Representantes de la Consejería de Justicia y los cinco sindicatos con representación en el sector en Córdoba -CSIF, USO, STAJ, CCOO y UGT- se reunieron ayer dentro de una nueva sesión de la mesa de negociación que tiene como fin acordar la implantación del nuevo modelo de Oficina Judicial en Córdoba capital. Finalmente, el objetivo quedó estancado, ya que los sindicatos no mostraron su apoyo total a la Junta para poner en marcha este nuevo modelo que conllevará, una vez esté en marcha, un sistema más ágil y más adaptado a las nuevas tecnologías. Los apoyos sindicales, o la falta de los mismos, para instaurar la nueva Oficina Judicial -la de Córdoba sería la primera de una capital andaluza, después de que ya funcione en Vélez Málaga y El Ejido- distan uno de los otros. Es decir, cada una de las organizaciones laborales ha puesto una serie de condiciones, diferentes entre sí, para prestar su apoyo a la implantación; implantación que, por otra parte, podría llevar a cabo de manera unilateral la Consejería.

Fuentes del sindicato CSIF, mayoritario en el sector, explicaron a el Día que su apoyo para la implantación del nuevo sistema pasaría por un compromiso de la Junta de negociar en un tiempo no muy lejano las retribuciones salariales, estancadas desde hace diez años. Además, también se ha exigido que se acorte el tiempo que se tarda en sustituir a aquellos trabajadores que se jubilan. En cuanto al modelo establecido para esa nueva Oficina, las mismas fuentes señalaron que no es perfecto, y que siempre se precisa de más dotaciones (tanto materiales como personales), pero que la base es aceptable teniendo en cuenta que, añadieron, se han recogido "el 90%" de las medidas añadidas por CSIF.

Postura diferente es la que mantiene el sindicato SPJ-USO desde el cual explicaron que el rechazo al modelo definido por la Junta es total al no contemplar un aumento de la plantilla y tampoco de medios materiales. Desde el segundo sindicato con representación en la Justicia cordobesa fueron más duros con la Junta ya que acusaron a la Consejería de proponer un "fiasco" que es, añadieron, "el reflejo de la falta de ideas e inversiones para mejorar un servicio público tan esencial como este". USO criticó además que una de las funciones con las que tiene que cumplir este nuevo modelo es el conocido como papel cero, sin embargo, aseguraron, "las aplicaciones informáticas están incompletas y lo único que se consigue con ellas ahora mismo es duplicar el gasto de papel y la burocracia llevarla a la infinita potencia".