Un manual para 'cazar' las mejores setas
Medio Ambiente edita la primera guía micológica de la sierra de Córdoba El municipio supone un ámbito privilegiado para los recolectores de hongos
Tradicionalmente el ser humano ha mantenido una estrecha relación con el último eslabón de la cadena trófica: los hongos. Conocidos son sus usos medicinales, industriales y alimentarios, siendo algunos tipos de seta auténticas joyas gastronómicas codiciadas por los mejores chefs. A estos usos se les suma el fin, meramente recreativo, que para muchos tiene el ejercicio de la recolección micológica. Grupos de aficionados a la micología realizan excursiones al campo cordobés para descubrir y transitar senderos con los ojos clavados en el suelo, a la búsqueda de los especímenes más raros y valorados del reino de los hongos. Para los setófilos, España es un escenario privilegiado que cuenta con unas 10.000 especies reconocidas. Solo en Andalucía crecen más de 2.000 tipos de hongo en los distintos ecosistemas que pueblan sus términos territoriales.
Entre los atractivos que presenta la sierra cordobesa también se encuentra el de su biodiversidad micológica. Consciente de ello, así como del interés que la recolección de setas despierta en un sector creciente de la población, la delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento ha decidido potenciar la labor que ya se realiza en el Punto de Información Micológica (PIM) -situado en Santa María de Trassierra- editando la primera Guía Micológica del municipio de Córdoba. El volumen, que fue presentado ayer y del que se han impreso 1.000 ejemplares que estarán a disposición de los ciudadanos en la Oficina de Medioambiente del Zoológico, es un manual didáctico dirigido a aquellos que desean iniciarse en la micología. Según la responsable de la edición, la doctora en Biología y monitora del PIM, María Rosas Alcántara, prescinde del complejo lenguaje científico que puede caracterizar a otras guías especializadas con el objetivo de resultar "ameno y accesible a todos los públicos". El principal objetivo de la guía es orientar al ciudadano inexperto que parte al campo deseoso de regresar a casa cargando con un buen canasto de setas. "La probabilidad de que alguien encuentre setas gracias a esta guía es de casi un 90%", expresaba ayer Rosas, satisfecha del pormenorizado trabajo de descripción de hongos realizado por ella y por el resto de compañeros responsables de la edición.
De esta forma, con un diseño que recuerda a los libros de texto del cole, la guía realiza una radiografía de la diversidad de setas que puede encontrarse en la sierra, clasificándolas según estacionalidad. Así, explica que durante el mes de noviembre crecen en la sierra cordobesa setas comestibles como la cucumela, la suillus bellini y el níscalo, así como otras tóxicas como la mycena pura, que tiene efectos psicotrópicos. La guía describe además las características básicas de cada una de ellas: aspecto, toxicidad, si es comestible o no y las principales diferencias que presentan con otras especies que puedan prestarse a confusión.
Y es que equivocarse a la hora de recoger el especímen y acabar echando al arroz la seta equivocada es uno de los mayores miedos del recolector de setas, y no es para menos: uno de los hongos más venenosos que pueden hallarse en la sierra cordobesa puede ser fácilmente confundido con el clásico champiñón. Por este motivo, los especialistas en micología recomiendan acudir a un experto siempre que existan dudas. En este sentido, los cordobeses están de suerte: en el PIM pueden encontrar, todos los fines de semana, expertos en setas dispuestos a identificar la recolección del día. Además, para los apasionados del reino de los hongos, organizan talleres y rutas por senderos que buscan fomentar esta actividad entre la ciudadanía, y cuyos horarios pueden consultarse en la web de Medio Ambiente. El resto de la semana este centro especializado en la divulgación sobre el reino de los hongos abre diariamente entre las 08:30 y las 21:30.
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