El legado de las mujeres de la guerra de Troya
l formación El Aula de Teatro de la institución jesuita es una actividad de formación complementaria para el alumnado, con la que se busca fomentar sus habilidades y su capacidad de comunicación.El Aula de Teatro de ETEA pone en escena la obra 'Los bosques de Nix'




Ocho mujeres, ocho historias de mujeres que vieron morir a sus maridos, hijos o hermanos en la guerra de Troya. Sin embargo, no hace falta echar tanto la vista atrás para darse cuenta de los devastadores efectos de cualquier contienda y eso es lo que hace el escritor Javier Tomeo en la obra Los bosques de Nix, que ayer se puso en escena en el Aula de Teatro de ETEA, en el Centro Cultural San Hipólito.
Se trata de una obra de corte "minimalista" en la que "ocho mujeres de la guerra de Troya viven petrificadas en un bosque" después de sufrir la pérdida de sus seres más queridos, explicó su directora, Carmen Rey. Esas mujeres, continuó, "son seres sin vida, pero tras la llegada de un mensajero, que viene del presente, les pide que sirvan de ejemplo para así detener las guerras actuales".
Rey, que es actriz del grupo de teatro Chalana-Cor, destacó también la dimensión femenina de la obra. "Antes, la mujer se quedaba en casa y esperaba la llegada o no del hombre", indicó.
Hécuba, la reina de Troya, Casandra, su hija que fue desterrada al olvido por Apolo, e Ifigenia, hija de Agamenón y Clitemnestra, asumen en esta obra el dolor universal. La primera por perder a sus hijos y a su marido por culpa de la guerra, mientras que Casandra representa el horror de saber en sueños el futuro, aunque nadie la crea. Ifigenia, por su parte, narra su sacrificio a manos de su padre para conseguir la victoria en Troya. Éstas son sólo algunas de las historias que representaron los miembros del Aula de Teatro de la institución jesuita. Una de ellas es la profesora de Comunicación Comercial en la licenciatura de Investigación y Técnicas de Mercado de ETEA, Rosa Melero, quien interpretó a Hécuba. "Es una madre sufriente que ve cómo pierde a sus hijos, a su padre y a su patria", indicó. La profesora consideró también que "en la guerra nadie gana" y reconoció que su salto a la interpretación no le ha costado mucho. Eso sí, apuntó que "no es lo mismo enfrentarse cada día a los alumnos que al público". Melero destacó también la utilidad del grupo de teatro, que es "una actividad de formación complementaria para el alumnado, en la que se enseña a controlar sus habilidades o su capacidad de comunicación".
Con esta puesta en escena, ETEA colabora con la ONG Entreculturas, a la que dará toda la recaudación.
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