Los olmos con grafiosis en el Bejarano se multiplican por tres

Acción Ecologista Guadalquivir cifra en 900 los ejemplares afectados por esta epidemia · Grupos de voluntarios están repoblando la zona con otras especies

Un grupo de voluntarios de Acción Ecologista Guadalquivir tras regar las nuevas plantas.
Un grupo de voluntarios de Acción Ecologista Guadalquivir tras regar las nuevas plantas.
Manuel Alejandro Araujo

03 de agosto 2012 - 01:00

La epidemia de grafiosis que afecta a los olmos del Bejarano se está extendiendo hasta límites alarmantes. En el seguimiento que acaba de realizar Acción Ecologista Guadalquivir, se ha comprobado que la enfermedad se ha extendido considerablemente y ya afecta a más de 900 ejemplares, frente a los 300 que estaban afectados en un principio.

La grafiosis es una enfermedad que se propaga por las olmedas de la península Ibérica. El hongo que la provoca se extiende desde las raíces hasta las ramas de los árboles, y provoca la desecación de los mismos. La única solución para evitar el contagio de más ejemplares es la tala de los árboles afectados y la siembra de especies que sean inmunes a ésta. En este sentido, el presidente de Acción Ecologista Guadalquivir, Bartolomé Olivares, informó ayer sobre el gran impacto que está teniendo esta enfermedad en la arboleda del Bejarano. "La verdad es que no preveíamos que el avance de la grafiosis fuese tan rápido", por lo que además de talar ejemplares enfermos, se ha tenido que sembrar más de 1600 nuevas especies de árboles que hagan frente a la pérdida de árboles en la zona. Si la situación no se frena, los miembros de Acción Ecologista Guadalquivir prevén que al final de verano todos los ejemplares estén infectados y habrá que talarlos, lo que desembocará en "un cambio de ecosistema" al perder un 90% de la arboleda. Olivares explicó que la desaparición de esta especie "alterará profundamente" el comportamiento de las demás, y "creará un gran desajuste ambiental en la zona".

Ante esta situación, el colectivo ecologista ha desarrollado diversos proyectos de concienciación medioambiental en los colegios, ya que "la ayuda de la gente es imprescindible". El colectivo ha creado una red de voluntarios que se ocupan de regar las nuevas plantas, ya que en agosto el clima es muy seco y complica el crecimiento de las mismas. Olivares defiende que "es decisivo que estén bien cuidadas", ya que éstas especies son la única esperanza de mejorar el problema. Además de las campañas de sensibilización, los miembros de Acción Ecologista Guadalquivir llevan a cabo labores de mantenimiento en la parte afectada, que consisten en vallar determinadas zonas para evitar que el ganado pase por allí, ya que las vacas que pastan en el Bejarano pueden hacer que se pierdan las especies sembradas. Olivares informó en este sentido que han colocado carteles en la zona "para que todos los visitantes del lugar colaboren activamente con la causa". El presidente de este colectivo defiende que los que quieran ayudar "no tienen por qué unirse a nosotros, con mantener la zona limpia se pueden evitar grandes riesgos" como los incendios forestales en verano.

Olivares recordó que el Bejarano es uno de los lugares "con mayor biodiversidad de toda Andalucía" y añadió que "no todo son malas noticias", pues de los 1.600 ejemplares sembrados, más del 50% han dado sus frutos.

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