Los peluqueros alertan de que la subida del IVA aumenta la economía sumergida

El sector de la peluquería y estética ha sido uno de los más afectados por la subida del IVA que aplicó el Gobierno de Mariano Rajoy en el año 2012. Como consecuencia de este incremento, que ascendió de golpe del 8% al 21%, la economía sumergida se ha disparado en el gremio. Aunque no existe una cuantificación exhaustiva de la cantidad de dinero negro que se mueve dentro del sector, el presidente de La Unión de Empresarios de Peluquería y Estética de Córdoba (Uepeco), Gregorio Porras, afirmó ayer que, ante la imposibilidad de hacer frente a estos impuestos, han aflorado negocios clandestinos y empleados que se han dado de baja y siguen trabajando por su cuenta, ya que, según explicó, los trabajadores de este gremio "tienen una formación muy específica y es muy difícil que se ubiquen en otros sectores productivos". El principal problema, destacó Porras, es que estos negocios, al no pagar impuestos, pueden permitirse ofrecer precios más competitivos, lo que produce aún más daño a las empresas que siguen tributando.

En esta línea, el presidente de Uepeco, que se ha reunido durante los últimos meses con representantes del Ayuntamiento y la Delegación de Gobierno, destacó que las administraciones públicas van a poner en marcha una campaña durante los próximos meses para tratar de canalizar la situación de las negocios que operan bajo una situación de irregularidad.

La asociación de peluqueros y esteticistas, además, inició ayer una campaña de recogida de firmas en el bulevar del Gran Capitán -una iniciativa que se está desarrollando también a nivel nacional- con el objetivo de exigir a la administración central que reduzca el IVA del 21% al 10%. Concretamente, según los datos que maneja la Uepeco, desde que se aplicó la subida de este impuesto, el gremio ha perdido tan sólo en Córdoba un total de mil puestos de trabajo y más de 300 empresas, de las 1.200 que había en la provincia cordobesa en el año 2012. Además, muchos de los negocios que actualmente continúan abiertos, mantienen a sus empleados con un trabajo "precario y corren el peligro de cerrar".