Salud

El 64,8% de los hogares de Córdoba ha padecido algún problema cardiovascular

  • Los problemas de tensión y el colesterol alto son las afecciones cardiovasculares más presentes, con una incidencia del 42,2% y el 37,7%, respectivamente

Desayuno informativo en el Colegio de Enfermería de Córdoba.

Desayuno informativo en el Colegio de Enfermería de Córdoba. / El Día

Las patologías y enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España en los últimos años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el caso de Córdoba, el 64,8% de los hogares ha registrado algún problema cardiovascular durante el último año, con 21 problemas de media por hogar.

A casi ocho de cada diez cordobeses (al 77,8%) les preocupa mucho o bastante estos problemas, según los datos de la encuesta El corazón de los cordobeses: preocupación y grado de incidencia de los problemas en salud cardiovascular, realizada por el Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba, que se ha presentado este martes en el marco de un nuevo desayuno informativo Córdoba Enfermera celebrado en la sede del Colegio de Enfermería, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Hipertensión.

Los problemas de tensión, con la citada incidencia del 42,2% en los hogares, y el colesterol alto, con presencia en el 37,7%, coexisten con el resto de problemas cardiovasculares.

Así, la tensión se suma al colesterol alto en un 56,9% de las familias. Y ambas patologías están presentes en más de la mitad de los problemas con varices. Ya para el caso de patologías agudas, la tensión se suma a los casos de cordobeses que han sufrido problemas cardiacos graves en un 77,2%, y el colesterol alto en un 60,9%; mientras que también la tensión se conjuga con el ictus en un 83% de los casos

Una alimentación sana y equilibrada, ejercicio físico, un buen control de los niveles de glucosa y de colesterol en sangre y de la presión arterial, y minimizar los factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo son las recomendaciones principales que las enfermeras cordobesas indican para prevenir y tratar las patologías y enfermedades cardiovasculares.

El presidente en funciones del Colegio de Enfermería de Córdoba, Enrique Castillo, ha señalado que los problemas de tensión y el colesterol alto son las afecciones cardiovasculares más presentes en los hogares cordobeses, con un 42,2% y un 37,7% de incidencia respectivamente; seguidas a mayor distancia por los problemas de varices y otros circulatorios que pueden requerir tratamiento con Sintrom (anticoagulante). Ya en el ámbito de patologías más graves y episodios agudos, los problemas cardiacos han estado presentes en el 15,3% de los hogares de la provincia en el último año, y el ictus en el 8,8%.

No en vano, el ictus o infarto cerebral es el problema cardiovascular que más preocupa a los cordobeses, en un 56,2% según la citada encuesta; seguido de los problemas cardiacos agudos, preocupante para otro 52,5%. Asimismo, el colesterol alto y la tensión son las patologías crónicas que preocupan mucho o bastante a más de la mitad de los hogares, con un porcentaje del 52,4% y 51%, respectivamente.

En el desayuno han estado presentes la delegada en funciones del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba, María Jesús Botella; los enfermeros cordobeses Antonia Carmona Priego, Elena Jiménez Zamorano y Carlos Marín Luján, y la vocal de la Asociación de Pacientes Cardíacos de Córdoba y Provincia (Aspacacor), Mercedes López-Pardo Martínez.

Patologías y factores de riesgo

En este contexto, los tres enfermeros expertos cordobeses han ofrecido las principales claves para prevenir la enfermedad cardiovascular, que es un término muy amplio que a su vez abarca multitud de patologías, como ha explicado previamente Carlos Marín, director de Enfermería del Hospital Cruz Roja de Córdoba. El aparato cardiovascular está formado por el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre, cuya función principal es transportar oxígeno a los tejidos y recoger el dióxido de carbono para su eliminación.

“Hablamos de patología cardiovascular cuando existe algún fallo en el funcionamiento de uno o varios de los elementos que componen el aparato cardiovascular. Frecuentemente para explicar estas patologías a los pacientes utilizamos el símil de un sistema de riego de un jardín a través de tuberías y agua impulsada por una bomba. Cada maceta corresponderá a un órgano y la bomba al corazón”, ha indicado Marín.

Los mecanismos que provocan esta patología pueden ser de origen obstructivo, de origen mecánico o debido al aumento de la densidad de la sangre (coagulación). En este sentido, el también enfermero en la Unidad de Hemodinámica del Hospital cordobés de Cruz Roja en el Grupo Cardiológico Corpal ha afirmado que “hablaremos de infarto de algún órgano cuando por cualquier motivo se produzca una alteración en el riego, y dependiendo del lugar de la obstrucción hablaremos de una patología u otra, cuya urgencia y gravedad dependerá de la importancia del órgano para el funcionamiento de nuestro cuerpo”.

Así, puede generarse un infarto al corazón o infarto de miocardio, que se manifiesta normalmente con dolor centrotorácico (angina de pecho); o un ictus o infarto cerebral, cuyos síntomas más frecuentes son la pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo, dificultad para hablar, desviación de la comisura bucal, pérdida de visión y dolor de cabeza. Ambos son cuadros graves que requieren una atención urgente.

Asimismo, también cabe mencionar el infarto pulmonar o embolismo pulmonar, trombosis venosa profunda, insuficiencia cardíaca, cardiopatías congénitas, arritmias, y la más conocida y común hipertensión arterial, que favorece la aparición de otras patologías.

Precisamente, la hipertensión es uno de los principales factores de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, junto al colesterol, la diabetes, la frecuencia cardíaca elevada, el tabaquismo, la obesidad, la herencia genética, el estrés y el sedentarismo; como ha explicado la enfermera de hospitalización quirúrgica del Hospital San Juan de Dios de Córdoba, Elena Jiménez. 

No en vano, la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida, o el aumento de la tensión arterial, supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular para hacer frente a ese sobreesfuerzo. “Sin embargo, este aumento de la musculatura del corazón no va acompañado de un aumento del volumen de sangre, lo que puede ocasionar una insuficiencia cardiaca o una angina de pecho, pero además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se pueden producir más arritmias”, ha señalado Jiménez.

Por lo que respecta a otros factores como el colesterol, esta enfermera cordobesa experta en enfermedades cardiovasculares recuerda que, como otros elementos de riesgo, “es silente, no somos conscientes de que lo padecemos a no ser que sea descubierto a través de un control analítico, por ejemplo”, de ahí la importancia de revisiones periódicas del estado general de la salud.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios