El objetivo de la Asociación Provincial de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba San Eloy es que la Unión Europea reconozca la labor de la joyería cordobesa como Indicación Geográfica Protegida (IGP) en la categoría de productos artesanales e industriales siguiendo las estelas de las Denominaciones de Origen Protegidas del sector agroalimentario. Un sello de calidad por el que llevan trabajando varios meses junto al Ayuntamiento de Córdoba, pero que ahora mismo se encuentra parado.

Como ha explicado este lunes la presidenta del Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo De Córdoba (Imdeec), Blanca Torrent, el procedimiento de registro de solicitud para obtener la Indicación Geográfica Protegida establece que cada miembro de la Unión Europea (UC) debe designar una autoridad competente que se encargue de establecer los procedimientos administrativos para la admisión de solicitudes y así presentarla ante la oficina de la propiedad intelectual de la Unión Europea.

Esta figura debe ser designada por el Gobierno central, del que no hay movimiento por ahora para avanzar en este proyecto. Es por eso que, como ha anunciado la también primera teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Córdoba, en el Pleno del próximo jueves la Delegación de Economía y Empleo presentará una moción al Gobierno central "para que defina cuanto antes dicha autoridad" con el fin de que "la joyería cordobesa no pierda la oportunidad de impulsar su reconocimiento y Córdoba sea un centro joyero referente mundial".

"Nosotros hemos hecho los deberes tanto por parte de la Asociación San Eloy como por parte del Ayuntamiento, ahora le toca actuar al Gobierno de España para que decida si es importante para él la joyería de Córdoba, su tradición artesanal y artística y los pequeños autónomos y micropymes que la mantienen", ha recalcado la delegada de Economía, quien ha destacado la financiación del Imdeec a este proyecto con unos 40.000 euros en dos ayudas.

La joyería de Córdoba como potencia mundial

Tal y como lo ha recordado Torrent, la IGP se trata de una distinción que proporcionará, dentro del sector de la joyería en este caso, mayor seguridad al consumidor por su distintivo de autenticidad y una mayor defensa para las empresas frente a falsificaciones y a la competencia desleal, además de un diseño de calidad e innovación que permitirá hacer más reconocida todavía a la joyería cordobesa a nivel europeo y mundial. 

La presidenta de la Asociación Provincial de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba San Eloy, Milagrosa Gómez, por su parte, ha destacado que de las 1.300 empresas de Andalucía que trabajan en el sector joyero, el 76% son de Córdoba, provincia que también "abarca cerca del 70% de la producción joyera en toda España". Datos que son un indicador más de que, en palabras de Gómez, "la joyería cordobesa cumple con todos los requisitos para ser registrada" como Indicación Geográfica Protegida.

La presidente de la asociación ha hecho hincapié en que es "primordial que la joyería de Córdoba sea uno de los primeros productos españoles nombrados con esta distinción", pues será garantía de "seguridad jurídica y de reconocimiento del valor añadido, comercial y cultural", además de un avance que situará a Córdoba "como potencia mundial de la joyería".

Para ello el próximo paso es que el Gobierno central autorice a la autoridad competente, aunque "todavía no hay plazo para la designación de esa IGP", ha confirmado Torrent.