Un paseo entre ginkgos

Es un árbol de hoja caduca y uno de sus atractivos es que es uno de los ejemplares más antiguos del mundo. Se trata del ginkgo, una variedad arbórea que Ecologistas en Acción presentó ayer a una decena de personas que acudieron a la tercera ruta dentro del programa Los aliados del clima, una iniciativa con la que pretende destacar y dar a conocer el papel que juegan los árboles en la lucha contra el cambio climático, según explicó el portavoz de Ecologistas en Acción, Guillermo Contreras.

La presencia de los árboles en cualquier ciudad o en cualquier parte del mundo es esencial. Sin embargo, cada año, según los datos facilitados por Contreras, se emiten 6.000 millones de toneladas de CO2 y desaparecen 132.000 metros cuadrados de masa forestal. Por eso, continuó, "hay que evitar la política de deforestación para conseguir reducir en un 15% la emisión de dióxido de carbono". A su juicio, esta política de reducción es "la forma más barata, fácil y sencilla de luchar contra el cambio climático".

Y qué mejor manera de dar a conocer esta función de los árboles que mediante un paseo didáctico. El encargado de la charla fue el biólogo Rafael Pinilla, quien dio muestras de sus altos conocimientos acerca de los ginkgos, una especie que se caracteriza también porque sus hojas tienen forma de abanico y de los que en Córdoba hay 47 ejemplares. Dos de ellos se encuentran en los jardines de Colón, que se plantaron, según Pinilla, en 1994 cuando se llevó a cabo la remodelación del entorno.

Para encontrar otros tres ejemplares sólo hay que desplazarse hasta el entorno de la Plaza de las Cañas, mientras que 40 de ellos están plantados a lo largo del Vial Norte. El ginkgo que se ha plantado más recientemente luce en la calle Cruz Conde, en concreto, en la esquina con la calle Góngora. Pinilla informó también de que el primer árbol de esta especie que se plantó en Córdoba fue el que se encuentra desde hace "unos 50 o 60 años, y que es un ejemplar único, en los Jardines de la Agricultura".

El ginkgo puede llegar a medir 40 metros de altura y es un árbol ya extinto en áreas silvestres. Así, "ha llegado hasta nuestros días porque era un árbol sagrado para las civilizaciones orientales; en Japón y en China se cultivaban con mucha devoción", destacó Pinilla, quien aseguró que el primero de estos árboles apareció en la tierra "hace 65 millones de años".