados?

-No, qué va, todo lo contrario. Son unas entidades abiertas a todo el mundo, lógicamente en las sedes se hacen unas actividades para la gente por la que la peña ingresa unos dineros y para sus familias, pero después a la hora de tomar unas cervezas, de tomar una copa de vino, de hablar un rato, de hermanar, de convivir, eso lo hacemos con todo el mundo. Es más, mientras más gente vaya a las peñas, más se conoce este mundo y más relación hay entre el peñista y el no peñista, y al final el no peñista se hace peñista porque dice "ésto no es lo que me han contado sobre las peñas, que sólo se dedican al clásico perol o a las partidas de dominó".

-¿Qué sería de Córdoba sin esta entidades?

-Córdoba es milenaria, ha existido sin sus peñas y seguiría siendo Córdoba sin ellas, pero creo que le faltaría ese granito de arena que ponen las peñas para que Córdoba, sus tradiciones y costumbres sigan avanzando cogidos del brazo.

-Ustedes se definen como garantes de la tradición y hay quien eso lo ve como cierto anquilosamiento, ¿qué piensa al respecto?

-Las tradiciones con cosas del pasado que hay que mantenerlas; y eso no es anquilosarse en el pasado. Una ruta de senderismo no es una tradición, es una actividad, pero por ejemplo los actos en honor a San Rafael son tradición desde que es el patrón de las peñas. Eso se debe respetar. Colaborar en las romerías de Linares y Santo Domingo con las carrozas tan bonitas engalanadas, eso es tradición, y hay que mantenerla, eso lo pide el pueblo de Córdoba. La Batalla de las Flores es una tradición recuperada hace aproximadamente 25 años por el entonces presidente de la federación, Juan Pablo Serrano, sobre la que hay documentos que acreditan que en 1915 ya el Ayuntamiento la organizó. Te puedo decir que vienen personas de distintas ciudades de España a verla, incluso de fuera de España, como Japón y Alemania, a tomar secuencias de La Batalla de las Flores, que es el preludio de las fiestas del mayo cordobés. En la Victoria para La Batalla de las Flores se congrega tanta gente como en la Cabalgata de Reyes y eso hay que mantenerlo, el pueblo de Córdoba lo demanda.

-En este mundo tan globalizado en el que nos empezamos a parecer en nuestros comportamientos a muchos otros ciudadanos del mundo ¿Qué es ser cordobés de pura cepa?

-(Risas). El cordobés de pura cepa es el que ama, sobre todo, a la ciudad, por todo. Al cordobés siempre se le ha relacionado con el quijotismo y el senequismo, pero eso poco a poco se va quedando atrás. El cordobés de pura cepa es el que lucha por su ciudad, aquel que ama a su ciudad, aquel que ama sus raíces, aquel que ama sus tradiciones e, insisto, aquel que lucha por Córdoba.

-¿No cree que esas raíces ya no son tan fuertes como antes?

-Puede ser, pero ahí estaremos nosotros, las peñas, para que vuelvan a ser como antes, para que nos sentimos orgullosos de nuestras raíces cordobesas.

-Le he oído decir en varias ocasiones que las relaciones de las peñas con el Ayuntamiento son buenas, pero supongo que habrá alguna que otra demanda.

-Sí, son buenas. El gobierno actual del Ayuntamiento siempre nos ha atendido, no tengo ninguna queja, pero claro, siempre hay alguna cosilla, como puede ser la de la asistencia a los actos que organizamos.

-Este año con las elecciones municipales tan cerca no podrán quejarse de la asistencia de políticos del Ayuntamiento al perol de las Setas.

-(Risas) Pues yo esperaba más asistencia. Eso es lo que en algunos momentos echo más en falta, la asistencia a los actos. También sé que las agendas de los políticos que gobiernan nuestro Ayuntamiento a veces no lo permiten.

-No me ha hablado aún de la promoción que hacen de Córdoba las peñas fuera de la ciudad.

-Estoy esperando a ver si algún delegado de Turismo me lleva algún año a Fitur (risas), aunque sea para hablar cinco minutos. Ahí sí que podemos promocionar a las peñas de Córdoba y ser embajadoras de la ciudad. Desde que entré de presidente llevo detrás de eso, pero bien no ha coincidido o no habrá habido posibilidades horarias para ir. No obstante, insisto en que estoy detrás de ir un día a Fitur. porque las peñas de Córdoba ya existían desde Julio Romero de Torres, van a cumplir ya, en breve, un siglo.

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