Mariló López, paciente de cáncer de mama: "Cada vez somos más, y más jóvenes"
Día contra esta enfermedad
Después de perder a su marido a causa del cáncer, esta cordobesa fue diagnosticada en mayo en el Hospital Reina Sofía
Así funciona la IA para el cribado de cáncer de mama del Reina Sofía: diferentes marcas y puntuaciones en función de la lesión
Hace diez años que el cáncer entró en la vida de Mariló López. Entonces, lo hizo golpeando a su marido, Juan, que falleció hace tres años y medio a causa de esta enfermedad. Ella vivió esa batalla como familiar, acompañando al que era el amor de su vida en un duro proceso que finalmente no pudo superar.
Ahora, Mariló, que tiene 46 años, se ha convertido en paciente ya que el pasado mayo le diagnosticaron un cáncer de mama agresivo del que se está tratando con quimioterapia antes de ser intervenida quirúrgicamente.
Un día, estando en la ducha, se notó un bulto en la mama derecha, así que pidió cita con su médico de familia, que la derivó para que le hicieran una mamografía. "A partir de ahí fue todo muy rápido", señala. El martes, 13 de mayo -una fecha que no olvida-, tenía cita para la mamografía en el Reina Sofía y, al ver que había una lesión sospechosa, le hicieron ecografía y, seguidamente, biopsia.
Fue sola al hospital porque no esperaba que después de lo pasado con su marido el cáncer también le tocara a ella: "Era lo último que me podía imaginar y se me vino el mundo abajo", asegura.
A los tres días le hicieron un PET-TAC para ver el alcance del tumor y, como llegó la feria, retrasaron el comienzo de la quimioterapia a comienzos de junio. La misma oncóloga que llevó el caso de su marido, Beatriz Rodríguez, la está llevando a ella. "Por lo menos esa confianza ya la tenía con ella", indica Mariló.
Su cáncer de mama es HER2 positivo, un tipo de tumor que tiene un crecimiento y expansión rápido, pero responde bien a tratamientos dirigidos que mejoran su pronóstico. Por ello, las pacientes reciben primero la quimioterapia para reducirlo y pararlo, de forma que luego la operación sea lo menos invasiva posible. Mariló espera que ese momento llegue a primeros de 2026, ya que tiene que seguir con la quimio hasta diciembre. Luego, recibirá radioterapia y quizás necesite más quimio de forma preventiva.
"Hay que luchar, no queda otra", asevera esta cordobesa, destacando que "hay muchos avances gracias la investigación, por eso tenemos que pedir que no pare la investigación en cáncer porque es la enfermedad de este siglo y nadie está libre, cada vez somos más, y más jóvenes".
El apoyo de los oncólogos y la AECC
Aunque en su caso todo el proceso fue muy rápido, esta cordobesa denuncia que las situaciones de retraso en el diagnóstico que han salido a la luz en las últimas semanas en Andalucía "no deben pasar" y, además, cree que "hay que adelantar la edad del cribado porque cada vez somos más jóvenes", ya que actualmente se hace a las mujeres de 50 a 69 años -progresivamente se está ampliando hasta los 48 y los 71-. Según su experiencia, en la Unidad de Mama del Reina Sofía "funcionan muy bien y eso da mucha tranquilidad, está todo protocolizado y eso te ayuda".
En el hospital cordobés "trabajan en equipo, con sesiones en las que se reúnen y hacen el seguimiento de todas las pacientes". Mariló manifiesta que "tanto los oncólogos como las enfermeras tienen una sensibilidad que es de agradecer porque te hacen esto mucho más fácil, más llevadero".
"Son personas que no te conocen de nada y hacen más bonito este proceso", agrega esta cordobesa, que resalta la necesidad de empatía en la sociedad actual.
La sensación cuando acude a una cita con su oncóloga es de "estar cuidada, de que no estás sola, igual que ocurre con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC)". Porque en el hospital se encargan del tratamiento del tumor, pero "la asociación te aporta seguridad, tranquilidad, te ofrece servicios que mucha gente desconoce y no te piden nada a cambio".
En el caso de Mariló, empezó en la AECC cuando su marido padeció, primero, un cáncer de tiroides del que se curó y, luego, un cáncer de pulmón que no pudo superar. Ya entonces ella iba a sesiones con la psicóloga. Tras su pérdida, comenzó a acudir a grupos de apoyo al duelo y ahora va a terapia porque arrastra "un agotamiento psicológico de muchos años" y además le ha tocado padecerlo en primera persona. "Hacen una labor increíble, nos dan sin pedir", agradece.
"Tengo ganas de vivir y seguir adelante porque tuve mi mejor maestro y me dio una lección de vida, tengo a mi hijo, mis ilusiones, mi familia y amigos no me faltan y soy afortunada porque me siento arropada... Pero es muy duro porque estaba levantando cabeza cuando me ha tocado a mí", lamenta Mariló.
La enfermedad ha hecho que ahora tenga otras prioridades en su vida: "Lo primero que quiero es ponerme buena por mí, por mi hijo, por mis padres, que son mi motor...". Por eso, tiene una "buena actitud ante la vida", pero "hay días que no puedes ir en contra de lo que tu cuerpo y tu cabeza siente, hay que frenar y hay que permitírselo, aunque los que te quieren no te quieran ver así", concluye Mariló.
Temas relacionados
No hay comentarios