El nuevo edificio del Reina Sofía y la crisis en Primaria

Un cuarto de siglo ha dado para mucho en la sanidad cordobesa. Y más teniendo en cuenta cómo la pandemia del Covid-19 arrasó en marzo de 2020 con los protocolos que hasta entonces había establecidos en los hospitales y centros de salud. Nadie estaba preparado para lo que llegó, pero la adaptación tuvo que ser rápida: los miles de contagios provocaron cientos de ingresos de pacientes que tenían que estar aislados. En consecuencia, se crearon varios circuitos de atención, se hicieron famosos los EPI (equipos de protección individual) de los profesionales sanitarios y se impuso la obligatoriedad de las mascarillas para acceder a hospitales y centros de salud.

Pero, además de esta crisis, lo más destacable en la sanidad cordobesa es que por fin se va a hacer realidad el nuevo edificio de consultas externas del Hospital Materno-Infantil del Reina Sofía después de muchos años en los que Córdoba no estrenaba una infraestructura sanitaria de este calibre. Las obras comenzaron en 2019, pero la constructora las paralizó por “discrepancias con el proyecto”. No se retomaron hasta noviembre de 2023 con otra adjudicataria, la UTE formada por ACSA y Magtel. Ya han superado el 80% de ejecución y la intención del Servicio Andaluz de Salud (SAS) es que en 2026 esté operativo. Precisamente, coincidirá con el 50 aniversario del Reina Sofía, que celebrará este cumpleaños con una programación especial.

Aunque este edificio supone un alivio, no tiene nada que ver con lo que se proyectó en 2007, en plena bonanza económica: un Hospital Infantil y otro para la Mujer que sustituirían al actual Materno-Infantil, abierto en 1975 y con grandes deficiencias por su antigüedad y falta de espacio que poco a poco el SAS va solventando con diferentes obras.

Precisamente esa prosperidad económica dio como resultado en la provincia la construcción de tres hospitales: el de Montilla en 2002, y los de Alta Resolución de Puente Genil, en 2007, y de Peñarroya-Pueblonuevo, en 2008. No fue hasta noviembre de 2022 cuando se abrió el de Palma del Río, que nunca ha llegado funcionar al 100%.

En estos 25 años, el proyecto más importante que se ha desarrollado en Córdoba ha sido el Centro de Alta Resolución de Especialidades (CARE) Carlos Castilla del Pino, abierto en 2012 y que también alberga un centro de salud. Hasta él se desplazaron las Urgencias y especialidades del de la avenida de América, además de otras localizadas en Consultas Externas del Reina Sofía. Precisamente, ese antiguo ambulatorio se reformó después de muchos años de espera, de forma que en julio de 2019 abrió como centro de salud Centro de Córdoba.

La inversión realizada por el SAS en equipamientos de Atención Primaria en estos 25 años sí es destacable. Se refleja, por ejemplo, en el centro de salud de la avenida del Aeropuerto –que sustituyó al antiguo ambulatorio de la calle Previsión–, inaugurado en 2010. También en el de Huerta de la Reina, puesto en marcha en enero de 2019 y que vino a sustituir al de la calle Beatriz Enríquez, que hacía tiempo que funcionaba en muy malas condiciones debido a las deficiencias del edificio. En los últimos años se han abiertos otros como el de Alcolea o el de Montoro.

En la actualidad, están en construcción el centro de salud El Naranjo-Mirabueno y el de Villanueva de Córdoba, ambos con fecha prevista de finalización para el primer semestre de 2026, y el de Bujalance, para el que habrá que esperar más ya que las obras están solo al 33% de ejecución. Además, se han realizado y hay proyectadas mejoras en los hospitales Valle de los Pedroches de Pozoblanco, Infanta Margarita de Cabra o Montilla.

Por otro lado, sigue pendiente la construcción de un centro de salud en Villarrubia, cuyos vecinos han protagonizado protestas y encierros en el actual consultorio para pedir a la Junta de Andalucía un nuevo equipamiento sanitario que dé respuesta a los miles de habitantes de la barriada periférica.

Y también han quedado aparcados el hospital de Lucena (el segundo municipio con más habitantes de la provincia), reivindicado desde 2006; un centro de especialidades médicas en Priego de Córdoba (una histórica demanda de este municipio de más de 21.000 habitantes) y nuevos centros de salud en Iznájar y Añora.

La crisis de la Atención Primaria

Mientras, la sanidad pública permanece sumida en una profunda crisis dada por la falta de profesionales sanitarios y el aumento de las listas de espera tanto para una operación como para visitas con el especialista. La más perjudicada es la Atención Primaria, donde escasean los médicos de familia y en muchos casos es imposible conseguir una consulta a menos de dos semanas vista.

Hay pueblos sin pediatra y otros en los que el médico de familia es compartido con otro municipio, por lo que solo pasa consulta en determinados días u horas.

Todo ello ha ocasionado las protestas de los sindicatos y un renacimiento de las plataformas ciudadanas por la sanidad pública, especialmente en el Área Sanitaria Sur, con los pueblos de la Campiña y la Subbética en pie de guerra. Precisamente, los municipios de estas zonas han pedido la división del Área en dos dada la gran extensión territorial que abarca, con respuesta negativa de la Junta. Desde 2024, han convocado concentraciones e incluso una marcha a pie durante días entre varios municipios que acabó en Córdoba capital.

El auge de la sanidad privada

La sanidad privada vive una etapa de esplendor en Córdoba gracias a la convivencia de tres hospitales generales: Cruz Roja, San Juan de Dios y Quirónsalud, abierto en septiembre de 2018. A ellos se sumó en enero de 2021 un centro privado en Lucena, el Hospital Centro Andalucía.

Respecto a centros especializados, el Hospital La Arruzafa, abierto en 1991, es un centro de referencia en oftalmología que ha logrado varios hitos, como cuando en 2015 sus especialistas devolvieron parte de la vista a una mujer mediante la implantación de un ojo biónico.