Después de un largo y frío invierno y de una húmeda y desapacible primavera, el calor parece que llega por fin a Córdoba esta semana con intención de quedarse. A una diez días escasos de que el verano arranque oficialmente, la previsión de ascenso de las temperaturas que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que al final de la semana el termómetro llegue a marcar los 37 grados en la capital, lo que supondrá un incremento de las temperaturas de más de diez grados con respecto a los 26 que se marcó de máxima el pasado domingo.
La subida del mercurio que pudo notarse ya ayer se hará mucho más notable a partir de hoy, cuando está previsto que alcancemos los 35 grados, en una tendencia que llevará el fin de semana a que se puedan ver máximas de 37 grados el sábado y el domingo. Sin embargo, lo peor no será el incremento de las temperaturas más altas durante el día, sino que las mínimas comienzan su ascenso imparable y de los 18 grados previstos para esta noche se pasará a los 20 hacia el final de la semana, ya en el umbral de las temperaturas consideradas tope para conciliar el sueño. A este alza debe unirse además que la puesta en marcha de los aires acondicionados y el recalentamiento del asfalto y los edificios harán que la sensación térmica se eleve sin ningún tipo de duda. En la capital, no obstante, parece que el inicio de la próxima semana dará una pequeña tregua y el mercurio descenderá el lunes 17 hasta los 33 de máxima.
En la provincia, el incremento de las temperaturas será también relevante aunque no se alcanzarán los topes máximos de la capital. De este modo, durante este semana las máximas en localidades como Montilla llegarán a los 34 grados, lo mismo que en Fernán Núñez y un grado por debajo de lo que se espera en Palma de Río y la Vega del Guadalquivir. En la zona norte de la provincia, Aemet prevé que la máxima que se alcance en Pozoblanco se sitúe en el entorno de los 32 grados.
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