El Sindicato Profesional de Enfermería (Satse) ha denunciado una nueva agresión en la Unidad de Hospitalización de Agudos Psiquiátricos del Hospital Reina Sofía, servicio en el que se concentran el 90% de las agresiones que se producen en el complejo sanitario, por lo que ha exigido a la dirección que se analice y adopten nuevas medidas preventivas que palien este "grave problema".

En esta ocasión y, según ha informado el sindicato, ha sido una paciente de Salud Mental ingresada la que ha agredido a tres enfermeras que han tenido que recibir atención sanitaria de Urgencias, tras las lesiones sufridas, tanto físicas, como psicológicas.

Satse ha incidido en que ya se han producidos en los últimos años varias agresiones con baja por accidente de trabajo y la renuncia en algún caso a seguir trabajando en esta unidad.

En esta línea, el sindicado de Enfermería ha insistido en que los profesionales que trabajan en este espacio del Hospital "entienden estas situaciones como un riesgo inherente a la unidad", si bien, ha subrayado que "muchas de las agresiones pueden ser evitables".

Por ello, ha exigido a la Administración medidas preventivas necesarias para evitar el elevado número de agresiones, así como la gravedad de las mismas y ha recordado que "la seguridad en el entorno de salud mental afecta no sólo a los profesionales, sino también a la totalidad de los pacientes allí ingresados y que es obligación de la administración garantizar la seguridad en el trabajo".

En esta misma línea ha considerado necesaria la "intervención inmediata desde la dirección ante la amenaza real de sufrir nuevas agresiones".

"Aunque no existe una estrategia universal para prevenir la violencia, las Unidades de Psiquiatría de los hospitales generales deben desarrollar un programa exhaustivo para la prevención de la violencia. La prevención es difícil, y a veces imposible cuando hay un factor sorpresa, o agresiones sin mediar acto o palabra", ha explicado.

Satse, además, ha detallado que se trata de "agresiones que se producen de forma rápida e imprevista, sin que intervengan alteraciones de la conducta que hagan prever la agresión, lo que sitúa al trabajador en una posición de absoluta falta de previsión e imposibilidad para tomar medidas por adelantado, pero también conocemos los casos que nos atañen y que preavisan de las actuaciones violentas".