Llega el calor a Córdoba y afloran las garrapatas: dónde encontrarlas y cómo prevenir su peligrosa picadura

Córdoba/Con la llegada del calor, las garrapatas empiezan a aflorar en hábitats húmedos, sombreados y con vegetación densa. En los últimos años, estos arácnidos han proliferado debido al cambio climático y el aumento de las temperaturas, convirtiéndose en un peligro no solo para los perros, sino también para los humanos ya que su picadura puede provocar graves daños en la salud. La expansión de zonas verdes y el contacto con animales salvajes o domésticos, incluso en zonas urbanas, también ha influido en que cada vez haya más de estos insectos.

Entre los peligros que conllevan está la Enfermedad de Lyme, una infección causada por la bacteria Borrelia Burdogferi, que se transmite a los humanos a través de la picadura de una garrapata que esté infectada por ella.

Los lugares con mayor riesgo de picadura son los bosques y zonas de matorrales, especialmente con hojarasca y sombra. También los jardines con césped alto, arbustos, madera apilada, maleza y los campos con hierba alta o pastizales. El riesgo es menor en zonas urbanas con césped bien cuidado y sin vegetación densa, según explica la especialista en Medicina Interma del Hospital Reina Sofía Ana Isabel Pérez Caballero.

En los humanos, las garrapatas suelen adherirse en zonas del cuerpo cálidas, húmedas y de difícil acceso, por lo que "hay que revisar con especial cuidado el cuero cabelludo (especialmente en niños), la zona detrás de orejas y cuello, axilas, ingles y genitales, pliegues de rodillas y codos, parte baja de la espalda y glúteos, y entre los dedos de manos y pies", señala la doctora.

La picadura y Enfermedad de Lyme

En caso de picadura, en primer lugar hay que retirar la garrapata lo antes posible -preferiblemente antes de las 24 horas para minimizar el riesgo de transmisión de la Borrelia- usando unas pinzas finas, sujetándolas cerca de la piel y tirando recto hacia arriba.

La internista del Reina Sofía indica que "no se deben aplastar ni usar remedios caseros como alcohol, vaselina o aceite". Después, hay que limpiar la zona con agua y jabón y desinfectar con alcohol o yodo. Luego, "hay que estar pendientes si en los siguientes 30 días aparecen síntomas como una mancha roja en expansión, fiebre, cansancio importante o dolores musculares", especialmente si la garrapata estuvo adherida más de 24-36 horas a la piel.

El mayor peligro que conlleva la picadura de estos arácnidos es la transmisión de enfermedades, sobre todo la Enfermedad de Lyme que, según explica Pérez Caballero, "puede dar síntomas como fiebre, eritema migratorio (mancha roja en la piel en forma de diana o anillo), dolor articular, fatiga y síntomas neurológicos si no se trata". "Otras enfermedades son muy raras en nuestro medio, como la anaplasmosis o la babesiosis", apunta. Por otro lado, "puede haber infecciones locales o reacciones alérgicas leves".

Personas más expuestas a garrapatas

Aunque una garrapata puede picarle a cualquier persona que pasee por el campo o por un césped alto en zonas urbanas, la internista del Hospital Reina Sofía indica que quienes están más expuestos son las que desempeñan su trabajo al aire libre, como agricultores, ganaderos, forestales o jardineros. "También aficionados a actividades en la naturaleza (senderismo, camping, ciclismo); niños, porque juegan en el suelo; y propietarios de mascotas, ya que las garrapatas pueden adherirse a los animales y luego a los humanos", añade.

Por eso, destaca que cuando se visite un área de riesgo es importante "usar ropa de manga larga y pantalones metidos en los calcetines, usar repelente de insectos y revisar la ropa y el cuerpo al llegar a casa, especialmente en las zonas húmedas y cálidas".

Tratamiento para las picaduras

La doctora incide en que, aparte de las medidas anteriores, "en caso de picadura en algunas ocasiones se puede realizar un tratamiento profiláctico de Enfermedad de Lyme con una dosis única de antibiótico, sobre todo si la garrapata estuvo adherida más de 36 horas o es un área geográfica de alto riesgo", pero esta decisión debe tomarla el médico.

Además, si aparecen síntomas, es preciso iniciar tratamiento con antibióticos entre 10 ay 21 días, según el cuadro clínico, para evitar complicaciones a largo plazo como problemas neurológicos y cardiacos.

Por último, Pérez Caballero destaca que es importante no rascarse la zona y vigilar por si queda una parte de la garrapata bajo la piel, como las piezas bucales. En este caso, "puede extraerse con una aguja esterilizada o consultar al médico". "Si la zona se infecta, apareciendo enrojecimiento progresivo, pus y dolor local, "habría que hacer un tratamiento tópico o antibiótico local, según el caso".