Todos confían en que Medina Azahara será declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. La candidatura ya ha pasado por el Icomos, que ha dado su visto bueno, por lo que parece tenerlo todo hecho para venirse de Baréin con el nombramiento bajo el brazo. Pero aquí no acaba el recorrido. La distinción de Patrimonio Mundial supone una responsabilidad, ya que incluso se puede perder el título si el bien en cuestión no es manejado o cuidado de la manera adecuada. Por esto mismo, la directora general de Cultura de la Junta, Cristina Saucedo, y el director general de Bienes Culturales y Museos, Marcelino Sánchez, apuntaron ayer una serie de cuestiones en las que habrá que trabajar una vez llegue el nombramiento.

"Inversión, conservación, protección y difusión" son cuatro palabras que se repiten como un mantra durante estos días con respecto al complejo arqueológico. Saucedo las pronunció ayer para insistir en que la Junta "se compromete a cumplir" con todas las premisas a las que obliga una declaración de este tipo. De conseguir el nombramiento, se entiende que el gobierno andaluz, responsable del monumento, le dedicará una partida mayor. Saucedo recordó que la Junta ya ha planteado una inversión de más de dos millones de euros y adelantó que "ya trabajamos en las previsiones para el presupuesto del año que viene".

Se creará, además, tal y como avanzó Marcelino Sánchez, un plan director con un consejo de coordinación que integre a las administraciones y a los colectivos que trabajan con el monumento. "Será un órgano en el que se integren las entidades que tienen que ver con Medina Azahara", apuntó Sánchez, quien añadió que en ese órgano "cada uno tendrá que jugar su papel". Fue también el director general de Bienes Culturales y Museos quien se refirió al tema de las parcelaciones, un problema que el Icomos ya invitó a resolver. Sobre las mismas, Sánchez informó de que se deberá hablar con la Consejería de Medio Ambiente y también con el Ayuntamiento de Córdoba para determinar las especies que irán alrededor del monumento y que conformarán una pantalla vegetal que proteja a Medina Azahara de esa contaminación visual que suponen las parcelas de alrededor.

En el tema de la investigación, Sánchez explicó que se seguirá como se ha hecho hasta ahora, pero siempre teniendo en cuenta que dicha investigación debe estar orientada hacia la gestión del propio monumento. En cuanto a posibles excavaciones futuras, el experto recordó que el hecho de que sólo haya un 10% al descubierto es "una virtud" para la candidatura porque se cumplen los criterios de "integridad y autenticidad", al tiempo que señaló que excavar más supondría exponer material sensible, por lo que se podría optar por teledetección o pequeñas perforaciones.