Economía

La industria emergente del covid en Córdoba

  • Las empresas de refrigeración de Lucena cuentan con los equipos para mantener la cadena del frío de la vacuna contra el covid-19

  • La industria textil y de la publicidad cambia y se reinventa con los productos asociados a la pandemia

Nave comercial de Intarcon, en Lucena

Nave comercial de Intarcon, en Lucena / El Día

La llegada del covid-19 a nuestras vidas lo ha cambiado todo, desde la salud, las relaciones, el turismo hasta la economía y la forma que tienen las empresas y el comercio de afrontar esta nueva crisis. La industria en Córdoba no escapa de ello y cambia, se reinventa y se adapta a las nuevas necesidades del mercado, repleto ahora de equipos de seguridad personales, limpieza y hasta refrigeración. 

Cada avance del coronavirus nos hace preguntarnos más cosas y a las administraciones e industria privada trabajar muy sobre la marcha en las soluciones tecnológicas, de producción y de logística que requiere cada nueva realidad de la pandemia. Las últimas noticias sobre la posibilidad de tener una vacuna pronto en España movieron al sector del frío de Lucena. Las empresas más importantes de la localidad, como Efficold, Intarcon o Infrico ya han ofrecido sus instalaciones, conocimientos y capacidades productivas para lograr la refrigeración de la vacuna, por ejemplo, de Pfizer, que requiere estar y transportarse en une temperatura de -80 grados.

Intarcon ha anunciado que posee "la avanzada capacidad tecnológica necesaria para producir equipos que permitan mantener la cadena de frío" que requiere la vacuna y han explicado que las fases para elaborar un nuevo producto son el desarrollo tecnológico, desarrollo del prototipo y desarrollo de la industrialización. La solución que ofrecen para mantener la cadena del frío de las vacunas contra el covid-19 se encontraría, en este momento, en la segunda fase.

Nave industrial de Intarcon Nave industrial de Intarcon

Nave industrial de Intarcon / El Día

Especializada en soluciones tecnológicas innovadoras en el sector del frío hospitalario, farmacéutico y de laboratorios, Effimed, la firma especializada en el sector biomédico de la empresa Efficold, con sede en Lucena, ha mostrado su intención de colaborar con su tecnología y los al menos 540 trabajadores cualificados que mantienen en su plantilla. 

Infrico, otra empresa líder del sector, también se ha puesto a disposición de la Junta para la refrigeración de la vacuna a través de sus equipos de ultracongelación "con una capacidad que oscila entre los 110 y los 800 litros en equipos verticales y, en arcones horizontales, de entre 500 y 700 litros". 

Pero la reinvención de estas empresas también ha llegado a otros productos. En el caso de Intercon, ya han desarrollado, bajo el nombre IntarSanit, una solución destinada a la esterilización y purificación del aire en salas de manipulación de alimentos, cocinas industriales, salas blancas y otros establecimientos.

Effimed, por su parte, ha puesto en marcha cuatro líneas de fabricación de mascarillas quirúrgicas IIR y FFP2 con el objetivo de confeccionar nueve millones mensuales de estos elementos de protección personal, alcanzando los 100 millones al año.

La industria textil y de moda

La industria textil y de costura se volcó, casi en su totalidad, a la confección de mascarillas y equipos de seguridad desde el inicio de la pandemia. Muchas, a partir de marzo, lo hicieron de manera altruista ante la escasez del producto en las farmacias esos primeros meses y como una forma de ayudar a los sanitarios y también a quienes más lo necesitaban. Una vez superada esa etapa, a estas empresas les ha funcionado la experiencia para, ahora sí, monetizar y salvar sus arcas.

Los ejemplos de ello es la provincia de Córdoba son muchos, uno de ellos viene desde La Carlota. Se trata de la empresa Kae Mame, una fábrica de confección de ropa especializada en la fabricación de uniformes, tanto escolares como profesionales y que ahora también confecciona mascarillas y batas. 

Las costureras de Kae Mame confeccionando mascarillas Las costureras de Kae Mame confeccionando mascarillas

Las costureras de Kae Mame confeccionando mascarillas / El Día

"He estado dos meses trabajando gratis, después hemos tenido que perfeccionar la fabricación para su venta", comenta la dueña de la empresa, . Ya alcanzaron las 60.000 mascarillas, la Guardia Civil de tráfico las usa, así como dentistas y otros sanitarios pues están homologadas. Ahora las envía a otras provincias, una industria que ha salvado del desempleo a muchas costureras, que se mantienen trabajando desde casa. 

En el mismo sector podemos encontrar a Carlos Córdoba, una empresa familiar con sede en Almedinilla, un municipio de 2.000 habitantes de la provincia, que tiene sus inicios en el sector de la moda y el vestir en el año 1986. Para ellos, el confinamiento afectó duramente al sector y puso en riesgo "el empleo de miles de personas y el cierre de numerosos comercios pequeños".

En un intento de encontrar la estabilidad de la empresa y poder seguir manteniendo todos los puestos de trabajo en la fábrica, comenzaron, también, a confeccionar mascarillas. Las hacen, según explican, cumpliendo con todos los procesos para que sean seguras con un tejido que incorpora un "tratamiento anti gotas, y anti bacterias" y la posibilidad de ser usadas hasta 10 veces y advierten, eso sí, de que su uso es "civil y no sanitario". 

Los productos de publicidad

Los cordobeses son ahora una publicidad que camina. Cada empresa, pública o no, quiere que sus trabajadores tengan un logo impreso en su mascarilla, allí donde todos se puedan fijar en él, lo lean y lo reconozcan en la calle.

Ese es, ahora, el objetivo del sector que elabora productos de publicidad para las empresas. Atrás quedaron los bolis, aquellos pendrives casi de juguete, agendas y libretas. Lo que se lleva ahora es la mascarilla, los geles y las máscaras protectoras y eso, precisamente, ha salvado a empresas como Publidoba, que tiene ya 30 años de historia. 

Su gerente, Yolanda Fernández, asegura que sus clientes reclaman, sobre todo, las mascarillas con el logotipo y ropa laboral en un 90%. "A nivel de regalos publicitarios está prácticamente todo parado y nuestros proveedores están volcados, en su mayoría, a todos los productos anticovid", explica. 

Fernández hace una comparación con la crisis anterior que fue "de parón total" mientras que en la actual, esa industria emergente del covid-19 "nos está salvando". Aún así, sus ventas han bajado entre un 15% y un 20%. 

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