Lotería de Navidad

En busca de la combinación afortunada

  • Desde verano hay compradores que han adquirido números para poder participar en el sorteo navideño del día 22

  • Cada vez hay más jóvenes que se suman a esta tradición

Cola en una de las administraciones de Ronda de los Tejares.

Cola en una de las administraciones de Ronda de los Tejares. / Juan Ayala

Quedan pocos días para la celebración del Sorteo de Navidad y aún los hay que no se han asegurado un número para participar, mientras que otros no tardaron en comprar su número preferido para atraer la suerte. Existe una gran variedad de supersticiones y costumbres alrededor de este premio, especialmente relacionadas con el punto de venta y con la terminación del número.

Al contrario de lo que puede parecer, la participación en el sorteo no sólo no se ve mermada con el paso del tiempo sino que se está convirtiendo en una costumbre que se expande entre los jóvenes. Además, una de las tradiciones más comunes es comprar los décimos en grupo y adquirir las participaciones en asociaciones, equipos o hermandades.

Se trata de un premio que puede llegar a beneficiar con 400.000 euros por décimo con número ganador, aunque en el caso de las participaciones se reduce según la división. Ese es el caso de Encarna, que sigue en la tradición de la compra de Lotería y que llegó a ganar 20.000 euros a través de una participación en un supermercado.

Hay quien ya ha sido agraciado en el sorteo, pero continúa buscando la suerte

Además, afirma que aunque compra los números "con bastante antelación", siempre adquiere nuevos cupones "si acaban en cinco o en siete" y que suele jugar "con grupos de amigos o a través de nuestra hermandad".

Un caso similar es el de Manuel, que también conoce lo que es ser premiado en otros juegos como la Bonoloto, y que en 1943 ya se llevó "un buen pellizco" de la Lotería de Navidad. "Yo juego todos los años, pero tengo varios números que me gusta usar", aunque específica que no tiene un lugar específico porque "voy comprando según vaya viendo los números que me gusten".

Entre los más jóvenes también se encuentran casos como el de Luisa y Antonio, una pareja que compra la Lotería de Navidad "en distintos grupos y con familiares". Para ellos tampoco hay un lugar especial en el que comprar, ya que los compran "según los vemos y creemos que nos puede dar suerte o no".

En el punto de vista opuesto están los vendedores de Lotería, que son testigos del comportamiento de los compradores en sorteos tan especiales como el navideño. Uno de los puntos de venta de la plaza de las Tendillas, El Gato Negro, es un claro ejemplo de la superstición de los compradores, que frotan sus cupones con el pequeño gato negro que hay en la ventanilla.

Candela, vendedora de la administración de San Álvaro, explica que "hay jugadores de todo tipo, aunque la tendencia es que los mayores elijan terminaciones más clásicas, como el cinco o el siete, mientras que los jóvenes son más arriesgados y buscan números con muchas repeticiones". Sobre los jugadores, afirma que "es muy bonito que los jóvenes continúen con una de las tradiciones más arraigadas" y que "cada vez más extranjeros compran números de lotería, aunque ellos tienen menos manías".

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