De motero a mecánico
Bricobox Motos, ubicado en La Torrecilla, es el único taller de Córdoba en el que cada persona puede llevar su propio vehículo para arreglarlo por su cuenta. Las reparaciones más frecuentes que han llegado, hasta la fecha al taller Bricobox Motos, que abrió sus puertas el pasado mes de agosto, son de mantenimiento, cambio de aceite, filtros y pastillas de frenos.
La mano de obra la pone el propietario y las herramientas, el taller. Éste es el nuevo concepto en el arreglo de motos que ofrece el taller Bricobox Motos y que regenta Andrés Hinojosa. El establecimiento, ubicado en el polígono de la Torrecilla, es hasta la fecha el único que dispone de este servicio en Córdoba.
La clave de este taller es que el propietario de la moto se convierte en mecánico por un tiempo, ya que las instalaciones cuentan con todo tipo de servicios, aunque es evidente que si se trata de una avería que requiere algo más de dedicación o destreza, Hinojosa presta su servicio. Con ello, cada cliente o usuario sólo tiene que llevar su moto, alquilar el box, realizar su trabajo y marcharse con el vehículo arreglado, con lo que se olvida de las esperas innecesarias que puede encontrar en cualquier otro taller de la ciudad.
Bricobox Motos nació el pasado mes de agosto, después de que Andrés Hinojosa conociera que este negocio ya funcionaba en otras ciudades como en Valencia, Madrid y Barcelona desde hace algo más de un par de años y el buen resultado que estaban ofreciendo a sus responsables y cómo no a los clientes. Al haber perdido el trabajo que tenía, Hinojosa no lo dudó y se lanzó a la aventura de montar esta peculiar taller, que ahora ocupa una superficie de 200 metros cuadrados en La Torrecilla. Apasionado por el mundo de las motos y casi toda su vida profesional dedicada al arreglo de vehículos, Hinojosa destaca los servicios que ofrece desde Bricobox Motos.
Y es que, el taller, que funciona como si de un autoservicio se tratara, dispone de media docena de boxes individuales: tres de ellos con mesas elevadoras, que aportan un mayor grado de comodidad al cliente a la hora de trabajar, y otros tantos sin ellas. La superficie de estos espacios, que disponen de luz, es de tres metros de ancho y cuatro de largo. Además, relata su propietario, el establecimiento cuenta con caballetes y herramientas especiales para el arreglo de motos y también de quads.
Mantenimiento, cambio de aceites y filtros o de las pastillas de los frenos son las tareas más habituales que llevan a cabo, hasta la fecha, los clientes de este taller, que apenas pagan diez euros por cada hora que permanecen en el establecimiento, que abre de lunes a sábado de 08:30 a 14:00 de 16:30 a 20:30. No obstante, Hinojosa indica que permanece en las instalaciones el tiempo que sea necesario si el cliente necesita algo más de tiempo. El propietario señala también que en la mayoría de los casos él dirige los arreglos, además de ofrecer asesoramiento a los clientes, por los que no cobra ni un solo euro. Sin duda, un remedio para la crisis económica, tanto para los clientes como para el propio Hinojosa, que ha descubierto un yacimiento de empleo aún sin explotar.
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