Universidad
  • La institución académica suele presentar entre ocho y diez solicitudes de licencia al año

  • El resultado licenciado que más beneficios ha generado ha sido la variedad de olivo Sikitita

La Universidad de Córdoba, un oasis para las patentes

Un investigador de la UCO trabaja en la variedad de olivo 'Xikitita' en Rabanales. Un investigador de la UCO trabaja en la variedad de olivo 'Xikitita' en Rabanales.

Un investigador de la UCO trabaja en la variedad de olivo 'Xikitita' en Rabanales. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Lourdes Chaparro

Redactora

La fregona es una de las más ilustres patentes de España y reconocida popularmente, pero no solo la única. Gracias a esta modalidad de protección de propiedad industrial son muchas las ideas y proyectos que consiguen mejorar la vida de la sociedad, pero también alcanzar cotas de éxito en la investigación.

En la Universidad de Córdoba (UCO) también hay hueco para ellas en la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI). El responsable de la protección de los resultados de investigación de la institución académica es Fernando Pinillos, quien ha explicado a el Día el proceso que se sigue para obtener una patente.

Para empezar, ¿qué es una patente? Pues, según indica, "es una de las modalidades que existen para proteger la propiedad industrial. Hay otras modalidades de propiedad industrial, como las marcas, diseños industriales o variedades vegetales".

En concreto, las patentes protegen las invenciones que sean nuevas, que tengan actividad inventiva y aplicación industrial. En este punto, Pinillos aclara que "no todo se puede proteger como patente". Por ejemplo, no se pueden proteger como patente las meras ideas sin aplicación práctica, los descubrimientos, las teorías científicas o los métodos matemáticos, ni el software como tal -que sí puede registrarse como obra intelectual- o los métodos de negocio.

Las patentes protegen las invenciones que sean nuevas, que tengan actividad inventiva y aplicación industrial

Y ¿qué pasos hay que seguir para obtener una patente en la UCO? Pues, el primero que tiene que dar un investigador es comunicar a la OTRI que tiene un resultado que cree que puede ser patentable. A continuación, esta oficina, que se encuentra ubicada en el Campus de Rabanales, se encarga de realizar una evaluación de la posible patente, “ayudándose en caso necesario de informes pedidos a la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) o a agentes de patentes”, anota.

"En caso de que se concluya que tenemos una invención patentable y con interés, se procede a la elaboración de la solicitud de patente, normalmente en España, aunque a veces se opta por una solicitud de patente europea", subraya.

Los beneficios de una patente

Cuando se consigue un título de patente sobre una invención, que es concedido por el Estado, eso le confiere al titular el derecho a explotarla en exclusiva durante un tiempo máximo de 20 años. Pinillos destaca que "hay que tener en cuenta que las patentes están limitadas territorialmente".

"Una patente española sólo protege la invención en España. Si queremos tener la exclusividad en más territorios hay que solicitar la patente en cada uno de los países que nos interesen. No existen las patentes internacionales, y ni siquiera la patente europea lo es, ya que al final hay que validar la patente país por país", aclara.

En esta línea, reconoce que "proteger una patente puede resultar muy caro, ya que hay que pagar en cada país las tasas correspondientes además de a los agentes de patentes. Además, una vez que se solicita una patente por primera vez, ante una oficina nacional o regional (lo que se llama una solicitud prioritaria), sólo se dispone de un tiempo limitado, entre 12 y 30 meses, para poder patentar en países adicionales".

"Por ello, y ya que la misión de la Universidad no es explotar directamente los resultados patentados, tiene que buscar empresas interesadas en hacerlo", añade.

Las patentes de la UCO

Según consta en la memoria anual del rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, que presentó en el último claustro, en 2019 se contabilizaron un total de diez resultados protegidos, nueve de ellos solicitudes de patente y una de modelo de utilidad.

De las nueve solicitudes de patente registradas en 2019, ocho son en cotitularidad con empresas y/o centros de investigación. En consecuencia, hasta el 31 de diciembre de 2019 la Universidad de Córdoba tenía 119 expedientes de patentes vivas, algunas de ellas extendidas a otros países, existiendo en 15 casos algún tipo de acuerdo de licencia o de explotación con empresas.

Al respecto, Pinillos expone que una vez que se tiene una empresa interesada en explotar una patente y otro resultado de la Universidad, "se negocia un acuerdo de licencia por el que la Universidad recibe unas regalías o royalties, que normalmente son un porcentaje de las ventas del licenciatario".

El catedrático Jesús Gil Ribes muestra la cosechadora patentada en el proyecto Mecaolivar. El catedrático Jesús Gil Ribes muestra la cosechadora patentada en el proyecto Mecaolivar.

El catedrático Jesús Gil Ribes muestra la cosechadora patentada en el proyecto Mecaolivar. / Miguel Ángel Salas

Eso si, advierte de que en realidad son pocos  los resultados protegidos los que llegan a licenciarse. "Y aún en el caso de licenciarse hay a veces los beneficios obtenidos son pocos o ninguno", matiza.

Este responsable de la OTRI, además, recuerda que el hecho de que un expediente de patente esté vivo significa que la patente está en trámite de concesión o bien que ha concedido y que se siguen pagando las tasas anuales de mantenimiento. "Si una patente no ha sido licenciada a una empresa a veces no interesa mantenerla en vigor", admite.

En el caso de la UCO, el resultado licenciado que más beneficios ha generado ha sido la variedad de olivo Sikitita, que comparte con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa). También se ha licenciado hace cuatro años dos variedades de olivo, Vertires y Vertinmun, resistentes a la verticilosis, que también han generado algún retorno. A ello, se suma la protección que se ha llevado a cabo recientemente de otras dos variedades de olivo junto con el Ifapa, "que esperamos que también lleguen a explotarse", anota.

La UCO suele presentar entre ocho y diez solicitudes de patente al año, la mayoría en cotitularidad con otros centros de investigación o con empresas. Las variedades vegetales son mucho más irregulares, y no todos los años se consiguen variedades nuevas. En cuanto a número de solicitudes, la UCO se encuentra en cuarto o quinto lugar, por detrás de las universidades de Sevilla, Granada y Málaga.

Sectores con más patentes en la UCO

El sector de la biomedicina es el que mayor número de patentes concentra en los últimos años, con muchas patentes sobre métodos de diagnóstico o tratamiento de distintos tipos de cáncer, principalmente, pero también de otras patologías como el embarazo ectópico, el síndrome de ovario poliquístico, artritis reumatoide, etc. También está el caso del robot quirúrgico Broca, en cotitularidad con Tecnalia, el Servicio Andaluz de Salud y la Universidad de Málaga.

El segundo sector es del de la maquinaria agrícola, sobre todo fruto del proyecto de Compra Pública  Mecaolivar que finalizó hace ya varios años. El actual proyecto Innolivar también está produciendo ya las primeras patentes. También destaca el sector químico, con varias patentes sobre métodos de extracción de compuestos, producción de catalizadores, biodiesel, grafeno, etc.

Pinillos aclara que la variedad Sikitita no es una patente, pero es el resultado en el que más lejos se ha llegado en cuanto a explotación comercial. En la Unión Europea se concedió en 2009, pero también se ha protegido en Estados Unidos, México, Argentina, Chile, Marruecos, Turquía, Sudáfrica y Australia.Las patentes españolas tardan de media entre dos y tres años en concederse, si todo va bien. En ocasiones se opta por solicitar patentes europeas, que son concedidas por la Oficina europea de patentes, y que tienen un plazo más largo hasta su concesión.

Un biomarcador de diagnóstico del cáncer de próstata

Investigadores del grupo Oncobesidad y Metabolismo de la UCO. Investigadores del grupo Oncobesidad y Metabolismo de la UCO.

Investigadores del grupo Oncobesidad y Metabolismo de la UCO. / El Día

Investigadores del grupo Oncobesidad y Metabolismo del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la UCO y del Instituto de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) han desarrollado un biomarcador de diagnóstico de próstata como patente

Este grupo de investigación ha observado que los niveles circulantes de la enzima GOAT (Ghrelina-O-acil transferasa) se encuentran más elevados en pacientes con cáncer de próstata en comparación conaquellos cuyo resultado de biopsia prostática es negativo. Según la información facilitada por la OTRI, también ha demostrado recientemente que los niveles en orina de esta enzima podrían emplearse comoherramienta diagnóstica útil en la práctica clínica, dada su elevada especificidad y sensibilidad.

Estos resultados, además, han permitido que el uso de la enzima GOAT como biomarcador dediagnóstico del cáncer de próstata haya sido patentado con éxito y se encuentre actualmente en fases nacionales (Europa, Estados Unidos, Brasil e India).

Diques de retención

Patente de elemento modular apilable de la UCO. Patente de elemento modular apilable  de la UCO.

Patente de elemento modular apilable de la UCO. / El Día

Otro ejemplo de patentes en la UCO es el denominado elemento modular apilable de construcción de diques de retención de sedimentos en cárcavas con el fin de controlar la erosión. Su registro ha sido solicitado como patente en la Oficina Española de Patentes y Marcas.

Desde la OTRI han explicado que este sistema está enfocado para un uso en ámbitos agrícolas, forestales, obras civiles o en cualquier situación que requiera una corrección del terreno mediante una instalación rápida.

Además, con este mecanismo se consigue dividir el flujo de agua de escorrentía, reduciendo su velocidad en el interior de la cárcava. Los elementos modulares son apilables, formando varias filas unas encima deotras, constituyendo estructuras o diques escalables en anchura y altura.

Los responsables de esta invención pertenecen a los grupos de investigación TEP-227 Ingeniería de la Construcción y AGR-127 Hidrología e Hidráulica Agrícola de la UCO, en colaboración con las empresas Agresta Sociedad Cooperativa y Vialca.

La pandemia del coronavirus, por otra parte, también ha afectado a este trabajo en el seno de la UCO. Pinillos reconoce que a lo largo del año pasado se notó "una ligera disminución del número de comunicaciones de invención recibidas, quizá porque el trabajo de los investigadores, especialmente el ritmo de los experimentos puede que se haya resentido, pero en cuanto al trabajo de evaluación y mantenimiento de los expedientes activos por parte de la OTRI, se ha seguido realizando igual que siempre".

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