Los marqueses de Viana regresan a su Palacio

Los patios del Palacio de Viana celebraron anoche un reencuentro con sus antiguos huéspedes. Los primeros marqueses de Viana volvieron a vivir su historia de amor durante el primer pase de Patios de Viana. Un musical de Palacio, un proyecto turístico impulsado por la Fundación Cajasur que permitirá a sus visitantes, a través de un recorrido musicalizado por las instalaciones del edificio, conocer la historia y el patrimonio del mismo de una forma especial. Las voces de los componentes del Coro de Ópera Cajasur son las encargadas de contar, mediante distintos coros de zarzuela, las anécdotas e historias que un día se vivieron en el Palacio. Para poner la guinda a la visita, un colofón gastronómico: el cocinero Kisko García, poseedor de una estrella Michelín, es el encargado de recrear un menú de época para la boda de los marqueses, ceremonia con la que concluye el recorrido en el Patio de Columnas.

La visita supone un retroceso de un siglo y medio en el tiempo hasta situarse en el germen de una historia que marcó el devenir del marquesado, llegando incluso a cambiar el nombre del Palacio de Las Rejas de Don Gome, el actual Palacio de Viana. Carmen Pérez de Barrada, Marquesa Viuda de Villaseca, se enfrentó en la madurez de su vida a la sociedad de la época por el amor del joven capitán Teobaldo Saavedra, octavo hijo del Duque de Rivas. De la mano de los primeros marqueses de Viana y del resto de personajes de Palacio, los visitantes se verán inmersos en esta historia acontecida en las últimas décadas del siglo XIX.

El espectáculo, de dos horas de duración, se ofrecerá durante los meses de abril a septiembre en horario nocturno para grupos reducidos de 40 personas. Un proyecto, según anunció ayer el director de la Fundación Cajasur, Ángel Cañadilla, "con vocación de estabilidad" y con el que la institución pretende "conectar con el compromiso que tenemos con Córdoba y ampliar su oferta turística de calidad", tratando de incidir en el "incremento de las pernoctaciones" de los visitantes a la ciudad. Para ello los patios del Palacio se convierten en un escenario de más de 4.000 metros cuadrados con diferentes localizaciones sobre las que se desarrolla un espectáculo "diferente", "experiencial", en el que el visitante no será un mero espectador sino que "vivirá Viana" a través de sus historias, colores, olores y sabores. La Fundación Cajasur pretende con esta iniciativa subirse al carro del turismo experiencial, que plantea, sin renunciar a la recreación museográfica del patrimonio material, generar un producto en el que las sensaciones jueguen un papel fundamental, hilvanando museografía, teatro, música y gastronomía.

La directora del Coro de Ópera Cajasur, Irina Rodríguez Trujillo, aclaró que las piezas de Zarzuela que se interpretan durante la visita no han sido compuestas para la misma sino que son obras tradicionales del género. Sin embargo, "parecen escritas para contar esta historia" y encajan a la perfección "en el contexto genial que son los patios de Viana". Por su parte, Kisko García contó que el cocktail que se ofrecerá al final de la visita está inspirado en las tradiciones culinarias de la época. "Con productos como las sardinas, los huevos, las verduras o el jamón, tratamos de hacer algo diferente" para comer como se comía en el Palacio.

Con el objetivo de acercar el proyecto al público local, la Fundación Cajasur prevé ofrecer a los cordobeses precios asequibles para la entrada al espectáculo. En principio, señaló Cañadilla, se ofrecerá una sesión por semana, aunque esto podrá variar según la demanda del público, pudiendo adquirirse mediante paquete cerrado para grupos reducidos.