Córdoba

No es magia, son matemáticas

  • El Paseo de Córdoba acoge una muestra con talleres y actividades de la asignatura de las "cuentas"

Intentar desatarse de un compañero, pescar con un imán, componer un montaje geométrico con piezas casi imposibles o descifrar un mensaje fueron sólo algunas de las actividades en las que cientos de personas participaron ayer en el Paseo de Córdoba y que sucumbieron ante el difícil encanto del mundo matemático que, a veces más parece magia, a tenor de los resultados.

Todos estos problemas tuvieron respuesta en la iniciativa Matemáticas en la calle, promovida por la Sociedad Andaluza Matemática Thales, que contó con ocho mesas de experimentos y la asistencia de profesores de Secundaria y de la Universidad de Córdoba. Una de las coordinadoras del proyecto es Carmen Aguilera, profesora del instituto Gran Capitán, quien destacó la importancia de este tipo de iniciativas, con las que se pretende desterrar la idea de que las matemáticas "son sólo cuentas", apuntó. La docente subrayó la variedad de juegos expuestos, que fueron desde la lógica, destinados para los más pequeños, hasta los juegos de estrategia, para los mayores.

Sin duda, uno de los talleres que tuvo más público fue el dedicado a la topología, una parte de las matemáticas relacionada con la geometría. A simple vista, el problema apenas tenía complicaciones, aunque una vez en faena, la solución era algo más difícil, ya que había que sacar un lápiz a través del ojal de una camisa sujeto a una cuerda. "Hay que tener en cuenta que la cuerda es más corta que la longitud del lápiz", explicó Aguilera, quien reconoció que "a simple vista no se podría sacar, pero es posible porque la camisa es flexible y moviéndola se puede sacar el lápiz".

La novedad de esta edición de Matemáticas en la calle fue la incorporación de una mesa, con cuatro niveles dedicada a la criptología, que "se comenzó a utilizar en las guerras", detalló Cristina García, también profesora del instituto Gran Capitán. Uno esos niveles estuvo dedicado al cifrado por ruido. Para resolver el mensaje, sólo había que eliminar las letras que sobraban del mensaje, mientras que en otro de los niveles, algo más complicado que el anterior, había que eliminar las letras según los números primos, una técnica que "utilizan los bancos", indicó García. Para otro de los mensajes que se podía resolver, la organización se sirvió del cifrado que ya usara Julio César en el siglo I antes de la era cristiana, basado en la transposición de las letras y que se resolvía con un disco con un alfabeto doble. La escitala fue otro de los métodos de criptografía más vistosos. Se trata de un método por el que las letras del mensaje se descolocan. Para hacerlo, los espartanos enrollaban en un tubo una tira de papel y escribían el texto a lo largo del mismo. Al desenrollar la tira, aparece el texto cifrado y para descifrarlo se tiene que enrollar esa tira en un tubo del mismo diámetro que el usado.

Otra de las mesas que causó gran expectación fue la dedicada a los juegos de estrategia o el de montaje de formas geométricas, éste basado en el constructuvismo matemático, como el de construir una pirámide con piezas tridimensionales.

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