Fumar ya no es una adicción exclusivamente de los adultos, sino que cada vez hay más niños que confiesan dar alguna calada de vez en cuando. Uno de cada cuatro adolescentes niños de entre 13 y 14 años ha coqueteado alguna vez con la nicotina, y el 15% de los chicos de 15 años confiesa que fuma a diario, según datos facilitados por la Delegación de Salud con motivo de la reciente celebración del Día Mundial contra el Tabaco.

Para poner fin lo antes posible a esta adicción, cerca de un millar de jóvenes ha tomado parte ya en los grupos de deshabituación tabáquica para adolescentes. Precisamente, para combatir este nocivo hábito entre los más jóvenes es una de las prioridades del Plan Integral del Tabaquismo de la Junta de Andalucía, un proyecto que nació en 2005 como herramienta de trabajo para reforzar la asistencia sanitaria a los fumadores que desean dejar de serlo, hacer más accesible los recursos e incrementar la formación. Para que la prevención sea aún más efectiva, tanto Salud como Educación se han ido a los institutos para convencer a los jóvenes de que el tabaco tiene efectos devastadores para la salud.

Más de 13.000 jóvenes de toda la provincia han conocido de cerca los prejuicios que provoca el tabaco y los beneficios que tiene abandonar este hábito o, lo que es mejor, no iniciarse en él gracias al proyecto A no fumar, ¡Me apunto! Esta iniciativa se ha desarrollado durante el presente curso en 68 centros educativos y en ella se han implicado más de 800 profesores, en ocasiones claros referentes y ejemplos a seguir para sus alumnos.

La delegada provincial de la Salud, María Isabel Baena, destacó la importancia de los programas de prevención dirigidos a la población joven, "ya que permiten acercarnos a los jóvenes y transmitirles una información con el objetivo de evitar que se inicien en el hábito de fumar y, a la vez, informar a los fumadores de que el servicio sanitario pone a sus disposición los recursos necesarios para dejarlo".

En una línea similar se mueven los concursos Déjalo, no empieces y gana y Clase sin humo, dirigidos a alumnos de Enseñanza Secundaria y Bachillerato, en el que han participado 450 escolares. En el conjunto de Andalucía, estos tres programas, que tienen su recorrido en los centros escolares, han permitido que más de 75. 200 jóvenes hayan conocido de primera mano los riesgos que entraña encenderse un cigarrillo. Otra de las poblaciones diana del Plan Integral de Tabaquismo es aquella que por motivos de trabajo, tiempo o distancia no puede acudir a los talleres de deshabituación. Para este perfil, la Junta ha puesto en marcha un servicio telefónico, que entre enero y mayo ha recibido 227 llamadas.