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La lluvia emborracha a los Patios de Córdoba por Navidad

Los Patios de Córdoba reabren por Navidad / Miguel Ángel Salas

La lluvia, ese fenómeno atmosférico que a veces no es tan amigo de los Patios, no ha querido perderse el inicio de la ya tradicional cita navideña con estos recintos Patrimonio de la Humanidad. En el prólogo de la apertura de la primera ruta, la que incluye a los patios de Pedro Fernández, 6, Santa Marta, 10, Parras, 6 y Parras, 8 –en el entorno de San Andrés–, la correspondiente al 14 de diciembre, ese fenómeno líquido ha caído de manera inmisericorde hasta emborrachar a unas flores que han lucido aún con más vitalidad si cabe.

Patio de Pedro Fernández, 6 Patio de Pedro Fernández, 6

Patio de Pedro Fernández, 6 / Miguel Ángel Salas

“Hay que reconocer que este clima, entre 15 y 20 grados, tan maravilloso, ha hecho que nuestras plantas estén espléndidas; además, la lluvia ha descargado un agua limpia de forma suave, lo que ha traído consigo que tengamos las flores mucho más bonitas”, destaca Carmen Mari Aguilera, quien ayuda a Ana Balbuena, la dueña de Pedro Fernández, 6 junto al marido de esta, Marcial Gómez, en las tareas del patio.

Carmen Mari invita a todo el que llega a Pedro Fernández, 6 a tomar un dulce navideño acompañado por una copita de anís u otra bebida mientras detalla que quien visita el patio ahora puede contemplar algunas flores especiales “que no verá en mayo, cuando se desarrolla el concurso municipal”.

“Tenemos, por ejemplo, una orquídea, que siempre sale en mayo, y ahora nos ha salido en diciembre; además de varios cactus de navidad, alegrías de la casa, begonias... plantas crasas que en mayo no tienen la flor y ahora las tenemos llenas de flores amarillas”, comenta. “También tenemos pacíficos, que son más de primavera... tenemos mucha variedad; y de begonias podemos tener hasta 50 clases distintas”, añade Carmen Mari.

Patio de Santa Marta, 10 Patio de Santa Marta, 10

Patio de Santa Marta, 10 / Miguel Ángel Salas

Muy cerca de allí, en el convento de Santa Marta –en el patio de Santa Marta, 10–, reciben también ofreciendo dulces navideños y bebidas –como en todos los patios– mujeres que forman parte de la junta directiva de la Hermandad de la Misericordia.

La vicehermana mayor de la Misericordia, María Dolores Molina, insiste en que el patio del que es el monasterio de clausura más antiguo de Córdoba y cuya iglesia empezó a construirse en el siglo XV se puede visitar los martes. La cofradía abre el patio como ayuda a las monjas que pertenecen a la rama femenina de la Orden de San Jerónimo. María Dolores insiste en que el patio lo mantiene la Misericordia cuidado todo el año, “y ahora, para estas fechas, hemos puesto más pascueros, más pensamientos”, anota. Se trata de uno de los últimos recintos que se ha sumado al concurso municipal de mayo. Lo hizo en 2021.

Patio de Parras, 6 Patio de Parras, 6

Patio de Parras, 6 / Miguel Ángel Salas

Muchísimo tiempo más lleva participando en el certamen Parras, 6; concretamente, en la última edición lo hizo por 34 vez desde 1949. Su propietaria y cuidadora, Rosario Cantillo, está orgullosa de que en esa casa naciera el inmortal poeta cordobés y premio Príncipe de Asturias Pablo García Baena.

Chari –como se le conoce familiarmente– insiste en que “yo siempre le digo a los turistas que como mi patio no hay ninguno; todos son diferentes, todos son bonitos”. Como también le cuenta a los turistas, Parras, 6 fue, en otro tiempo, junto a Parras, 8 convento y cuartel de la Guardia Civil. “Me gusta mantener mi casa y también el patio de la manera más antigua posible, como ya hacía mi tía Conchita”, insiste. Ese tinte a sabor antiguo se lo da al patio “su suelo de bolos, su pozo con un especial brocal de hierro, sus columnas de ladrillo visto...”, a lo que hay que sumar una vegetación de plantas verdes, entre las que hoy destaca una descomunal costilla de Adán flanqueada por helechos.

Patio de Parras, 8 Patio de Parras, 8

Patio de Parras, 8 / Miguel Ángel Salas

En Parras, 8, Milagros Aznar baila al son de los villancicos aflamencados del Coro Ritmo Sureste, unos villancicos que le dan aún más vida a un recinto en el que reina el mejor ejemplar de laurel de los Patios cordobeses. “Un laurel que plantó mi padre [Juan Aznar]”, recuerda, “y que es el alma de la casa, tiene su propia historia”, añade. Todo ello en un recinto “que mezcla la arquitectura moderna y la antigua y que cuido todo el año junto a mi marido [Francisco Martín]”.

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