EL campo también ha sufrido las consecuencias de la crisis y el precio de la tierra agraria ha cambiado su signo por primera vez desde 1997 en Andalucía, al igual que el valor del suelo para vivienda. Se trata de una consecuencia lógica de la coyuntura económica ya que las estadísticas sólo mostraban en los últimos meses descenso en el número de compraventas de fincas rústicas. Así, si se realizan menos operaciones, los propietarios se han visto obligados a reducir los precios, algo que en la comunidad autónoma no ocurría desde el año 1997. En el caso concreto de Córdoba, la variación ha sido ligeramente al alza aunque de escasas consideración, según la información facilitada por la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), por lo que, también por primera vez en más de una década se ha frenado la escalada del valor del suelo. En la provincia, el olivar de secano continúa siendo el cultivo más valorado y se paga a 31.168 la hectárea. Este valor se refiere a los datos recopilados por UPA sobre el año 2008.
En el conjunto de la comunidad autónoma, el precio medio se ha situado en 22.375 euros la hectárea, un nivel más bajo que en 2007, aunque las variaciones han sido de distinto signo según el tipo de tierra y de la provincia. Almería, Huelva y Málaga registraron importantes bajadas en 2008, siendo la más notable la de la provincia onubense, que contó con un descenso del 10% con respecto al año 2007. Sin embargo, el resto de provincias subieron mínimamente, destacando el ascenso producido en Cádiz, (1,8%).
Las tierras de cultivo más cotizadas en la comunidad autónoma fueron las de regadío, pagándose la hectárea a 43.517 euros, lo que representa un descenso del 1,3%. Esto es consecuencia de la bajada que se ha producido en el precio medio de la tierra en general, ya que las de secano mostraron u ligero incremento, hasta situarse en los 17.448 euros la hectárea. Al igual que ocurre en Córdoba, en el conjunto de Andalucía el cultivo más valorado entre los de secano es el olivar, donde el precio supera los 31.000 euros.
Otra de las consecuencias de esta crisis es que la renta agraria ha caído un 3,3% en Andalucía durante 2009. No obstante, los datos no son del todo negativo ya que este registro está dos puntos por debajo del descenso en España y casi nueve puntos menos que la caída protagonizada por la media de la Unión Europa (12,2%).
En el apartado laboral, hay que tener en cuenta que la agricultura es uno de los pocos sectores que está generando empleo a pesar de la coyuntura económica. De hecho, el desarrollo de las campañas agrícolas coincide siempre con descensos en los datos de empleo.
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