Córdoba

La inmigración como reto del siglo XXI

  • El 50% de los jóvenes inmigrantes pierden la oportunidad de acceder al mercado laboral por temas de documentación La provincia cordobesa tiene 21.215 extranjeros en el censo

La inmigración no es un hecho pasajero, sino uno de los mayores retos del siglo XXI. El momento actual es uno de los más delicados para hablar de este colectivo. El conflicto sirio y la ola de refugiados que ha llamado a las puertas de Europa han situado a la inmigración en el centro del debate del mundo occidental. La convivencia multicultural y la estabilidad de los vínculos sociales emergen como una de las prioridades actuales. La tolerancia y el respeto son la base.

A pesar de la crisis, la provincia ha mantenido estable el número de inmigrantes, según informa la directora de la asociación Córdoba Acoge, Lucía Pérez. "No tenemos un gran número de inmigrantes", explica Pérez (a la cola de Andalucía junto a Jaén), "pero son un colectivo de larga temporalidad, llevan muchos años en Córdoba, están asentados y tienen a su familia establecida aquí". Córdoba tiene 21.215 extranjeros inmigrantes en el censo de población que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). La mayoría son rumanos, seguidos de marroquíes y ecuatorianos. "Esto es lo que dicen los datos oficiales, pero la realidad es que hay muchísimos extranjeros de fuera de la UE que se encuentran en situación irregular", asegura la máxima representante de la asociación.

Este colectivo en riesgo de exclusión es el que más sufre las consecuencias de la crisis económica. El principal problema que enfrentan las familias es el "papeleo". Con la nueva ley de extranjería, asevera Pérez, una población asentada está perdiendo la documentación debido a los "duros requisitos". La peor parte se la lleva el colectivo juvenil. Según Pérez, los jóvenes, que están tutelados hasta la mayoría de edad, consiguen sólo un permiso de residencia. "Encuentran empleo, pero en el momento de tramitar un permiso de trabajo, el empresario se enfrenta con mucha burocracia", aseguran desde Córdoba Acoge. De esta manera, según la directora, el 50% de los contratos a jóvenes se pierden por "temas de documentación".

La situación de los adultos inmigrantes no es mucho más alentadora. En el caso de los hombres, acceder al mercado laboral es todo un reto. "Con la crisis, los trabajadores españoles han vuelto al campo y han relegado a este colectivo a un segundo plano", explica Pérez. Para las mujeres es más fácil conseguir un empleo. Según la directora, las mujeres extranjeras cubren una oferta laboral que las españolas rechazan, como es el caso de cuidadoras de hogar e internas.

La principal responsable de la asociación denunció el "fuerte carácter economicista" que se le ha dado a los flujos migratorios. "Es el discurso de siempre, no miramos más allá de que son personas", critica Pérez. La directora se refirió así al debate de los refugiados. "O solucionamos lo que ocurre en Siria o acogemos a las personas que huyen de allí", expresó Pérez, quien defendió que las autoridades se basen en los derechos humanos para "evitar que sigan matando".

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