Investigación

Una molécula del cannabis para tratar enfermedades de la piel como la dermatitis atópica

  • Un grupo de investigación de la UCO diseña nuevas moléculas derivadas del cannabidiol con propiedades antioxidantes más potentes

Investigadores de la UCO en un laboratorio de Rabanales.

Investigadores de la UCO en un laboratorio de Rabanales. / Juan Ayala

Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO), en colaboración con la de Dundee (Escocia), ha logrado diseñar nuevas moléculas antioxidantes más potentes a partir del cannabidiol que se podría utilizar para el tratamiento de enfermedades de la piel.

La institución académica ha explicado que en la actualidad el cannabidiol es uno de los componentes estrella, no sólo en el mundo de la cosmética, sino también de las farmacéuticas y de la nutrición por sus propiedades antioxidantes y su potencial terapéutico.

Es una molécula natural que procede del cannabis medicinal y que, a pesar de estar derivado de él, no es un compuesto psicoactivo, es decir, no tiene efectos sobre el sistema nervioso.

Una colaboración entre la Universidad de Córdoba y la Universidad de Dundee (UCO) ha demostrado por primera vez que el cannabidiol induce la expresión de la hemo oxigenasa 1, una enzima con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, en las principales células de la capa más superficial de la piel.

"Una vez que describimos todo el mecanismo de funcionamiento, continuamos nuestra colaboración haciendo modificaciones en la molécula de cannabidiol para intentar mejorar sus propiedades contra enfermedades de la piel", según ha explicado el catedrático de Inmunología de la Universidad de Córdoba Eduardo Muñoz.

De este modo, el equipo de investigación internacional ha diseñado nuevas moléculas que, además de inhibir la proteína BACH1, activan la proteína NRF2, que controla el modo en el que se expresan ciertos genes que ayudan a proteger las células del estrés oxidativo.

De esta manera, las nuevas moléculas diseñadas tienen una doble actividad antioxidante ya que por un lado reprimen la BACH1 y, con ello, inducen la expresión de la hemo oxigenasa 1 y, por otro, activan la NRF2 que también induce la expresión de la hemo oxigenasa 1, además de otros genes antioxidantes.

"Complementar la inhibición de BACH1 con la activación de NRF2 da como resultado una respuesta antioxidante y antiinflamatoria muy potente y un mejor efecto terapéutico", ha resaltado Eduardo Muñoz.

Este mecanismo de acción es muy interesante para el tratamiento de enfermedades de la piel como la dermatitis atópica o la piel de mariposa, una enfermedad muy rara para la que hay pocos estudios.

Además, esta molécula tiene un gran potencial para ser usada en cosmética, por sus propiedades antioxidantes.

A partir de estos estudios, el equipo de investigación continuará realizando más modificaciones a las moléculas para mejorar sus propiedades y, más adelante, hará estudios para conocer su potencial terapéutico en modelos animales de enfermedades dermatológicas y otras patologías inflamatorias

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