Que el mando de la televisión es un objeto de conflicto es algo que todo el mundo sabe. La pelea por el control de la televisión genera esas típicas riñas familiares o entre compañeros de piso en el que alguien se impone y el otro, tolera. Lo que no es tan típico es que una contienda por obtener el visionado del programa de turno acabe con sus contrincantes sentados en el banquillo de los juzgados.

La Fiscalía Provincial de Córdoba remitió ayer una calificación en la que pide la apertura de juicio oral para dos hombres acusados de un delito de lesiones por ensarzarse en una discusión con sillas y navajas de por medio para conseguir el mando de la tele.

Los hechos que se narran en el documento fiscal, y al que ha tenido acceso El Día, se remiten a agosto de 2010. Fue el día 20 cuando dos hombres, de 39 y 36 años respectivamente, y que vivían en un cortijo de la localidad de Valenzuela, discutieron por el mando a distancia de la televisión. En el transcurso de la discusión, explica la calificación, el de menor edad agarró una silla y golpeó con la misma a su compañero. Tras esto, el agredido sacó una navaja y pinchó al primero en el pecho sufriendo éste varias heridas. Algunos de los cortes fueron superficiales pero otros requirieron hasta seis puntos de sutura que tardaron en curar una semana e impidieron al herido realizar sus tareas habituales durante dos días. El hombre que recibió el impacto de la silla sufrió una herida contusa en la nariz, además de otras tantas lesiones en la muñeca y en la mandíbula.

En cuanto a la pena que la Fiscalía solicita para los agresores mutuos, en el caso del que lanzó la silla, se le impone una multa de algo más de 700 euros y deberá abonar 335 al que recibió el golpe. En el caso del asaltante de la navaja, el ministerio público pide tres años de prisión y 1.905 euros a pagar al herido.

Un mando a distancia que, uniéndole los costes procesales, tiene un precio cercano a los 3.000 euros.