Artes plásticas

'La paz en nuestras manos', el mural por el fin de la guerra desde Córdoba para el mundo

Mikhail Korobkov y Olga Korobkova, los autores del mural 'La paz en nuestras manos'.

Mikhail Korobkov y Olga Korobkova, los autores del mural 'La paz en nuestras manos'. / Efe / Salas

Con familiares luchando en el frente y amigos fallecidos en el campo de batalla, Mikhail Korobkov y Olga Korobkova viajaron desde Kiev (Ucrania) hasta Córdoba (España) para erigir, junto al marco inigualable de la Mezquita-Catedral, La paz en nuestras manos, un mural de 14 metros de altura que lanza un mensaje al mundo de unión por el fin de la guerra.

"El mural se llama La paz en nuestras manos y muestra a una madre y a un hijo, que simboliza que todas las personas deben cuidar de los demás y eso está en nuestra manos, es nuestra victoria", explica la artista Olga Korobkova, quien recuerda que el arte "puede tocar muchos corazones y muchas veces habla por sí solo".

Mikhail y Olga llegaron a Córdoba hace un mes procedentes de Kiev y, lejos de mostrar un sentimiento de "huida" de las bombas que cada día caen en su país, quieren lanzar un mensaje al mundo de realidad, que en Ucrania hay "personas que llevan un año y medio en guerra" y que ésta debe "acabar cuanto antes".

"Para nosotros este viaje ha sido bastante importante, ya que no se trata solamente de salir de nuestro país como quien dice huyendo, sino para demostrar a todo el mundo que no somos solamente artistas, sino también somos personas que viven en una guerra", subraya Olga.

Vista general del mural. Vista general del mural.

Vista general del mural. / Efe / Salas

Ucrania llora, pero también vive

Una sociedad ucraniana que "no solamente está llorando, o que no sale, y que no vive", sino que son "personas alegres, que quieren vivir la vida", señala Olga para explicar los colores vivos del mural, "rasgado" en sus extremos por el "negro de cada bomba".

"Ucrania está llena de color y de vida", sentencia la artista. Los artistas hablan casi a diario con sus familiares y amigos que les relatan la situación. En los últimos días "están bombardeando por la noche a cada hora", denuncia Olga, que reconoce que es "difícil" abstraerse de esa realidad a pesar de estar en una ciudad como Córdoba, que acaba de cerrar su Mayo Festivo. "Nos gusta mucho la ciudad, su alegría, su pasión, su gente", expresa Olga con una sonrisa, y sobretodo su "cultura".

El mural se ubica en la fachada de un edificio cedido a la Fundación Artdecor en el que se presume que estaba la Casa de la Aduana del siglo XV que usaron los Reyes Católicos y que se encuentra en la ribera del río Guadalquivir, en el casco histórico de Córdoba y muy cerca de la Mezquita-Catedral, un marco "Patrimonio de la Humanidad".

Los dos artistas ucranianos, ante su mural por la paz. Los dos artistas ucranianos, ante su mural por la paz.

Los dos artistas ucranianos, ante su mural por la paz. / Efe / Salas

Córdoba, Ciudad de las Ideas

Un escenario "impresionante", según cuenta orgulloso el músico Fernando Vacas, presidente de la Fundación Artdecor de Córdoba, que beca el proyecto muralista de los artistas ucranianos y que se enmarca en el proyecto "Córdoba, ciudad de las ideas".

"Yo personalmente llevaba ya un año muy rayado con este tema y no sabía de qué manera ayudar, sobre todo al ver que había compañeros nuestros, artistas, que estaban allí pasándolo mal". Y de ahí el impulso y "enorme esfuerzo" para lograr este "mural por la paz" y en un lugar "mítico de Córdoba, muy visitado y visitable", subraya Vacas.

"El pueblo de Córdoba tiene que ver mucho con la cultura y con el arte, de unir culturas y etnias y personas", señala el músico, que sentencia que "el arte une y la guerra destruye". Vacas explica que se trata de una "obra muy pensada" y se ha hecho "en varias piezas y es desmontable y llevadera a otros espacios", por lo que, a pesar de ser "un regalo" para Córdoba, para los artistas sería un "sueño" llevarlo a Kiev cuando acabe la guerra "pronto".

El mural está elaborado de un "material especial que transpira y que deja pasar la luz y la vista desde dentro", por lo que es una "obra que va que va a perdurar" y "una cesión, un regalo" para la ciudad de Córdoba, "que es un museo andante al que hay que irle colgando cuadros", resalta Vacas.

Pronto llegará la despedida de Olga y Mikhail y su regreso a la crueldad e injusticia de la guerra, pero su mural por la paz quedará en Córdoba para lanzar al mundo un mensaje de "esperanza" y de fin de la guerra a través de la cultura y el arte.

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