La última fase de obras del Archivo Municipal de Córdoba se centrará en los patios y controlar la humedad
Urbanismo
La parte administrativa del Archivo se va a trasladar a las instalaciones de la Farmacia Militar de Lepanto
Finaliza la primera fase de las obras de rehabilitación del Archivo Histórico Municipal de Córdoba
“El Archivo Municipal contiene la historia real de Córdoba, sin versiones”
La segunda y última fase de obras de reforma del Archivo Municipal de Córdoba ha salido ya a licitación por 1,1 millones de euros tras varias complicaciones con la primera fase y al menos cinco años de espera. La reforma se centrará en finalizar los flecos que quedaron pendientes de la primera parte, controlar la humedad que se ha detectado en el suelo y que afecta a las paredes y remodelar los patios del edificio histórico.
Así ha sido presentado este jueves por el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Salvador Fuentes, la directora del Archivo Municipal, Ana Verdú, la delegada de Cultura, Marián Aguilar, y los técnicos que se han encargado del proyecto. Así, la segunda y última fase de las obras en el archivo han tardado en salir a licitación por la demora de la liquidación de la primera, que finalizó en agosto del año pasado. Con esto, empieza la cuenta atrás de unas obras que tendrán una duración de ocho meses y podrían ser adjudicadas, si todos los plazos se cumplen, entre abril y marzo, con la previsión de arrancar los trabajos en mayo.
La última fase se centrará, básicamente, en finalizar parte de la rehabilitación que quedó pendiente de la primera, con labores de pintura y carpintería que hay que ejecutar, donde se descubrió una portada mudéjar que hay que proteger, actuar sobre el suelo de piedra del inmueble, que está generando humedades en las paredes del mismo, y unos trabajos que un principio no se tenían previstos en los patios del edificio histórico.
Las actuaciones
Entre las actuaciones inacabadas que es necesario finalizar en el ámbito de la restauración de elementos patrimoniales del inmueble, entre las que se encuentran las actuaciones de acabado de los alfarjes (artesonados de madera) y de los ajimeces; igualmente se aplicará el tratamiento final a las fábricas de sillería tanto del interior como de la portaba de la fachada. Las vidrieras de las ventanas de la primera planta, se restaurarán y se de volverán a su posición original, protegiéndolas hacia el exterior con nueva carpintería.
Sobre la portada mudéjar, descubierta y recayente al patio segundo se realizarán las actuaciones de encuentro con el alfarje de la galería del patio y el correspondiente llagueado. De la misma forma se terminarán los revestimientos, las carpinterías, iluminación, vidrios y otros que no se finalizaron con el contrato de obra adjudicado a la UTE mencionada.
En otro orden de cosas, durante el transcurso de las obras, fueron descubiertas y se pusieron de manifiesto situaciones a corregir en el edificio como el sistema de apoyo y construcción de los pavimentos de los andenes de los patios que son causa de humedades por capilaridad en los muros. Con este nuevo proyecto, se procederá a documentar todo el pavimento de las galerías, para desmontarlo, asegurar la base del mismo, y recolocarlo de nuevo en su posición original, para que el inmueble mantenga su imagen histórica.
Se llevará de igual forma una actuación sobre el pavimento de chino cordobés de los patios, de forma que se recupere su fisonomía y los parterres existentes en ellos y se recuperará la vegetación y plantas que resultaron afectadas como consecuencia de los primeros trabajos.
Para Salvador Fuentes, esta licitación significa que "cerrar un elemento muy importante para recuperar el pulso intelectual de un edificio espectacular que necesitaba ser recuperado". Su recuperación, además, permitirá que visitantes y turistas puedan visitarlo aunque no vayan a consultar documentación, con lo que servirá como un atractivo turístico más de la ciudad porque "el edificio en sí ya es para mostrarlo".
Y es que, a lo largo de la primera fase, determinados hallazgos pararon la redacción del proyecto tras haber descubierto muros y la portada mudéjar, que llevaron a replantear el proyecto de rehabilitación del edificio y sus usos.
En estos hallazgos también se pudo determinar que, aunque se pensaba que era posterior, el edificio realmente data del siglo XIII, por lo que es el segundo más antiguo del patrimonio municipal de Córdoba.
"El Archivo espera volver a su casa", ha expresado Ana Verdú, que ha agregado que "nunca un legado documental como el de Córdoba pudo tener mejor ubicación". Los documentos han estado en ese mismo lugar desde 1969, con el parón en 2018 para estas obras. El inmueble fue casa solariega de familias aristocráticas que vinieron con Fernando III de Castilla. Fue también casa de Leonor de Guzmán, autora de uno de los primeros escritos autobiográficos en lengua castellana. Gracias a sus ideas, ha explicado Verdú, salen los arcos del edificio, como un guiño al Palacio de la Aljafería de Calatayud, su lugar de nacimiento.
La vuelta "no conlleva demora", ha destacado la directora del Archivo Municipal, pues los depósitos documentales se pudieron terminar, están funcionando y en su sitio, por lo que no hay que trasladarlos. Con todo ello, esperan que a mediados del año que viene puedan estar instalados nuevamente en su sede, donde organizarán actividades y contará con una sala de exposiciones del patrimonio documental.
En estos cinco años el archivo no ha dejado de funcionar, sin embargo, sí ha habido dificultades para digitalizar los planos de expedientes de obras mayores, que se han hecho "de manera dificultosa" con una cámara sobre un trípode, al no contar con el escáner digital necesario para ello. A final de este mes, sin embargo, arrancará un proyecto con ocho personas que se encargarán de digitalizar estos expedientes, ha informado Ana Verdú.
Asimismo, Salvador Fuentes ha informado de que la parte administrativa del Archivo Municipal de Córdoba, que consta de 10 kilómetros de estanterías repartidos en varios depósitos, se llevará a las instalaciones de la Farmacia Militar de Lepanto, en una sala que está reservada y que está albergando también archivos de la GMU, que será público para consultas. La semana que viene se va a repartir dónde irían los depósitos, ha explicado Fuentes. En el Archivo Municipal existe documentación desde 1241 hasta el día de hoy, documentos que se han ido digitalizando desde el año 95.
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