Las obras de la polémica

Tal y como dice el refrán, al Ayuntamiento "le ha pillado el toro". Y es que, a pesar de que el curso escolar ya ha sido oficialmente inaugurado, un total de 32 colegios aún están pendientes de someterse a diversas obras de mejoras, sobre todo el su cubierta y techumbre. De esta forma, a la imagen de los niños disfrutando de su bocadillo durante el recreo se unirá próximamente la de los obreros trabajando para mejorar las infraestructuras educativas. Normalmente las administraciones competentes aprovechan las vacaciones de los escolares para acometer este tipo de actuaciones, pero este año las obras han llegado con bastante demora.

Esta situación no ha sido bien recibida por los representantes de los centros educativos en los que se acometerán las actuaciones de reforma, sobre todo, de las cubiertas a causa de los daños que sufrieron el pasado curso por las intensas lluvias. En este listado se encuentra colegios como Caballeros de Santiago, Juan Rufo, Europa, Rey Heredia, San Fernando, San Lorenzo, Miralbaida o Colón. En este último, los daños de la cubierta son bastante palpables en la techumbre de diversas aulas, mientras que en otros, como San Lorenzo, apenas se visualiza unas manchas de humedad lo cual supone una actuación de menor envergadura y complejidad.

El problema, según los directores de los centros consultados por este diario, radica en que las administraciones conocían de primera mano el deterioro de la cubierta de muchos colegios de la ciudad a causa de las lluvias, por lo que debían de haber tenido una mayor previsión para reparar esos daños. "Las obras debían de haberse llevado a cabo antes del comienzo del curso, es decir, durante agosto y los primeros días de septiembre, ya que acometerlas ahora interrumpe el desarrollo normal de la vida de los centros educativos", asegura Rafaela Ramírez, directora del colegio Europa. En el caso de este centro las fuertes precipitaciones hicieron que un aula y el pasillo de acceso a ésta se convirtieran "en toda una piscina", según Ramírez. Del mismo modo, Carmen García, directora del colegio San Lorenzo, insiste en que las intervenciones de mejora deben realizarse cuando los niños no se encuentran en el aula, ya que toda obra ocasiona una serie de molestias que afecta de forma negativa al normal desarrollo de las clases, distrayendo la atención del alumnado. No obstante, y a pesar de que lleguen con retrasos, para los directores de los centros educativos lo más importante en estos momentos es que finalmente se acometan lo antes posible y con la mayor brevedad.

Del mismo modo, los padres se sienten indignados por el retraso y la falta de previsión del Ayuntamiento a la hora de llevar a cabo las intervenciones en más de una treintena de colegios. El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de colegios públicos (FAPA-Ágora), Francisco Mora, insiste en que "era conocido por todos que esas obras se tenían que realizar, por lo que no entendemos su tardanza y encima que coincidan con el comienzo del curso escolar". Esta situación demuestra, según Mora, que es necesario que el Consistorio designase a un grupo de personas para que se dedicasen en exclusiva a revisar las carencias de los colegios y proyectas sus mejoras de forma urgente. No obstante, para las mejoras de las cubiertas, FAPA-Ágora señala que se deben de realizar fuera del horario lectivo "para evitar que las molestias que puedan ocasionar interrumpan la vida de la clase". Para ello, aconsejan a la Administración que se proceda a su desarrollo tras las clases o durante los fines de semana en los que los alumnos y profesores se encuentran de descanso.

En cuanto a esta problema, los sindicatos tampoco se han querido mantener al margen. El secretario general de FETE-UGT de Córdoba, Manuel Gil, insistió en que la esta falta de previsión incide en la seguridad de los menores en las aulas.

El Ayuntamiento, responsable de las actuaciones menores de conservación de los colegios, ha insistido durante los últimos días que los retrasos no se deben a una falta de planificación sino a la "lentitud" de los procesos administrativos para adjudicar las obras. La concejal de Educación, Elena Cortés, aseguró que los proyectos se encuentran redactados desde el 15 de julio, pero que todo se ha ralentizado al depender su ejecución de dos administraciones, la Junta (a través del Proteja) y el Gobierno central. No obstante, Cortés confirmó que en los próximos días, en cuanto que se baremen a las empresas que han presentado ofertas, "nos pondremos manos a la obra". A partir de ese momento, los encargados de la ejecución de los proyectos cuentan con dos meses para finalizar las intervenciones, consideradas de menor envergadura. En cuanto a la seguridad, la edil aseguró que no se producirá ninguna situación de peligro, puesto que las intervenciones son en las cubiertas y no afectan a las aulas. Según las previsiones, muchos obreros compartirán próximamente su hora de bocadillo con los pequeños.