Empleo

Opositar o no: el dilema de los jóvenes cordobeses

  • Estos son los porqués de algunos jóvenes cordobeses que buscan un horizonte estable para sus vidas en la oposición a un empleo público

  • 'Influencer' de oposiciones: 4.000 seguidores compartiendo 'tips' de motivación y estudio

María José Vicente y Maribel Serrano estudian para las oposiciones en una biblioteca

María José Vicente y Maribel Serrano estudian para las oposiciones en una biblioteca / Juan Ayala

La lección más grande que Antonio Banderas sacó de Hollywood fue que no hay cosas imposibles, "que todo se puede conseguir, si se sueña fuerte". Se lo dijo a Pablo Motos hace unos años en el plató de El Hormiguero poseído por el discurso del sueño americano. Se hace camino al andar, decía Machado, y se hace país emprendiendo, dijo Banderas. Así es como luego surgen los Facebooks y los Googles y no con un 75% de jóvenes andaluces que desean ser funcionarios, según las cifras que recitaba de memoria el actor de El Zorro. 

Pero el Silicon Valley andaluz tendrá que esperar porque una nueva crisis, la del coronavirus, ha disparado la incertidumbre y, por ende, el número de jóvenes y mayores que buscan amparo en la empresa pública para obtener un puesto fijo y un salario cada mes. Así lo refleja el aumento de matriculados en academias de oposiciones, "alrededor de un 30% más desde septiembre" señala Emilia Madueño, coordinadora de oposiciones del Instituto Alcántara, fundado en 1926.

Madueño asegura que el incremento viene influido por dos motivos: por un lado, el aumento en la oferta de empleo público y, por otro, la inseguridad "de los que han visto peligrar su puesto de trabajo por los ERTEs". En este sentido, la cantidad de alumnos está muy repartida entre gente joven y mayores de 40 años, siendo la categoría de Auxiliar Administrativo -con un sueldo que ronda los 1.000-1.200 euros- la más demandada por no tener un temario "excesivamente largo".

Maribel Serrano tiene 25 años y es un claro ejemplo de las consecuencias que explica Madueño. La pandemia le hizo reflexionar y plantearse hacer una oposición. Antes lo había intentado en el sector privado, después de sacarse el Máster de Abogacía, pero acabó renunciando por la precariedad del sector. "Son muchas horas para unos salarios tan bajos", afirma.

Ahora lleva, desde abril de este mismo año, casi ocho meses preparándose las oposiciones para el Cuerpo de Administradores Generales de la Junta de Andalucía como Carlos López, con quien coincide tres horas cada miércoles en clase con el preparador para examinarse de los temas que se estudian durante la semana. Según cuentan, está previsto que se convoquen para finales de 2022 o para el primer trimestre de 2023.

Carlos empezó en octubre y "todavía es pronto para notar la presión del opositor". En junio cerró su etapa en el doble grado de Relaciones Internacionales y Derecho en Loyola con una nota media de 8,5 y, a pesar de que en esta universidad se fomenta más la empresa privada, está convencido de que la seguridad "para el día de mañana" la aporta un sector público que "se ha revalorizado durante la pandemia porque los funcionarios han mantenido su salario, mientras el sector privado se ha visto más castigado".

Carlos López se prepara las oposiciones en su escritorio Carlos López se prepara las oposiciones en su escritorio

Carlos López se prepara las oposiciones en su escritorio

Modestia aparte, confía en la capacidad de su memoria para aprobar a la primera, al igual que Maribel. ¿Y si suspendes? "Eso lo suyo es no pensarlo", dice ella. Y repite el mecanismo mental que la acompañará durante todo este tiempo: "estudiar y no pensar". Ambos se muestran agradecidos de poder contar con el apoyo familiar, "tanto a nivel personal como económico", para que no les genere más presión de la que ya pueda sentir uno mismo.

"Hay que tener un Plan B"

Esta presión ayuda a gestionarla María José Vicente desde su cuenta de Instagram @majo_oposita, que roza casi los 4.000 seguidores. También estudió Derecho y luego el Máster de Profesorado por la especialidad de FOL (Formación y Orientación Laboral). Su oposición ha aumentado en un 40% en 2021, "una tendencia habitual en momentos de crisis", reconoce María José.

"La oposición es un proceso que se vive muy solo", narra María José como el que sube al calvario cargando una cruz. "Hay días de mucho agobio". Por eso, empezó a seguir cuentas de opositores en redes sociales "con las que se identificaba y se sentía arropada". Hasta que abrió la suya y se puso a subir contenido: tips (consejos) de motivación, técnicas de estudio y de organización

Todos los días recibe muchos comentarios de agradecimiento por parte de sus seguidores y hasta algunas academias le han ofrecido temario gratuito a cambio de contenido promocional, pero lo rechazó porque le parecía "un coñazo" eso de verse "forzada a subir un contenido que no le salía de forma natural". Sin embargo, abre las puertas a todas las copisterías que le dejen "las fotocopias gratis", dice mientras rie. Ser influencer, ese es el plan B, el que le dijo su psicóloga que "siempre hay que tener" en caso de abandonar las oposiciones, aunque ella se imagina echando currículums en colegios privados o abriendo una consultoría medioambiental.

Su intención es "trabajar para vivir y no vivir para trabajar". Lo mismo dice Maribel con otras palabras, quien está dispuesta a "hipotecar" el tiempo de hoy -para la oposición- por el de mañana -para ella misma y su familia- y construirse así un futuro.

María José Vicente, 'influencer' de oposiciones. María José Vicente, 'influencer' de oposiciones.

María José Vicente, 'influencer' de oposiciones. / Juan Ayala

Aunque ninguno lo nombra como la primera de las razones, los tres coinciden en que "como en Andalucía no se vive en ningún sitio". También reconocen a Córdoba como una ciudad en la que "hay muchos funcionarios" (46.596 en datos del Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas de enero de 2021) y donde "el mercado no da más de sí", dice Maribel. María José lo achaca al número de titulados que salen cada año en la ciudad, "imposible de absorber".

Según el informe Unitour 2019-20, Córdoba es la segunda provincia de España, con un 34% y detrás de León con un 38%, cuyos estudiantes de Bachillerato tienen más claro opositar después de sus estudios universitarios. "De mi grupo de amigos, ocho de 12 estamos opositando, y los demás trabajan fuera", concluye Maribel.

Opositar o no opositar, that is the question. Ser o no ser funcionario. Ese es el dilema que recorre la cabeza de muchos cordobeses que buscan esta salida, no porque no quieran trabajar en la empresa privada, sino porque es la única que ven con posibilidades para poderse comprar una casa o formar una familia en su ciudad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios