El nuncio del Papa preside hoy la beatificación del padre Cristóbal

La misa, a la que se calcula que asistirán 5.000 peregrinos, empieza a las 11:00 en la Catedral

El nuncio del Papa, junto al arzobispo de Sevilla y al obispo de Córdoba durante una visita a Córdoba.
El nuncio del Papa, junto al arzobispo de Sevilla y al obispo de Córdoba durante una visita a Córdoba.
E. P.

07 de abril 2013 - 01:00

El nuncio del Papa en España, Renzo Fratini, y una decena de obispos estarán presentes hoy en la Catedral para asistir a la beatificación del padre Cristóbal de Santa Catalina, fundador de las Religiosas Hospitalarias de Jesús Nazareno. Según informó ayer el Obispado, en representación del Papa Francisco asistirá el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Cardenal Angelo Amato, quien presidirá la misa de beatificación, a partir de las 11:00.

Además del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, cocelebrarán la ceremonia otros prelados, como el cardenal y arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo; el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo; el obispo auxiliar de Sevilla, Santiago Gómez Sierra; el obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella, y el obispo de Huelva, Ignacio Noguer. También estarán el obispo de Burgos, Francisco Gil; el de Bilbao, Mario Iceta, así como el de Guatemala, Bernabé Sagastume.

El Obispado calculó que unas 5.000 personas, procedentes de toda la geografía nacional e internacional, estarán presentes en la celebración, así como gran parte de la comunidad de Hospitalarias y un centenar de sacerdotes. Tras la Eucaristía, tendrá lugar la salida en procesión de la imagen de Jesús Nazareno y los restos del padre Cristóbal hacia la iglesia de Jesús Nazareno, en torno a las 13:15.

La beatificación del padre Cristóbal de Santa Catalina se hace realidad después de que el Papa Benedicto XVI aprobara el pasado diciembre el decreto por el que se reconoce un milagro por la intercesión de este sacerdote, que nació en Mérida (Badajoz) el 25 de julio de 1638 y que falleció en Córdoba el 24 de julio de 1690. El padre Cristóbal vivió sus primeros años mostrando gran preocupación por el hambre. Posteriormente, actuó como monaguillo y sacristán, hasta convertirse en capellán de un tercio de Castilla, en la guerra que mantenía la monarquía española contra Portugal. Tras recuperarse de una grave enfermedad, decidió retirarse a las ermitas para meditar y dedicarse a la oración. En la sierra cordobesa fundó el eremitorio de San Francisco y San Diego de Villaviciosa, en cuya iglesia ofrecía misa a diario.

Su gran hito en la ciudad de Córdoba fue la fundación del Hospital de Jesús Nazareno, bajo el lema de Mi providencia y tu fe tendrán esta casa en pie, para socorrer a un gran número de enfermos sin recursos y personas necesitadas que habitaban durante el último tercio del siglo XVII en la ciudad, azotada por una epidemia de cólera. Su obra fue seguida por numerosos discípulos en varias ciudades españolas, por lo que en 1773 se iniciaron los trabajos para conseguir su beatificación por parte de la Iglesia Católica, interrumpidos por la muerte de su postulador. Más de dos siglos después, en el año 2007, se presentaron en Roma las alegaciones correspondientes para reiniciar los trámites para su nombramiento como beato, que han dado como resultado la beatificación de este cordobés de adopción.

Las celebraciones comenzaron el jueves con una vigilia de oración en la parroquia de San Lorenzo, mientras que el viernes tuvo lugar el traslado de la imagen de Jesús Nazareno al templo mayor de la Diócesis. Ayer empezaron a llegar peregrinos a la casa de Jesús Nazareno, al tiempo que profesores y alumnos del colegio Jesús Nazareno de Getafe (Madrid) llevaron a cabo la representación de la obra teatral Y le llamaban Cristóbal.

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