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La imaginación al servicio de las teorías

  • El premio Nobel de Física Gerard't Hooft ofrece una conferencia dentro del programa de actos incluidos en la Semana de la Ciencia organizada por la Universidad de Córdoba

El profesor Gerard't Hooft, en el centro, en el Rectorado, con responsables de la UCO.

El profesor Gerard't Hooft, en el centro, en el Rectorado, con responsables de la UCO. / juan ayala

Su campo de actuación son los agujeros negros y la Teoría del Todo. Una serie de conceptos alejados de las conversaciones diarias del más común de los mortales sin vinculación a la ciencia, pero que se cuelan con toda normalidad en la exitosa serie norteamericana The Big Bang Theory, en la que la Teoría de Cuerdas que estudia Sheldon Cooper es uno de los temas ocurrentes. Pues bien, ni esto es The Big Bang Theory ni sus elocuentes diálogos, pero la Teoría del todo y los agujeros negros se pusieron ayer sobre la mesa en Córdoba, de la mano de Gerard't Hooft, profesor del Instituto de Física Teórica de la Universidad de Utrech, que recibió el Premio Nobel de Física en 1999 por demostrar junto a Martinus J.G. Veltman la consistencia matemática de las teorías gauge como teorías cuánticas para la descripción de las interacciones no gravitorias de la naturaleza, es decir, la interacción electromagnética, interacción fuerte y la débil. Lo hicieron a principios de los años 70 y gracias a sus trabajos se desarrollaron las técnicas teóricas que permitieron obtener predicciones experimentales que se han ido confirmando en los distintos aceleradores del partículas del mundo. Desde entonces, el científico neerlandés se ha convertido en una de las voces más autorizadas en la física teórica europea. Sus estudios sobre los agujeros negros están sirviendo para cuestionar algunas de las teorías físicas contemporáneas.

Y ayer, este premio Nobel ofreció una conferencia en el Rectorado de la Universidad de Córdoba (UCO), dentro de la programación de actos de la Semana de la Ciencia. Allí, desgranó sus estudios y repasó algunos de sus éxitos ante una más que interesada y heterogénea audiencia. El científico expuso algunas de las bases de su nueva investigación, en la que "he concentrado mucho tiempo en las fuerzas", recordó. A saber, Gerard't Hooft se centró en dar a conocer estos estudios, centrados en "la estructura de la materia en las escalas más pequeñas". Unas fuerzas, continuó, que "no se pueden entender sin la ayuda de la imaginación, lo que se traduce en física teórica". Su intención, añadió, fue "intentar dar una visión de cómo se puede llegar a una teoría que unifique todas las interacciones en un único marco conceptual".

Y claro, la pregunta que salta es la de ¿cómo se puede utilizar la imaginación en su campo de actuación?, es decir, ¿cómo es posible unir ambos términos? Pues, el Nobel de Física lo aclaró: "Usamos la imaginación; normalmente se tiene la imagen y el concepto de los objetos y cuando piensas en una -imagen- en física lo que se pretende es hacer modelos y, para eso, hay que imaginar cómo es el mundo físico, con lo cual la relación entre física teórica y la imaginación es directa". No obstante, el investigador reconoció que se trata de un concepto que "es difícil de entender porque la relación se traduce matemáticamente, porque nuestro universo es matemático". Por ello, indicó, "lo difícil es traducir nuestra imaginación a términos matemáticos pero es la única forma de hacerlo".

Gerard't Hooft, que tiene un asteroide con su nombre, también aludió al premio Nobel y recordó que antes de obtener este reconocimiento su trabajo inicial se dedicaba a estudiar "las interacciones entre las partículas fundamentales" y, en aquellos tiempos cuando empezó a estudiarlo no se tenía una idea clara de la estructura de las teorías que podían responder a qué era la materia y cómo interacciona. "Fue un trabajo satisfactorio porque nos ha permitido imaginar cómo es la materia y no sólo cómo es, sino cuáles serán los pasos siguientes para seguir profundizando en el conocimiento". Pero antes de seguir esos primeros pasos hay que retroceder en el tiempo porque "el problema es que tenemos un buen entendimiento de cómo se comportan las partículas a nivel microscópico cuando se atraen y se repelen, cuando cambian su movimiento, salvo por una interacción de la naturaleza, que es la gravedad", anotó. Y de hecho, detalló, "nos parecía la más fácil de todas, pero es la que más se está resistiendo a ser atacada desde el punto de vista matemático y, ese es el siguiente paso".

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