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El paseo que siempre deslumbra

  • Más de 80 taxistas llevan a 301 personas mayores por las principales calles del centro de la ciudad para que conozcan el alumbrado navideño

Una de las participantes en la nueva edición del Paseo de la Ilusión.

Una de las participantes en la nueva edición del Paseo de la Ilusión. / juan ayala

Luciana Pérez-Cabrera tiene 72 años y vive en la residencia de mayores de San Andrés. Cada semana espera pacientemente a que llegue el domingo, jornada en la que su hermano acude a visitarla y con él sale a la calle; el resto de días, los pasa en este centro. Así, un día tras otro hasta que ayer salió de la rutina y fue una de las 301 personas mayores que participaron en el Paseo de la Ilusión, que en 2017 ha cumplido su edición número 13 y que rompió todos los récords establecidos hasta la fecha por el elevado número de asistentes y también de taxistas que llegaron a los 83. El punto de partida fue el aparcamiento de la Diputación, en el que se dieron cita los taxis con los mayores ya ocupándolos, a la espera de ver el alumbrado navideño de las principales calles del centro de la ciudad. La espera se hizo larga para muchos, como para Luciana, que señala que "yo lo que quiero es salir ya y disfrutar".

"Todo está muy bien organizado y los chóferes están muy animados siempre", sostiene Pilar Moreno, quien a sus 87 ha repetido este viaje en varias ocasiones. Pilar Moreno tiene una plaza en la residencia de mayores de Santa María, en la plaza de la Compañía, junto a María Castro Olmo, que con sus 85 años a la espalda dice que "Córdoba tiene salero para todas estas cosas". También ella desea que el paseo comience cuanto antes para dejarse sorprender por parte de las más de 1,4 millones de luces que este año forman conforman el alumbrado navideño.

Natural de La Granja de Torrehermosa (Badajoz), Benilde Merino fue una de las usuarios de la residencia de la Trinidad que tampoco quiso perderse el paseo y confesar que "aunque el paseo es el mismo todos los años, está muy bien". "Tengo casi 94 años y lo que menos me gusta es estar parados aquí", asegura, al tiempo que reconoce la expectación y el nerviosismo que vive durante toda la jornada hasta que un taxista se encarga de ir a su centro y recoger a las personas mayores que participan en el encuentro.

Y si los mayores disfrutan con esta experiencia, que fue por Ronda de Tejares, el paseo de la Victoria, las calles Concepción, Gondomar, la plaza de las Tendillas para terminar en la calle Claudio Marcelo, los taxistas también. Alfonso Romero es uno de los veteranos de esta iniciativa de la Asociación Provincial de Autónomos del Taxi que realiza a través de Pidetaxi y no ha faltado ningún año. "A todos les hace mucha ilusión; algunos se ponen nerviosos y otros piensan que no van a llegar a cenar a la residencia", detalla.

Para muchas de estas personas, este Paseo de la Ilusión es una de las pocas ocasiones en las que pueden contemplar con tranquilidad el alumbrado navideño y el trasiego de las calles, y para otros muchos incluso pasar por la puerta de la que eran sus casas. Es lo que expone Fernando Cabrera, otro taxista que no se perdió la oportunidad de participar en la iniciativa y quien señala que en una ocasión "uno de los abuelos me dijo durante el trayecto que era la primera vez que veía su casa después de cinco años; cuando acabó el paseo fui de nuevo con él".

El Paseo de la Ilusión ha contado este año con la colaboración de supermercados Deza, que entregó un recuerdo a todos los participantes.

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