El lenguaje inclusivo de la Universidad de Córdoba: frases impersonales y desdoblamiento de cargos

La Conferencia de Rectores envía un catálogo a la UCO para no incurrir en expresiones sexistas en sus comunicaciones

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Alumnado de la UCO en el Campus de Rabanales
Alumnado de la UCO en el Campus de Rabanales / Miguel Ángel Salas

Córdoba/El uso del lenguaje inclusivo en el seno de la Universidad de Córdoba (UCO) es una práctica habitual en los últimos años. Prueba de ello es el uso de palabras como estudiantado, en lugar de estudiantes, o docentes en el caso de profesores. Se trata de una tendencia que, además, llega ahora reforzada tras el catálogo de recomendaciones "para el uso adecuado del lenguaje en las universidades" que ha hecho público la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) y que ha enviado a todos los centros académicos. Se trata de un conjunto de indicaciones en las que se prioriza el empleo de frases en estilo impersonal y suprimir, por ejemplo, el artículo "los" para garantizar un uso no sexista del lenguaje.

Todas estas indicaciones se basan en la Ley Orgánica 3/2007 (aprobada en el primer Gobierno de Zapatero) para "la igualdad efectiva de mujeres y hombres". En concreto, su artículo 14 establece, como uno de los criterios generales de actuación de los poderes públicos, "la implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo y su fomento en la totalidad de las relaciones sociales, culturales y artísticas".

Al respecto, la vicerrectora de Igualdad de la UCO, Sara Pinzi, recuerda a El Día de Córdoba que hay muchas guías de estas características y que "son importantes para los docentes, los estudiantes y para el personal de administración y servicios" de la institución académica. Además, hace hincapié en la necesidad de su utilización y consulta porque "hay mucha normativa en la que se usa el masculino plural y lo que no se dice no existe".

A su juicio, "tener un lenguaje respetuoso es una forma de posicionamiento para la inclusión y la igualdad". Pinzi lo tiene claro y, ante la dificultad que pueda surgir en el día a día, propone elegir sinónimos y también "una forma de hablar que permita incluir a todos los colectivos", además de "tener un cuidado a la hora de elegir la forma de hablar".

"Se ha ido trabajando en un guía muy sencilla y práctica para no retorcer el lenguaje" y, además, hacerlo de forma económica, ya que "utilizando unos términos más genéricos se reduce el número de palabras", sostiene.

Agenda 2030

Pues bien, el documento de la CRUE también apunta a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, entre cuyos objetivos se incluye "el logro de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas". En su desarrollo, esta lista de consejos parte del concepto de "sexismo lingüístico o lenguaje sexista", que es aquel que utiliza palabras o estructuras que "invisibilizan o excluyen a las mujeres".

Según la Conferencia de Rectores, "se trata de una construcción social fruto de un modelo androcéntrico que considera al hombre como medida de todas las cosas y que refleja, transmite y refuerza un modelo no igualitario". Es por ello que asegura también "para alcanzar una igualdad efectiva entre mujeres y hombres es necesario que el lenguaje refleje esa igualdad".

Recomendaciones de la CRUE sobre el lenguaje no sexista
Recomendaciones de la CRUE sobre el lenguaje no sexista / El Día

Pero, ¿cómo se traducen estas indicaciones? Pues, por ejemplo, el documento de los rectores aconseja "hacer referencia 'a las mujeres’ no a ‘la mujer’, ya que no hay un solo modelo de mujer". También sostiene que "si se nombra una realidad en la que hay más mujeres que hombres, se debe utilizar la lógica y anteponer el femenino inclusivo". Es más, establece que se utilicen "términos inclusivos como profesorado, estudiantes, ciudadanía o usar femenino anteponiendo persona o personas cuando se pueda, por ejemplo: "las personas trabajadoras" en lugar de trabajadores cuando no sea posible utilizar desdoblamientos.

Los pronombres indefinidos (uno, todos, algunos, varios o muchos) son otros objetivos tratados en el decálogo. En este caso, se aconseja su sustitución por los términos "alguien, algunas personas, un grupo de o multitud". Se trata, además, de una indicación que se extiende a los determinantes: "Utiliza 'cualquier persona interesada o cada una de las personas interesadas' en lugar de 'todos los interesados'".

Humanidad en lugar de hombre

El decálogo de la CRUE incluye un apartado "para reflexionar". En él se explica que "el término hombre como genérico no incluye a las mujeres, por lo que debe usarse humanidad, ser humano o persona”. "Utilizar frases como ‘La historia del hombre’ o ‘El hombre en la arquitectura’ en lugar de ‘ser humano’ invisibiliza a las mujeres, al transmitir la idea de que no han sido agentes de la historia ni sujetos de derechos”, defiende.

“El término ciudadano como genérico no incluye a las ciudadanas, utilizar ciudadanía", expone. De igual forma, se aconseja el desdoblamiento de los artículos (los/las) y de cargos genéricos que no aluden a personas concretas (rector/rectora o decano/decana).

En el caso de las personas no binarias, se aconseja un "lenguaje no binario indirecto". "'¿Te has preparado?’ en lugar de ‘¿estás preparado/a?"; o un "lenguaje no binario directo". Para ello, se recomienda "utilizar el femenino anteponiendo la palabra persona o preguntar directamente con qué pronombres se identifica. Referirse a las personas por los nombres que ellas mismas eligen es básico para respetar la dignidad humana".

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