El Mayo Festivo deja en Córdoba 58 muertos más por coronavirus

Sanidad

El balance del mes refleja mil casos activos menos, al superar las altas médicas a los contagios

El fin de semana anota 494 nuevos positivos, tres fallecimientos, 33 hospitalizaciones y 890 curados

Una joven, protegida por su mascarilla, camina con su maleta por el entorno de la estación.
Una joven, protegida por su mascarilla, camina con su maleta por el entorno de la estación. / Juan Ayala

El Mayo Festivo, extendido desde el último fin de semana de abril, que acogió la festividad de las Cruces, hasta el pasado, coincidente con el cierre de la Feria de Nuestra Señora de la Salud en la capital, ha dejado en Córdoba datos más que suficientes como para pensar que el coronavirus sigue -y seguirá- latente aún por mucho tiempo. Eso sí, con una letalidad y capacidad de infección bastante inferiores a otras fases de la pandemia, hasta el punto de que ya no hay lugar a determinar olas que puedan empujar a reinstaurar unas restricciones que, por otra parte, se antojan inasumibles.

Pero a pesar de todo, y con la coincidencia de que el primero de los partes semanales que ahora ofrece la Consejería de Salud y Familias, este martes 31 de mayo permite hacer un balance de cómo ha transcurrido el mes grande de Córdoba en cuanto a la evolución sanitaria se refiere. Y este análisis deja cifras para mirar todavía con recelo a una enfermedad que durante mayo se ha cobrado otras 58 muertes en la provincia -un promedio cercano a las dos por día-, en lo que sin duda es el dato más negro de cuantos puedan ofrecerse.

Los tres últimos fallecidos contabilizados en el informe del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) corresponden a este último fin de semana, y elevan el total desde el inicio de la crisis sanitaria hasta los 1.432 (a 29 de abril, último parte previo al mes en curso, eran 1.374). Este elevado número de muertes, que afortunadamente queda muy lejos de los balances de otros meses -febrero de 2021 estableció el tope en 195 decesos- es consecuencia principalmente de la vuelta del virus SARS-CoV-2 a las residencias, donde el número de mayores afectados está cerca del centenar, siendo el grupo de población más vulnerable.

Más allá del desenlace trágico, ese mayo plagado de fiestas ha llevado a anotar en Córdoba 6.331 nuevos contagios, cifra notable, aunque también lejos de los récords que ha dejado la pandemia, sobre todo si se tiene en cuenta que ahora mismo ya solo se testea en los centros de salud a personas vulnerables o que presenten una sintomatología grave. A esos positivos, el último fin de semana suma 494 -al cierre de abril eran 1.191-, dejando el total en 157.534 (156.997 si se tiene en cuenta solo a las pruebas PCR o test de última generación.

Para contrarrestar estas cifras, el balance de altas médicas ha crecido, incluso más, que las infecciones. En el mes de mayo se han sumado 7.213 personas curadas, aunque en algunos casos aún mantienen efectos derivados de la enfermedad, de las que 890 se han anotado desde el pasado viernes, fecha del parte previo. Desde marzo de 2020, 152.016 cordobeses han dado por superada la afección, un crecimiento que permite bajar también el dato de casos activos, es decir, con capacidad para transmitir el virus, que ahora queda en 4.086, 940 menos que un mes antes.

Pero al margen de los fallecidos, para poner en contexto la situación actual de la pandemia del covid, que arroja todos estos números, hay que echar un ojo a cómo están afectando los contagios en la presión en los hospitales. Y por suerte, y esto refleja la mayor letalidad del virus en esta fase, los centros de la provincia tienen en la actualidad a 61 pacientes ingresados por consecuencias del SARS-CoV-2, de los que cuatro se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos por su delicado estado de salud. De hecho, a pesar de que el último fin de semana ha anotado 33 hospitalizaciones, dos de ellas en la UCI, desde el viernes la cifra está inalterable, pues entonces eran 61 los enfermos, cinco en el área de críticos.

Por último, y no menos importante, hay que reseñar el avance, lento, pero continuado, de la campaña de inmunización, factor clave para permitir la convivencia actual con la enfermedad. Desde que a finales de 2020 se pusiera el primer pinchazo, en Córdoba se han administrado ya un total de 1.791.466 dosis de los cuatro fármacos autorizados, lo que se traduce en que 700.866 cordobeses cuentan con la pauta completa -establecida en dos- y 445.790 se han puesto la tercera; además, 713.827 personas han recibido al menos una dosis. Esto deja la inmunidad, referida a tener al menos la pauta, en el 90,2%, casi tres puntos por encima de la media andaluza, que se queda en 87,8%.

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