Los jóvenes vuelven a concentrarse en Chinales para hacer 'botellón'

Los empresarios piden más presencia policial en el polígono industrial para poder controlar este tipo de reuniones, que se producen cada fin de semana

Jóvenes haciendo 'botellón' en Chinales, el año pasado.
Jóvenes haciendo 'botellón' en Chinales, el año pasado.
Anabel Calero

02 de octubre 2008 - 01:00

Tras un verano tranquilo, el inicio del curso universitario ha traído consigo las primeras concentraciones de jóvenes para hacer botellón en la zona de Chinales, una práctica que está prohibida por la ley y que ya el año pasado trajo muchos quebraderos de cabeza a los empresarios de este polígono industrial. El representante de los empresarios de Chinales, Francisco Cardador, reconoció ayer a El Día que "ya he recibido las primeras quejas" de los industriales de la zona que se ven afectados por la concentración de jóvenes para hacer botellón. Cardador aseguró que "ya ha empezado al temporada y los fines de semana nos encontramos con escenas poco agradables" cuando llegan a su lugar de trabajo. El empresario pidió que, al igual que sucediera el año pasado, "el Ayuntamiento destine vigilancia policial" a Chinales para evitar este tipo de concentraciones. En este sentido explicó que va a mantener una reunión con el responsable de Seguridad y Tráfico en el Consistorio, José Joaquín Cuadra, para realizarle la petición de manera formal. Cardador sí reconoció que "Sadeco se encarga de la limpieza" aunque los fines de semana la zona queda desolada. Cardador dijo que "muchos se encuentran con estampas muy desagradables".

La cercanía de este espacio con algunos pubs y discotecas y el fracaso de los llamados botellódromos -situados en el recinto de El Arenal y en el parking ubicado junto al Jardín Botánico- ha vuelto a atraer a los jóvenes hasta Chinales y parece que va camino de convertirse en una práctica habitual a lo largo del año.

Desde que se cerrara el Paseo de la Victoria para albergar este tipo de concentraciones, las reuniones de jóvenes han proliferado en entornos no autorizados como la plaza de toros, el Plan Renfe y algunas calles del centro. El mismo Paseo de la Victoria, aunque de forma menos masificada, también acoge cada fin de semana grupos de personas que se reúnen para beber. Sin embargo Chinales es el que más éxito ha tenido porque se trata de una zona alejada del centro, con poca presencia policial y en la que se encuentran varias discotecas. Ya el año pasado hubo un intento de acotar este polígono como botellódromo, algo que se descartó después por la oposición de los empresarios. De hecho, la Policía comenzó a controlar la zona para evitar posibles daños a los industriales, que se quejaban de exceso de suciedad, incluso pequeños perjuicios en sus negocios.

A pesar de la poca aceptación que ha tenido los botellódromos situados en El Arenal y en el parking que hay junto al Jardín Botánico, el Ayuntamiento no se ha decidido a habilitar un tercer espacio para estas concentraciones. En un principio se habló de las inmediaciones del Teatro de la Axerquía como posible tercer botellódromo. Si embargo, el rechazo de los vecinos prácticamente obligó al Gobierno municipal y continuar en la búsqueda.

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