Aunque aún queda camino por recorrer para recuperar la normalidad que la pandemia del Covid transformó de manera abrupta hace ya más de dos años y medio, hay sectores en los que los pasos se van dando de manera más rápida que en otros. Uno de ellos es el turismo, que pese a que mantiene cifras por debajo de las ofrecidas antes de la primavera de 2020, empieza a dar síntomas de mejoría, lo que supone un soplo de aire fresco no solo para el sector en sí, sino para el alivio económico general de un país en el que su peso es más que notable.

Una situación que se repite en demarcaciones como Córdoba -capital y provincia-, cuya sonrisa durante gran parte del año suele estar relacionada con la llegada de turistas. Viajeros que, en muchas ocasiones, sobre todo los que llegan del extranjero, suelen apostar por las viviendas turísticas para establecer su campamento base para poder conocer a fondo la ciudad y/o provincia. Los datos del pasado verano ya fueron más que positivos para los apartamentos turísticos -las viviendas son un concepto más amplio-, que subieron las pernoctaciones hasta un 23% respecto al año previo... y mucho más atendiendo a 2019, cuando el coronavirus no existía.

A esos registros hay que sumar otros como los que ofrece este jueves 15 de diciembre el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuya estadística experimental de medición de viviendas turísticas refleja la recuperación de un sector que ya alcanza igualmente los niveles previos al Covid. Así, el último control realizado a finales del mes de agosto de este mismo año establece que en la provincia hay 1.827 viviendas turísticas, que ofertan un total de 9.613 plazas, a una media de 5,26 por alojamiento.

Los datos mejoran de manera de ostensible los ofrecidos en los cinco cortes anteriores, pues el INE recuerda que las primeras cifras de este corte fueron las de agosto de 2020. En cuanto a los alojamientos, la subida ha sido de unos 150 en estos dos años, si bien el incremento roza los 350 respecto a la parte más dura de la pandemia, que se llevó por delante muchos de estos negocios, pasando algunos de ellos al alquiler de larga temporada para aguantar el tirón. Desde febrero de este año, el aumento ha sido de 292 viviendas.

Sin embargo, si se mira a finales de 2019, en la conocida como normalidad, la situación es prácticamente idéntica a la actual. Según recoge el Balance del año turístico en Andalucía correspondiente a 2019, en la provincia de Córdoba había 1.804 alojamientos turísticos, englobando ahí apartamentos (41), viviendas con fines turísticos (1.472) y viviendas turísticas de alojamiento rural (332).

Sí hay alguna diferencia en cuanto a las plazas ofertadas, que en aquel momento ascendían a 11.032 -1.210 en apartamentos, 7.326 en viviendas con fines turísticos y 2.496 en alojamientos rurales-, después de registrarse, respecto al año previo, un incremento medio en los dos últimos tipos del 29% (en cuanto a los apartamentos fue mucho más moderado, del 0,9%).

Era el momento del boom de los pisos turísticos, que se vio frenado bruscamente -como otras tantas cosas de la vida- por una pandemia del coronavirus que después de más de dos años y medio marcando, de una u otra forma la agenda, empieza a ser historia fruto, en gran parte, del éxito de la campaña de inmunización. Un paso clave para recuperar una normalidad vital que, consigo, ha traído también la vuelta al pasado en sectores como el turismo, que empieza a asomarse a las cifras de antes para bien general.