Antonio Barrios. director de teatro par

"Hay que mostrar al público que el teatro en verso no es aburrido, sino vitalista"

  • La compañía que dirige, que lleva 15 años sobre los escenarios, representa de mañana al jueves 'Don Juan Tenorio' de forma itinerante en el Palacio de la Merced por el Día de Todos los Santos

Antonio Barrios, en el local de ensayo de Teatro Par.

Antonio Barrios, en el local de ensayo de Teatro Par. / reportaje gráfico: juan ayala

La vida de Antonio Barrios (Córdoba, 1936) ha estado ligada a la escena desde su juventud. A pesar de que primero estudió Graduado Social y Magisterio, luego se decantó por la interpretación. Se formó en Madrid y en Córdoba y en 1969 entró en la primera Escuela de Arte Dramático de Andalucía (la de Córdoba) como profesor de interpretación textual, especializándose en teatro del Siglo de Oro y en verso. Ha sido docente, actor y director, un cargo que desde 2002 ocupa en la compañía Teatro Par. A sus 81 años sigue siendo un firme defensor del teatro clásico y continúa dedicado a la escena.

Entre sus montajes con Teatro Par se encuentran obras de autores españoles como Abre el ojo de Rojas Zorrilla, Majas y chisperos de Ramón de la Cruz, La cena del Rey Baltasar y Los encantos de la culpa de Calderón de la Barca, Don Juan Tenorio de José Zorrilla, Entremeses de Miguel de Cervantes y Entre bobos anda el juego de Rojas Zorrilla. De autores extranjeros ha dirigido Asesinato en la Catedral de T. S. Eliot, Las mujeres sabias de Molière o Miles Gloriosus de Plauto. En ese empeño por acercar al público el teatro clásico, Teatro Par representará desde mañana al jueves Don Juan Tenorio en el Palacio de la Merced con motivo del Día de Todos los Santos, una cita que celebran desde 2011 de forma ininterrumpida.

No queremos Halloween, es una tradición americana muy joven comparada con Don Juan"

-¿Cuándo empezó su vinculación con el mundo del teatro?

-Hace muchos años. He estado 34 años vinculado a la Escuela de Arte Dramático como profesor. Era docente de Educación General Básica (EGB) y me atrajo muchísimo el teatro. Entré en Córdoba en la escuela y desde entonces sigo dedicándome a la escena. Aunque ya estoy jubilado, sigo vinculado gracias a la compañía que tiene mi hijo Álvaro.

-¿Por qué decidió dedicarse a la escena?

-Yo creo que porque tenía un gran complejo de inferioridad y timidez. Tanto es así que cuando llegaban a mi casa visitas, me escondía. Entonces creí que el teatro podía servirme para combatir eso, y además me gustaba desde siempre. He visto muchas obras, no sólo en Córdoba, sino que me he desplazado hasta Madrid o Sevilla. También soy un gran aficionado a la ópera y formé parte de coros, por ejemplo, del que se formó en torno al Gran Teatro. Es decir, siempre he tenido vinculación con escena, ya sea cantando o actuando. Cuando estaba en la escuela fui primer actor de la compañía de alumnos y gracias a Miguel Salcedo Hierro me he dedicado siempre a hacer los principales papeles. Así ocurrió con La Conquista de Córdoba, La siega y Fuenteovejuna de Lope de Vega, La tela y El rayo de Muñoz Seca o Las Meninas de Buero Vallejo.

-¿Cómo surge Teatro Par?

-Mi hijo terminó la carrera de Arte Dramático y junto a un compañero decidió seguir dedicándose a la escena. Como eran dos, se llamaron Teatro Par. Ese amigo se marchó y el elenco se amplió pero como ya nos conocían por ese nombre, seguimos con él, aunque también tenemos el sello de Teatro Clásico de Córdoba, porque nos dedicamos fundamentalmente a las obras del Siglo de Oro.

-¿Por qué os decantasteis por el teatro clásico?

-Porque era una faceta que estaba poco desarrollada en la escena. Había muchas compañías de teatro pero había un hueco en lo que se llamaba teatro en verso. Como yo fui durante muchos años en la escuela profesor especializado en teatro del Siglo de Oro y lo dominaba, decidimos tirar por esa ruta.

-¿Por qué hay que defender ese repertorio?

-Porque es poco conocido. Hoy en día se están haciendo cosas en el Teatro Español, en los Teatros del Canal y en La Abadía, en Madrid. En la provincia el teatro clásico estaba un poco olvidado y nosotros creímos que era el momento de enseñar al público joven, que no lo conocía, que el teatro en verso no es una cosa monótona, cansina ni aburrida, sino que también tiene su vigencia y vitalidad lo mismo que las obras actuales.

-¿Cómo se puede atraer al público hacia este teatro?

-Diciendo el verso bien, porque muchas veces está mal formado o encauzado, y además moviéndose dentro de los límites que tiene el teatro clásico. Teatro Par no hace versiones de las obras clásicas, sino que respetamos lo que el autor escribió.

-¿Habría que incidir más desde el colegio en este tipo de literatura?

-Sí, y tenemos el ejemplo de Inglaterra con Shakespeare o el de Francia con Molière. Sin embargo, en España el teatro clásico estaba olvidado y sigue estando un poco marginado.

-Dentro de su labor de difusión, en cada festividad de Todos los Santos acercan la figura de Don Juan Tenorio a la ciudadanía.

-Yo ya había hecho de forma itinerante esta obra con alumnos en la Escuela de Arte Dramático aprovechando las clases y los patios. Desde que mi hijo fundó Teatro Par, decidimos instituir como una tradición representar en la víspera del Día de los Difuntos el Tenorio. A partir de 2002 lo hacemos en el Palacio de la Merced y desde 2011, de forma ininterrumpida.

-¿Cómo suele ser la reacción del público?

-Magnífica, tanto es así que cuando salen las invitaciones se agotan en seguida. Empezamos haciéndolo dos días cada año y ya vamos por cuatro. La Diputación, con muy buen sentido, quiere acercar este teatro a la provincia y para cada función pone un autocar desde diferentes pueblos. La impresión es que al público le encanta, y no sólo a las personas mayores que conocen el Tenorio y recuerdan pasajes; sino que los jóvenes acuden muchísimo y salen entusiasmados. El éxito es impresionante.

-Reivindican la figura de Don Juan frente al boom que Halloween está teniendo en los últimos años.

-Halloween no lo queremos, es una costumbre americana, una tradición que tiene poco tiempo comparado con Don Juan, que es un personaje que no sólo pertenece a la literatura española, sino a la francesa e incluso la música le ha dedicado obras. Es una figura muy interesante. Se hace en esta fecha porque la última escena es en el cementerio y por la salvación de Don Juan. Tirso lo condena, pero Zorrilla está en pleno Romanticismo, una corriente muy idealista, y lo salva gracias a Doña Inés.

-¿Qué evolución ha tenido Teatro Par en estos 15 años?

-Siguiendo siempre la tradición del teatro en verso, ha tenido mucha proyección. Hemos viajado no sólo a los pueblos de la provincia, sino que también hemos salido fuera. Nos siguen solicitando el Tenorio pero todos lo quieren en esta época y nosotros tenemos un compromiso con la Diputación. Además, ésta es una compañía muy difícil de mover porque tiene muchos actores. Hoy en día suelen ser de tres o cuatro personas por los gastos que conlleva, pero Teatro Par tiene 18 actores más cinco o seis técnicos, por lo que el caché sube mucho y hoy en día los teatros no están dispuestos a pagarlo. Tenemos también otro compromiso con el Cabildo de la Catedral por el que llevamos varios años que hacemos para las fiestas del Corpus un auto sacramental. Al principio lo hacíamos en el Patio de los Naranjos, pero nuestra idea originaria era llevarlo al interior del templo, algo que hemos conseguido.

-¿Alguna vez se han planteado cambiar el repertorio?

-No. Hay una cantidad impresionante de obras del Siglo de Oro español y también abarcamos el teatro clásico grecolatino. Por ejemplo, hicimos en el Palacio de Viana Miles gloriosus de Plauto, y también gustó mucho al público. De Molière también hemos representado obras, por ejemplo Las mujeres sabias, que fue la primera obra que se puso en escena tras la reapertura del Teatro Góngora.

-¿Qué cambios ha visto en la escena cordobesa desde que empezó su vinculación con ella?

-Hay muchos grupos, algunos muy interesantes. Hay algunos de jóvenes que empiezan, incluso desde la misma escuela, y yo tengo a algunos de ellos en la compañía. Nosotros siempre nos hemos nutrido de posgraduados, es decir, los actores que trabajan con nosotros o han estado en la escuela o están terminando. La escuela ha sido nuestra cantera y lo sigue siendo. Hay mucha gente que se está incorporando a nuestra compañía que trae savia fresca y aprende mucho porque a veces casi no han tocado el verso y nosotros lo practicamos a diario.

-En este tiempo habrá visto nacer y morir a muchas compañías.

-Sí, hay muchas que son de paso. Hay un axioma que dice que las compañías y los coros duran diez años. Por suerte, nosotros no lo cumplimos.

-¿Cómo está la ciudad en referencia a espacios escénicos?

-Tenemos Teatro Avanti, el Teatro Góngora y el Gran Teatro. Además, hay mucha afición en los barrios y los centros cívicos tienen su escenario. A esto hay que sumar el Palacio de Viana. Está bien, pero haría falta algún teatro más, desde luego.

-¿Cómo ve el panorama teatral cordobés?

-Creo que está bien. Además, hay una iniciativa que el Ayuntamiento hizo el pasado año y que está muy bien, y es dar espacio en el Góngora a las compañías cordobesas.

-Dicen que cuesta más que lo quieran en su propia casa. ¿Lo han notado?

-Sí, muchas veces vienen compañías de fuera que no valen nada y se les hace más caso que a las de dentro. Además, hay una cosa muy curiosa y es que cuando viene de figura de cartel un personaje de televisión o cine, el teatro se llena. La gente va a ver a ese actor porque lo ha visto en una serie, es público que no está acostumbrado al teatro. Y cuando hay compañías cordobesas vemos el bajón que pega el público: asiste pero no de una manera tan masiva.

-¿Mantienen relación con el resto de compañías de Córdoba?

-Sí, con Trápala colaboramos; hay veces que le pedimos cosas o ellos nos las piden a nosotros. Nos llevamos muy bien con todos pero hay que decir que faltan más oportunidades.

-¿Cómo dar más oportunidades?

-Por ejemplo, haciendo igual que el año pasado programó el Ayuntamiento en el Teatro Góngora.

-¿Debería ser más amplia la programación de teatro clásico?

-Vienen compañías de Madrid; recientemente hemos visto La ternura en el Gran Teatro, con un tema muy original y que ha gustado mucho. También se da la circunstancia de que hay pocas compañías de teatro clásico. Mover una que tenga más de diez personas sólo pueden hacerlo unos idealistas como nosotros y Trápala, o una estatal. Las privadas no pueden gastarse ese dinero en los traslados. Nosotros tenemos que ir siempre en un autocar y aparte llevamos una furgoneta en la que va el decorado. Las compañías más pequeñas van en coche y eso abarata mucho.

-¿Cómo ve el panorama cultural cordobés?

-Se está moviendo mucho, se hacen muchas cosas. Hay mucho teatro por los barrios y el programa Cultura en Red está ayudando mucho, aunque nosotros no podemos participar porque nuestro teatro es totalmente distinto a lo que se programa.

-¿Cuáles son los objetivos que tiene ahora Teatro Par?

-Estamos pensando en el auto sacramental que vamos a hacer, tenemos una página web y varias obras preparadas para hacer tournée como Las mujeres sabias, Don Juan Tenorio, No hay burlas con el amor o El caballero de Olmedo.

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