"Antes una mujer en el carnaval era sultana o no era nada"
carmen garcía 'koski'. chirigotera
Carnavalera desde pequeña, la directora de la Chirigota de las Niñas lleva 20 años sobre las tablas del Gran Teatro ayudando a que las mujeres cojan protagonismo en la fiesta
A Carmen García (Córdoba, 1982) todo el mundo le llama Koski, apodo que le puso su padre. Lleva dos décadas en el carnaval, pero la afición le viene desde mucho antes. Este año ha despuntado en el concurso local con la chirigota Qué bien bailan las hijas de Putin, unas bailarinas rusas con acento y baile que han arrancado las risas del respetable, quedando segundas.
-¿De dónde le viene la vena carnavalera?
-De mi padre. Él era cuartetero, estuvo muchos años trabajando en Cádiz de comercial y se aficionó. E incluso de antes, a mi abuela la metieron en el calabozo por disfrazarse; estuvo encerrada una noche por ponerse un disfraz de carnaval.
-Ha cambiado entonces mucho la cosa.
-Sí, por suerte.
-¿Desde cuándo concursa?
-Llevo desde el 98, con tres años de parón intercalado.
-¿Siempre con chirigota?
-Excepto en el año 2011 que hicimos una comparsa. Como el grupo sonaba bien nos decían que sacáramos una comparsa, pero no estaba bien ensayada, eso sí, estuvo chula. Aún así, nosotras somos de chirigota.
-¿No repetiría entonces con la comparsa?
-No, como comparsa no. Nosotras somos muy payasas, eso era demasiado serio para nosotras, necesitábamos hacer el ganso de una manera u otra.
-Pregunta obligada, ¿qué tal está representada la mujer en el Carnaval de Córdoba?
-Hoy en día es una más. No veo diferencia entre mujeres y hombres, quizá en el nombre, los años que lleves... El machismo hace ya muchos años que desapareció, al menos de la fiesta.
-¿No da la sensación de que la mujer tiene que pelear más para hacerse ese nombre en el carnaval que un hombre con cuatro o cinco agrupaciones ya ha conseguido?
-Eso sí, nos cuesta más trabajo. Pero es verdad que esa etapa nosotras ya la pasamos. A la vista está que hace unos años un grupo femenino fue primer premio; eso aquí era impensable. Era impensable incluso que pasáramos a la final. Nosotras estuvimos diez años saliendo por amor al arte y sabiendo que, aún siendo mejores o peores, íbamos a quedar las últimas de la lista. Y seguíamos porque realmente nos gustaba. Pero hoy en día eso ha cambiado. La mujer está completamente integrada.
-¿Por qué cree que aún teniendo más calidad que grupos masculinos, los femeninos no conseguían mejores puestos?
-Machismo, sin duda alguna. Antes, una mujer en el carnaval era sultana o no era nada. Estaba feo, era ordinario... Hubo un año que pusieron un premio a la mejor agrupación femenina y éramos las únicas que concursábamos. Entonces dijimos que para qué ensayábamos, que sacábamos un pasodoble hecho de alguien, un popurrí, y ya está. No cogimos el premio ni el dinero. Nuestra lucha era concursar con todos. Aquello sonaba como "vamos a callarlas porque están molestando".
-En porcentaje siguen ganando los grupos masculinos.
-Sí, sobre todo este año que han dejado de salir tres agrupaciones femeninas.
-¿Por qué la mujer cordobesa no se atreve a formar agrupaciones?
-Porque las mujeres tenemos mucho sentido del ridículo y para salir en carnaval no tienes que tenerlo. Hay mujeres a las que les gusta el carnaval y son incapaces de subirse al escenario o disfrazarse. No hay que tener ni vergüenza ni sentido del ridículo.
-Es cierto que has tenido que dejar de salir por ser madre; ahí también reside parte de la diferencia entre la mujer carnavalera y el hombre carnavalero.
-Yo si quiero puedo seguir con la chirigota, pero me tengo que privar de ver a mi niña y eso es algo que, personalmente, no haría. Yo necesito estar con ella y ella necesita estar conmigo y por ir a ensayar no la he visto en todo el día y te sientes como una mala madre. Es diferente al caso del hombre, aunque no sé el sentimiento de un padre. Y ya que en el trabajo no me lo ponen fácil para estar con ella tengo que quitarme cosas. El año pasado no salí por esto mismo.
-Hace varios años dijo que a las mujeres chirigoteras se les tachaba de ordinarias.
-Repito, nosotras hemos sobrepasado esa barrera. Pero nosotras hemos sido prudentes a la hora de cantar por eso mismo; "qué ordinarias, qué chabacanas, eso no le pega a una mujer", decían. Y cuando vas a un teatro la gente se ríe con lo básico y lo canta una mujer y te dicen que es ordinario. La primera en hacerlo fue la chirigota de las nenas; ¿por qué no puedo cantar eso yo? ¡Y ya está, a cantar lo que nos dé la gana! Empezamos a decir palabrotas y a veces nosotras mismas decíamos que podía ser ordinario, pero lo cantas y la gente se ríe aunque de nuevo te hace el típico comentario; es todo un poco contradictorio.
-¿Qué tal ve la afición al carnaval en Córdoba?
-El carnaval en Córdoba ha ido por épocas. Hace muchos años tuvimos un carnaval muy potente, después decayó, volvió a subir... se abrieron las puertas a la gente de fuera y venían al concurso. Nunca llueve a gusto de todos, y hay gente a la que le parece que el presidente que hay en la directiva no le gusta, lo que se hace con los premios... y la gente decide no salir porque no quieren participar en donde no están a gusto. Nosotras llevamos otra filosofía, ni estamos en un bando ni en el otro, somos amigas de todo el mundo y que cada uno lo viva a su manera. Este año han dejado de salir grupos muy buenos y se nota en la calidad del concurso; que me perdone todo el mundo, pero el nivel es muy bajo en comparación con otros años. Esperamos que los compañeros que se han ido vuelvan.
-Saca el tema de la Carnavalesca, ¿qué opina de la gestión?
-Todo lo que se habla no ayuda a la fiesta, es una mancha en el currículum del carnaval. En otros tiempos había otra directiva que desde antes de que se empezara a ensayar ya sabíamos todo el mundo quién se iba a llevar el premio, estaba claro. La gestión de ahora ni sé cómo va ni quiero saberlo. Hemos sufrido tanto y llorado tanto con respecto a esas cosas que llegó un momento que dijimos: "Esta guerra no es nuestra, vamos a hacer lo que más nos guste". Gente de la directiva son amigos míos, y los de antes también. Sí se ha gestionado mal y ha habido cosas con las que yo no estoy de acuerdo pero es lo que hay, nos tenemos que aguantar con Rajoy, pues aquí igual (ríe).
-¿Y esos años buenos del carnaval? ¿Qué se hace para recuperarlos?
-Los primeros que tenemos que estar de acuerdo somos los de dentro. Cuando los de dentro se lleven bien y haya una unión, entonces la gente de fuera se va a integrar en el carnaval. Pero si dentro hay polémicas, la gente de fuera no se mete. Ese es el verdadero problema. A mí no se me olvidará cuando Paco de la Torre era presidente y no sé de qué manera lo hacía (porque yo era muy pequeña), pero ibas al carnaval en la calle y no se cabía. Eso llegó un momento que se perdió porque entró una directiva nueva con la que todo el mundo no estaba de acuerdo. Dentro del mundo del carnaval había mucha polémica. Cuando entró el Pelos (Antonio Navajas) el primer año se abrió el concurso, venía mucha gente de fuera, y la calle fue apoteósica. Pero de nuevo empezaron las movidas, entre nosotros mismos nos enfrentábamos, y en la calle no había chirigota. Solamente se veía a dos tíos vestidos de tías y a dos mujeres vestidas de enfermeras sexy. Eso no es carnaval.
-¿Y el verdadero carnaval se conoce en Córdoba?
-Hay mucha gente que no sabe cómo va la película. Hablo con mucha gente que sigue el carnaval de Cádiz y dicen que el de Córdoba no tiene nivel. Pero hemos sido el segundo concurso de Andalucía después del de Cádiz, ahora hemos bajado un poco. La gente no se para a sacar aquí una entrada para venir al teatro, no sé por qué. Puede ser que no haya el nivel de Cádiz, pero aquí hemos tenido muy buenos grupos, autores, voces... Hace tres años había una lucha gorda por el premio de comparsas y el de chirigotas; me traje a una amiga a ver el teatro y me dijo que nunca había vivido eso. Realmente falta información, sorteos, publicidad... además de que la gente sepa cuando es el concurso, porque hay gente que no lo sabe.
-Esa información también tiene que venir por parte del Ayuntamiento, ¿cómo ven el apoyo del gobierno municipal?
-Ahora mismo no sé mucho pero cuando estaba Nieto [José Antonio Nieto, alcalde entre 2011 y 2015] era complicado porque su política no era muy compatible con el carnaval. Sólo eran baches, baches y baches, era una lucha constante, y aunque llegáramos a conseguir lo que queríamos nos ponían muchas barreras. No podíamos hacer ni la mitad de las cosas porque recortaron las subvenciones, la publicidad, los espectáculos en la calle... todo.
-Hubo polémica en esa época porque el carnaval se metía en Cuaresma.
-El tema está en respetar a todo el mundo, a mí no me gusta la Semana Santa y la respeto. Cuando es Semana Santa no veo pasos porque ni me gusta, ni creo, pero sé que trae a Córdoba mucho turismo. Ellos a veces no nos respetan a nosotros. Nosotros tenemos que respetar la Cuaresma, pero ellos a nosotros no. Hemos estado cantando en el escenario de San Agustín y ha estado pasando el ensayo de un paso, y tenemos que tragarlos durante todo el año. Yo en verano no he podido aparcar en algún momento porque había un paso y lo tienes que respetar. Si fuéramos como ellos diríamos: "Perdona, que estamos en carnaval", pero no lo hacemos. Y a veces pasa eso, no nos respetan porque dicen que somos una fiesta pagana, unos sinvergüenzas, unos ordinarios... lo que no saben es que hay autores que son muchos más importantes de lo que se piensan, no somos cuatro tirados que están parados.
-¿Cómo se hace ver eso a la gente?
-Que lo vivan desde dentro, que se compren una entrada y escuchen una letra, a ver si eso lo hace cualquiera.
-¿Cómo es el proceso de creación de una chirigota?
-Nosotras ya en mayo empezamos a quedar para rondar los tipos. En el momento que esto está cuadrado se intenta durante el verano sacar algunas letras, sobre todo el pasodoble, y en septiembre se empieza a ensayar. Cuando llega diciembre ya nos ha pillado el toro. El año pasado empezamos en junio y llevábamos tres repertorios distintos. Hemos sido el único grupo aparte de los cuartetos que hemos sacado tres chirigotas para un año. El año anterior íbamos a una despedida de soltera, el segundo día nos preparábamos para la boda y en la final era el convite. Eso es la primera vez que se ha hecho (aquí y en Cádiz), nos llamábamos Me quedo contigo. Se rumoreaba que podíamos sacar tres tipos pero nosotras decíamos que no y nos quedamos con todo el mundo. Pero no se valoró.
-¿En qué posición quedasteis ese año?
-Las sextas (le entra la risa). Y ensayado y preparado muchísimo. Y creemos que nos pasaron porque llevábamos un repertorio distinto, pero no por la originalidad. Pero es la opinión de cinco personas. Nosotras nos lo pasamos pipa.
-¿Eres autora de la letra?
-De algunas letras, de un 20%. Este año el autor es José Serrano. A nuestra chirigota le ha escrito David Amaya, José Vacas, Daniel Díaz El Calvo... muchísima gente.
-Buenos autores, por lo tanto, en el carnaval cordobés.
-Por supuesto, nada que envidiar a otros. Pero aquí falta que nos centremos un poco. Falta concentración.
-Entrando ya en el carnaval de este año, Qué bien bailan las hijas de Putin, ¿a quién se le ocurrió la idea?
-Raquel, una compañera, tenía ganas de ir de rusa. Y ahí las tienes. Y el nombre lo sacó un amigo y empezamos a funcionar. Estaba claro que íbamos a tener acento y bailar y parece ser que ha gustado. Nosotras no estábamos convencidas con lo que teníamos, sabíamos que teníamos un repertorio digno y esperábamos resultar agradables. Cuando nos montamos en el escenario y la gente se reía mucho empezamos a darnos cuenta de que estaba gustando.
-¿Qué se siente cuando baja el telón la primera vez que se muestra la chirigota y se tiene esa buena sensación?
-Una emoción enorme, porque nos ha costado tanto trabajo este año el sacarla que el esfuerzo ha valido la pena. Además, llevamos juntas muchos años y no es lo mismo empezar de nuevo que estar prácticamente toda la vida. Yo llego al ensayo como directora y no tengo que decirle nada a ninguna, todas saben lo que tienen que hacer. Van saliendo ideas entre todas, tengo el nombre de directora, pero lo somos todas.
-¿Cuántas agrupaciones habéis podido sacar a lo largo de estos años?
-17, hemos estado 20 años, faltando tres.
-¿Con cuál te quedarías?
-Con El antojo de mi madre, sin duda. El primer año que pasamos a la final. Ese año había cambiado la directiva, el jurado... empezó un carnaval nuevo. Nos pasó algo parecido a este año, llevábamos un tipo del que no estábamos convencidas. Íbamos de las típicas madres que apuntan a sus hijas a la academias de baile flamenco porque su niña tiene que bailar, nosotras éramos las niñas chicas con los vestidos tipo Marisol. A la gente le encantó, nos decían que íbamos a estar en la final y allí estuvimos. Desde el primer momento hasta que se terminó la cabalgata fue apoteósico, pusimos a toda la plaza de Juan Bernier a bailar... el mejor año, sin duda.
-¿Puedes elegir entre el carnaval en la calle y el carnaval en el teatro?
-Me quedo con los dos. El teatro es emoción y tensión y la calle está para disfrutar. Son sentimientos distintos.
-¿Hay cantera?
-Hay muchos componentes de grupos de ahora que vienen de infantiles. Nosotras tenemos muchos niños y esperamos que en un futuro salgan en grupos. En mi casa el carnaval mi niña ya lo ve. Tiene dos años y medio y se sabe la letra de la chirigota de este año.
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