El huerto como salida a la crisis

Aprender a plantar tomates, fresas o cualquier tipo de las aromáticas puede convertirse en una salida a la crisis económica. Así lo ve la decena de alumnas que participan en el taller municipal que se celebra desde el pasado mayo en el centro de Servicios Sociales de La Fogara, situado entre las barriadas de Las Palmeras y Miralbaida. Hasta ahora, jamás habían tenido contacto con una azada para cavar en la tierra ni conocer técnicas específicas que permitan saber qué plantas pueden beneficiar al crecimiento del resto. Desde que empezaron el curso todo ha cambiado para ellas en este capítulo. Los aperos de labranza se han convertido en su herramienta de trabajo y el grupo de compañeras en el de amigos. "Nos sentimos útiles y tenemos una obligación, algo que echábamos de menos en casa", declaró Gloria García al repasar los cambios experimentados en el mes que ha transcurrido desde que iniciaron el taller de horticultura.

El fomento del "autoempleo y el autoconsumo" es el gran objetivo que dio a conocer la concejala de Mujer e Igualdad, Eva Pedraza, durante la visita que realizó al escenario de trabajo junto a otras dos ediles del PP, Blanca Córdoba y Verónica Martos. La responsable municipal destacó la importancia de estos huertos ecológicos y consideró que actividades como la que se desarrollará en este espacio a lo largo del verano servirán para que este grupo de desempleadas conozca una vía para encontrar un hueco en el "mercado laboral". Para Pedraza fue fundamental esta toma de contacto, ya que conoció de primera mano las inquietudes de estas mujeres, algunas de ellas con residencia en el cercano barrio de Las Palmeras y otras de la zona Sur de la ciudad.

García, que se erigió en la portavoz -dada la timidez del resto-, contó su experiencia, de la que destacó que hasta ahora apenas había tenido un trabajo. "Me ilusiona la posibilidad de levantarme cada mañana y saber que tengo una obligación, que voy a estar con unas compañeros aprendiendo y trabajando en un mismo proyecto y también saber que todo lo que me están enseñando me puede servir para mucho". Esta alumna, vecina de la zona Sur de la ciudad, puntualizó que "lo mismo un día no tengo que tener que ir a la frutería a comprar pimientos o tomates, sino que me basta con que los arranque del huerto o incluso a lo mejor me podría ganar la vida con ellos".

La ilusión es máxima en líneas generales en este grupo de "amigas", como así se consideran las alumnas. Para ellas, su monitor, Jorge Salvo, es también algo más que un docente que llega cada día al centro de la Fogara para enseñarles todo lo que tienen que saber sobre Horticultura. "Lo primero que hago es hacerles ver la importancia de la defensa del medio ambiente", declaró el monitor del taller, que elogió a las alumnos y agregó que "están aprendiendo nociones sobre técnicas de las que nunca había oído hablar". Plantar una tomatera o fresas "ha dejado de ser un misterio" para estas diez cordobesas.