Robos y destrozos diarios en los huertos urbanos del barrio Guadalquivir en Córdoba: "Es un sinvivir"
Medio ambiente
Los hortelanos aseguran que se trata de un grupo de cuatro menores de la zona y denuncian pérdidas de "miles de euros"
La instalación cuenta con casi un centenar de parcelas con uso social que gestionan en su mayoría personas mayores
Los huertos urbanos, ecológicos y comunitarios de la Asomadilla, en imágenes
Córdoba/En el barrio Guadalquivir, entre el Cordel de Écija y el río, se encuentran los huertos de la asociación sociocultural de hortelanos ecológicos de Córdoba, Hortecor. En total, en este espacio hay distribuidos casi un centenar de huertos gratuitos a disposición de todo aquel que esté interesado en plantar su cosecha, normalmente, destinados a una labor social, pues suelen habilitarse para el uso de personas mayores que necesitan tener actividades en su tiempo libre o a personas en situación de desempleo con el objetivo de que lleven alimentos a sus hogares.
Sin embargo, su función social y su utilidad como espacio sociocultural se está viendo amenazada por los "continuos" actos vandálicos que estos huertos urbanos del barrio de Guadalquivir sufren. Los más de 80 integrantes de Hortecor, además de las otras dos asociaciones que trabajan en estos huertos, han mostrado su "enfado" y "hartazgo" por los "robos, destrozos y pintadas" que desde hace varias semanas están recibiendo "a diario" por parte de un grupo de menores "que vive a menos de un kilómetro", en el Distrito Sur.
Así lo ha explicado a el Día el presidente de Hortecor, Ángel Custodio, quien ha denunciado que es un grupo formado por cuatro jóvenes varones de entre 14 y 16 años el que "no para de colarse en los huertos a robar las verduras y hortalizas que tienen plantados los hortelanos". No solo sufren robos "diarios", sino que este grupo también "destroza los huertos y las casetas que monta cada hortelano a mano para mantener su parcela".
"Localizamos a los jóvenes y fuimos a hablar con sus padres, pero son peores y tuvimos que salir por patas. La madre nos amenazó diciendo que sus hijos pueden entrar a nuestros huertos cuando ellos quisieran", ha lamentado el presidente de Hortecor, quien también denuncia que este grupo "ha hecho algunas pintadas riéndose de los actos que comete y de que entran cuando les da la gana, siempre por las noches y al atardecer que es cuando ya no hay nadie".
Aunque la actividad que se lleva a cabo en estos huertos urbanos no es lucrativa, desde la asociación calculan pérdidas de "miles de euros" entre todos los actos vandálicos que han sufrido a lo largo de este 2024, no solo por el valor económico de lo perdido, sino por el tiempo y dedicación que estos trabajos le conllevan a cada hortelano.
Pero lo peor de los robos está en lo que sufren los hortelanos, en su mayoría jubilados que apenas tienen otro ocio: "Esto es un sinvivir. Un abuelo ha cogido una depresión y ya no viene porque le han destrozado todo su esfuerzo durante años. A otro le han reventado la caseta y le pintaron una sonrisa como riéndose de él", ha asegurado Custodio, quien teme que los hortelanos puedan llegar a poner trampas caseras para los ladrones que "generen una desgracia" y el problema de los robos "vaya a mayores, con incluso peleas con los familiares de los jóvenes".
Desde Hortecor ya preparan una denuncia colectiva firmada por los más de 80 integrantes de la asociación y, además, tal y como ha confirmado el presidente, van a solicitar ayuda al Ayuntamiento de Córdoba para reforzar la seguridad de los huertos urbanos del barrio Guadalquivir. Y es que todas las infraestructuras de este espacio han sido construidas de manera rudimentaria por los propios hortelanos, por lo que son fáciles de sortear para los ladrones. De ahí que la organización vaya a solicitar al Consistorio "materiales para reforzar el vallado, como pueden ser hojas de palmera".
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