Medina Azahara como Patrimonio Mundial y las tareas pendientes
El incendio en la Mezquita-Catedral, otro de los bienes más valiosos de Córdoba, puso en vilo a toda la ciudad y al mundo entero
La designación de Medina Azahara como Patrimonio Mundial supuso un motivo para que Córdoba se ilusionara por un proyecto de ciudad después del chasco de la Capitalidad Cultural. Si en junio de 2011 Córdoba perdió la oportunidad de convertir su cultura en un motor de desarrollo, en junio de 2018, después de siete años de letargo, consiguió que la Unesco reconociera el valor único y universal del conjunto arqueológico mandado construir por Abderramán III a las faldas de la Sierra. Pero el logro de este título no fue fortuito: hacía muchos años que se llevaba trabajando en ello; en concreto desde 1998, año en el que la Consejería de Cultura presentó la candidatura y cuya ficha y documentación fue admitida por el Centro de Patrimonio Mundial.
Sin embargo, cambiaron los criterios y se aplicó una reducción sustancial en la denominada Lista Representativa. Entonces Medina pasó a un segundo plano (una lista B) y quedó a la espera de que los criterios de la Unesco volvieran a cambiar en su favor. Por fin, en 2018 consiguió su ansiado objetivo.
El título ha servido para dar promoción a la ciudad palatina, que vivió un gran aumento de las visitas ese mismo año. Si en 2017 Medina Azahara recibió un total de 186.036 visitantes, en 2018 ascendieron a 275.726 y en 2019 llegaron a 285.672. La pandemia del Covid-19 paró ese crecimiento y la cifra no ha vuelto a llegar al récord de 2019. En 2024, por el yacimiento arqueológico pasaron 223.830 turistas.
Aún queda mucho por hacer en la ciudad que Abderramán III edificó en el siglo X. Tras mucho tiempo de olvido de las administraciones públicas, fundamentalmente de la Junta de Andalucía –encargada de su gestión–, y una escasa inversión, en los últimos años ha tenido asignadas en los presupuestos de la Junta diferentes partidas. Por ejemplo, en las cuentas para 2024 había más de 1,4 millones para diferentes actuaciones y en las de 2025 se reflejaban 2,3 millones para la mejora de la eficiencia del museo (que ha sufrido goteras desde que se inauguró en 2009) y para la protección de los pavimentos originales e itinerarios de acceso de la visita pública al Salón Rico; donde, además, estaba previsto que finalizara la colocación de los atauriques este mismo año.
Precisamente el fin de la restauración del Salón Rico o Salón Oriental y su incorporación a la visita pública es una de las actuaciones más esperadas. Llevaba cerrado desde 2009 -salvo algunas pocas ocasiones en las que grupos reducidos pudieron acceder a él- y se abrió al público en visitas guiadas con previa inscripción dentro del programa Abierto por obras en octubre de 2023.
El incendio en la Mezquita-Catedral
El pasado 8 de agosto, Córdoba vivió uno de los sobresaltos más grandes de los últimos años: un incendio en la Mezquita-Catedral amenazaba al monumento más importante de la ciudad, Patrimonio Mundial desde 1984. El fuego comenzó en una capilla en la que se almacenaban materiales como sillas y unas barredoras eléctricas que, según la Policía Nacional, fueron el origen del fuego.
Medios de comunicación de todo el mundo se hicieron eco de la noticia. Gracias al protocolo del Cabildo y a la rapidez y gran trabajo de los Bomberos, el incendio afectó solo a dos capillas. Tres días más tarde, comenzaron las obras de emergencia, que darán paso a un proyecto de restauración más pormenorizado.
La Sinagoga
La Sinagoga, el monumento más visita do en Córdoba de los gestionados por la Junta, está a la espera de mejoras. Entre ellas destaca la construcción de un centro de interpretación en el solar aledaño que permita a los turistas conocer a fondo el monumento, donde se exhibirá material museográfico y también ayudará a regular los accesos.
El presupuesto de licitación de estos trabajos asciende a 440.822 euros. La consejera de Cultura, Patricia del Pozo, anunció en una visita a Córdoba este verano que, si no surgían obstáculos administrativos, la adjudicación se realizará a finales de 2025. Las obras, que durarán aproximadamente seis meses, podrían comenzar inmediatamente después, con una apertura prevista para mediados de 2026.
Dos nuevos atractivos
En los últimos meses, la ciudad ha sumado dos atractivos a su oferta patrimonial con la apertura a las visitas del Templo Romano, cuyas obras acabaron después de un año y medio. El pasado 19 de junio recibió a los primeros visitantes y durante julio y agosto ha seguido abierto a grupos reducidos de turistas con reserva previa.
Igualmente, otro símbolo de Córdoba, la Puerta del Puente, acaba de inaugurar un mirador que ofrece unas vistas únicas al río Guadalquivir, el Puente Romano y la Calahorra. En un primer momento, la disponibilidad para visitar este monumento está limitada a varias fechas concretas, aunque se estudiará al ampliarla a los fines de semana.
Mientras tanto, el Alcázar de los Reyes Cristianos ha sufrido en los últimos años varios cambios, entre ellos el de su entrada principal, que ha pasado a realizarse por la ribera, por la llamada Puerta Sur, como se hacía hasta mediados del siglo XX. A lo largo de diez años de trabajos, se ha actuado en el Patio de las Mujeres y se ha descubierto una fachada almohade del siglo XII en la parte interior de la citada Puerta Sur, además de mejorar su accesibilidad. Actualmente, se lleva a cabo una obra de restauración de la cubierta del Salón de los Mosaicos y de la Torre del Homenaje, cuya finalización está prevista para finales de octubre.
La ciudad bajo la ciudad
La Córdoba actual se ha construido sobre la Córdoba del pasado, de forma que en cualquier excavación o movimiento de tierra aparecen restos arqueológicos de la etapa omeya o épocas anteriores como el periodo romano o incluso íbero. Uno de los hallazgos más importantes de los últimos 25 años fue el de una leona íbera en pleno campo en La Rambla (2020). Por otro lado, en 2012, la Policía Nacional recuperó dos efebos de bronce en una finca de Pedro Abad que iban a ser vendidos en el mercado negro. Si bien, el descubrimiento arqueológico más destacado de los últimos años ha sido el de la basílica de Santa Eulalia, un complejo cristiano levantado bajo dominio islámico cuyos restos han salido a la luz en las obras de la Ronda Norte a su paso por la avenida de la Arruzafilla, en la capital.
En este caso, y una vez más en Córdoba, el patrimonio y la ciudad moderna entran en conflicto. Los arqueólogos han pedido conservar estos restos, pero para ello una de las opciones que se barajan es enterrarlos, como ya ha ocurrido otras veces en la ciudad, ya que el trazado de la carretera no se puede variar. Cuidar y proteger ese patrimonio es clave para Córdoba, una ciudad patrimonial que necesita modelos de desarrollo que apuesten de manera firme por su pasado, sin que ese pasado signifique frenar su futuro.