Córdoba

El legado cordobés de la cultura sefardí

  • Córdoba acoge las XVII Jornadas Europeas de la Cultura Judía La Casa de Sefarad realiza una visita guiada en torno a la huella del judeoespañol

El paso de los judíos por Córdoba dejó un legado arraigado que aunque no es tan evidente, por la falta de edificios o espacios de grandes dimensiones, forma parte de las tradiciones diarias de los cordobeses. El uso del aceite de oliva como ingrediente principal era no solo una costumbre árabe sino también típico en la cocina sefardí, no así en la cristiana, donde se usaba la manteca de cerdo para comenzar la elaboración de los platos. Esta fue la forma que usaron en Roma para reconocer a la Lozana andaluza, la obra de Francisco Delicado que encontró su éxito en el cine. Y como en la gastronomía, el cancionero español está plagado de tintes judíos como los romanceros. Cultura, tradiciones y aspectos sociales que están más presentes en el día a día de los cordobeses de lo que se imaginan.

Las XVII Jornadas Europeas de la Cultura Judía, que se están celebrando durante estos días en Córdoba, están dedicadas este año a la lengua judeoespañola. Este año participan en la iniciativa 35 países y 375 ciudades de todo el mundo en las que tendrán lugar más de 1.000 actividades. En la capital, desde el pasado jueves se han desarrollado los actos en torno al legado de la cultura sefardí en las jornadas que llevan por título El judeoespañol, una lengua de la memoria.

Andes topes una senyal alevanta la Kara (cuando te encuentres una señal levanta la cara) es el título elegido por la Casa de Sefarad para la visita guiada que sirvió ayer para que más de 40 asistentes descubriesen que el legado sefardí está presente. "El patrimonio cultural judío es, a diferencia del cristiano y árabe, intangible", explica el encargado de mostrar la huella del judeoespañol en la Casa de Sefarad, Sebastián de la Obra.

El historiador destaca que su trabajo se fundamenta en proporcionar elementos comprensibles y útiles para mostrar la cercanía de las huellas que los judíos españoles dejaron en Córdoba, que a diferencia del resto están presentes en el pensamiento y la cultura, pero no tanto en los elementos materiales, puesto que la Inquisición jugó un papel básico para la destrucción de lo que los sefardíes -como se conoce a los judíos españoles- construyeron en las ciudades españolas. Sefarad y su lengua, el judeoespañol, en torno a la que giran las jornadas, han dejado en el español tradicional más de una señal. Un lenguaje que, pese a que se considera una lengua muerta, siguen usando personas mayores. Destaca De la Obra que el conocido asin en la actualidad es un vocablo incorrecto pero forma parte de ese legado lingüístico que los judíos dejaron en la Península. Es el judeoespañol una lengua que se extiende por multitud de países y que mezcla un 90% del español con otros idiomas como el italiano o turco. Una jornada de puertas abiertas en la Torre de la Calahorra y la Sinagoga completaron las actividades del domingo.

La visita contó con turistas llegados desde distintos puntos de España como Carmen García del Castillo, de Castilla-La Mancha, que se muestra impresionada ante lo que la historia judía esconde. Luis Raya, un cordobés que también acudió a la cita, reconoce que la tradición judeohispánica sigue presente en multitud de aspectos sociales.

Las jornadas continúan hoy con una conferencia sobre Las mujeres que salvan la lengua a cargo del historiador De la Obra y mañana con un debate titulado En el principio era la palabra, ambos en Casa de Sefarad. También el martes se organiza una visita guiada por la Judería.

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