La nueva misión de Álvarez-Espejo

El general, rodeado de autoridades, responsables de la base militar y soldados, protagoniza en la base de Cerro Muriano el acto institucional de su despedida antes de su traslado a Madrid

La nueva misión de Álvarez-Espejo
La nueva misión de Álvarez-Espejo

"Han sido tres años muy intensos que terminan con la satisfacción plena de haber cumplido los objetivos". El general Ricardo Álvarez-Espejo se despidió ayer con estas palabras de la Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno X en un acto al que acudieron autoridades públicas, altos mandos de la base y soldados. Álvarez-Espejo, que fue nombrado recientemente general de división del Cuerpo General del Ejército de Tierra y será director de acuartelamiento en Madrid, confesó en sus últimas palabras públicas como responsable de la base que se marcha con Córdoba "en el corazón".

"La belleza de Córdoba, sus calles, sus tabernas, sus gentes, sus procesiones, sus patios, sus tablados, su arte milenario se impregnan de tal forma en nuestro interior que su recuerdo ya permanece grabado e indeleble como una parte integral de nuestra propia personalidad", confesó. Álvarez-Espejo estuvo acompañado por el alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña; por la alcaldesa de Obejo, María Dolores López; por el presidente d ela Diputa ión, Francisco Pulido; por el presidente de la Audiencia Provincial, Eduardo Baena; por el teniente coronel de la Guardia Civil, José Ignacio Criado, entre otros.

El acto comenzó con una formación de honores en la explanada del cuartel general y continuó con la inauguración de la primera guardería de la base, una de las infraestructuras impulsadas por Álvarez Espejo. Dotada con 40 plazas, surge "con el objetivo de mejorar la calidad de vida del personal civil y militar" que trabaja en el acuartelamiento, dijo el general, quien destacó "todas las mejoras acometidas en el campo de maniobras y tiro para preservar el máximo respeto al entorno medioambiental".

Álvarez Espejo también se refirió a las dificultades causadas por la crisis económica, y dijo que "la institución militar debe ser ejemplo de solidaridad con aquellos ciudadanos más desfavorecidos y que soportan el impacto más penoso de la crisis". De ahí que la "austeridad, el máximo aprovechamiento de los medios, el restringir la utilización de todo aquello que no sea imprescindible deben caracterizar las señas" del Ejército a partir de ahora. Eso sí, "ninguna restricción será aplicada para asegurar la adecuada formación, instrucción y adiestramiento de todos aquellos que conformen los contingentes destacados en las misiones en el exterior".

El general hizo hincapié en la "supremacía del elemento humano" en su unidad y destacó que "no alcanzaría su pleno rendimiento y máximo nivel si no estuviera sustentada por unos sólidos valores morales, fundamentados en la motivación, la solidaridad, el compañerismo y el espíritu de equipo". También pidió disculpas "por las veces en que no haya estado a la altura que el desempeño de mi puesto exige o si bien no he mostrado toda la sensibilidad que vuestras nobles aspiraciones requieren". Álvarez-Espejo aseguró ayer que ya suena un nombre para ocupar el máximo cargo en la base, aunque no quiso desvelarlo hasta que se produzca el nombramiento oficial por parte del Gobierno. Otras fuentes consultadas apuntaron al coronel Teodoro Baños Alonso como al sucesor de Álvarez Espejo.

Hasta que se conozca de manera oficial, el coronel Juan Jesús Leza asumirá el cargo de jefe de base y comandante militar interino. Ayer habló en nombre de la Brigada durante la despedida: "Te respetaremos como soldado, te seremos leales como jefe y te añoraremos como compañero. Estaremos siempre a tus órdenes", dijo. El coronel Leza subrayó que Álvarez-Espejo se marcha a Madrid con el reto conseguido de convertir al Muriano en "referencia en todo": "No podemos más que mostrarte nuestro agradecimiento", resaltó.

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