El año de la pandemia dejó en Córdoba un balance de 160 denuncias por abusos o agresiones sexuales, que acumularon el 70% de los 228 delitos contra la libertad y la indemnidad sexual registrados en la provincia. Esto se traduce en una tasa por cada 10.000 habitantes -la forma de igualar a todos los territorios- de 2,9 casos, la decimoquinta más alta de España, por encima de la media andaluza (2,6) y nacional (2,8), aunque muy lejos de los 5 que marca Las Palmas, y los 4,4 de Ceuta e Islas Baleares, que se sitúan en la cabeza.

Esta es la principal conclusión, en clave cordobesa, del Informe sobre los delitos contra la libertad y la indemnidad sexual en España 2020, elaborado por la Dirección General de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior. Un estudio que, con todo, refleja una caída del 14% -las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigaron 13.174 delitos- respecto al año anterior por las especiales condiciones de la pandemia (confinamiento, restricciones de movilidad...).

Los que sí aumentaron en el año que irrumpió la crisis del coronavirus, según el documento publicado este miércoles, fueron los delitos sexuales cometidos por medios telemáticos, que ascendieron a 2.029, un 12,4% más que en el balance previo. La ciberdelicuencia sexual afectó sobre todo a los menores de edad, grupo que engloba al 80% de las víctimas de esta modalidad delictiva, tal y como también han denunciado la asociación Save the Children y el Defensor del Menor de Andalucía.

El balance de Córdoba durante 2020 anotó un total de 228 hechos conocidos, lo que viene a ser el conjunto de infracciones penales que, han sido conocidas por las distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, bien por medio de denuncia interpuesta o por actuación policial realizada motu proprio (labor preventiva o de investigación). Es la quinta cifra más alta de Andalucía, tras Sevilla (508), Málaga (458), Cádiz (299) y Almería (266).

De todas estas denuncias, el 70% corresponden a la tipología de abuso o agresión sexual; en concreto, 78 son de abuso sexual, 45 de agresión sexual, 22 de agresión sexual con penetración y 15 de abuso sexual con penetración. Además, seis fueron de acoso sexual, 24 por contacto con menores de 16 años mediante tecnologías, ocho por corrupción de menores, seis por exhibicionismo, 12 por pornografía de menores y otra docena por prostitución, mientra que no hubo constancia de infracciones por provocación sexual.

De todos esos delitos, hasta 173 han sido esclarecidos; es decir, se ha producido a la detención del autor in fraganti, se ha identificado plenamente al autor, aunque esté en libertad provisional, huido o muerto, exista una confesión verificada o pruebas sólidas, o la investigación revele que, en realidad, no hubo infracción. Del mismo modo, Córdoba queda como cuarta provincia andaluza en este criterio, por detrás de Sevilla, Málaga, Cádiz y Almería, que también acumularon más denuncias.

Y es que el porcentaje de esclarecimiento de estos delitos es notablemente alto. En cuanto a la tipología de los mismos, esos 173 se dividen en 67 de abuso sexual, 13 de abuso sexual con penetración, 36 de agresión sexual, de 18 agresión sexual con penetración, cuatro de acoso sexual, 11 de contacto con menores de 16 años mediante tecnologías, seis de corrupción de menores, cuatro de exhibicionismo, diez de pornografía de menores y cuatro de prostitución.

Por último, hay que hacer referencia a dos aspectos más, las victimizaciones, donde Andalucía marca el tope nacional, y las detenciones o investigaciones realizadas. En cuanto a las primeras, que son número de hechos denunciados por personas en los cuales manifiestan ser víctimas o perjudicados por alguna infracción penal, en Córdoba la cifra ascendió a 234 -hay una leve diferencia con las denuncias-; mientras que en cuanto a las segundas, el total es de 121.

Fachada de la comisaría de la Policía Nacional en Campo Madre de Dios.

En este último caso hay que recordar que la persona está investigada cuando se le atribuye participación en un hecho penal, sin adoptar medidas restrictivas de libertad, al tiempo que la detención implica la lectura de derechos de la persona física, privándole de libertad y poniéndole a disposición judicial, por la atribución de la comisión de una infracción penal.

En este caso, Córdoba es la sexta provincia andaluza con más detenciones/investigaciones, de nuevo con los delitos relacionados con el abuso y la agresión sexual, con o sin penetración, acumulando el mayor número de ellas, hasta 102. Hay que recordar que este tipo de casos representan siete de cada diez en la provincia, mientras que en España el porcentaje es ligeramente superior (76%).

Por cierto, como bien refleja este último punto, los delitos contra la libertad e indemnidad sexual presentan una de las más altas tasas de esclarecimiento, situándose con el mayor porcentaje de hechos esclarecidos los delitos relativos a los abusos sexuales y agresiones sexual, ambas con penetración (rondan el 90%). No obstante, cabe reseñar que en el escalón más bajo están los delitos relacionados con menores.

Resumen de los datos a nivel nacional

Los registros recogidos en el Informe sobre los delitos contra la libertad y la indemnidad sexual en España 2020 calcan los de 2019 y rompen, merced principalmente a la influencia del covid-19, la tendencia alcista desde que comenzó el estudio en 2014. De hecho, bajan todos los conceptos a excepción de los delitos de contacto con menor de 16 años para fines sexuales, amparándose en la tecnología, y los de provocación sexual. La misma tendencia se sigue en cuanto a detenciones, con crecimiento con parón en 2020 y única subida en los casos de ciberdelicuencia con menores implicados.

Sobre el lugar predominante donde se cometen los delitos, las viviendas y anexos, las vías de comunicación y las instalaciones y recintos son los lugares habituales. Durante 2020, y dentro del contexto especial surgido como consecuencia de la pandemia, los hechos acaecidos en vivienda aumentaron su frecuencia de forma notable, mientras que los de medios de transporte han pasado a ser casi residuales.

En cuanto a los perfiles, la víctima es mayoritariamente mujer (85%), si bien el hombre tiene un porcentaje más elevado e la franja de edad de menores, que es la que concentra el mayor número de delitos, seguido de la de 18 a 30 años. De forma clara, la relación entre el agresor y la víctima suele ser nula, si bien en el caso de la violencia contra la mujer, en un 16% se produce dentro del ámbito familiar, sea con o no con la pareja o ex pareja implicada.

En cuanto al responsable de la agresión, de manera contrapuesta, el 97% de las detenciones son de hombres, claramente por abuso sexual, seguido de agresión sexual, luego también con penetración. Para ambos sexos, en la franja de edad 41-64 años, es donde se concentra el mayor número de responsables, seguido por las de 18 a 30 años. El 67,1% son españoles; de los extranjeros, el 42,5% son sudamericanos, el 29,9 africanos y el 18,1% europeos, con especial incidencia de países como Marruecos, Colombia y Rumanía.