Miguel Jiménez, el sacerdote de Córdoba, que ha trabajado con León XIV: "Es una buena persona"

Carcabuey/Miguel Jiménez Nieto es el párroco de Carcabuey y es, por el momento, el único sacerdote de la Diócesis de Córdoba del que se conoce que ha trabajado codo con codo con el nuevo Papa, León XIV, en Perú. Fue hace ahora cuatro años, en el año 2021, cuando Miguel cruzó el charco y viajó hasta la Diócesis de Chiclayo, la misma a la que aludió en un perfecto español el nuevo Papa desde el balcón de la plaza de San Pedro este pasado jueves por la tarde, ya que fue en ella donde Robert Francis Prevost Martínez estuvo trabajando durante cuatro décadas antes de ser ordenado cardenal.

"Estuve cuatro meses trabajando en su Diócesis y la verdad es que ha sido una alegría que haya salido de Papa", ha señalado a El Día de Córdoba el sacerdote. Miguel Jiménez también ha avanzado que León XIV va a ser un Pontífice "muy humanitario, que sabe escuchar, un Papá de calle, de pie, con las personas". El principal recuerdo que guarda es que es "una buena persona". También ha expuesto que durante su estancia, León XIV era "un hombre que siempre estaba fuera, compartiendo todo y preocupado por todas las cosas".

Tras aquella experiencia, el sacerdote cordobés regresó a la provincia y, al principio, sí que mantuvo el contacto con el nuevo Papa. "Me llamaba y siempre me preguntaba cómo estaba, pero después, al cambiar el teléfono, perdimos la relación", ha expuesto.

El párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Carcabuey ha relatado que cuando supo quién era el sucesor del Papa Francisco "cuando salió al balcón porque llegaba de misa y fue una alegría para mí". También ha hecho referencia a la orden Agustina a la que pertenece León XIV y ha destacado que era "contemplativo".

"La primera vez que tuve una reunión con Prevost fue como un padre con su hijo, preocupándose no solo por mí, sino también por cómo vivía en la parroquia que estaba a mi cargo y cómo estaban los feligreses", ha recordado, al tiempo que ha destacado la cercanía que tiene con todas las personas y su preocupación por ellas, "un buen pastor que se preocupa por su rebaño".