Hitachi Energy cerrará su planta de Córdoba hasta el lunes "para garantizar la seguridad de sus trabajadores"
La plantilla, que se encerró toda la noche en la fábrica, exige la retirada de las cartas de apercibimiento entregadas a representantes del comité de empresa
La fábrica de Hitachi de Córdoba renovará su convenio de 2024 por un año de manera automática "ante la falta de acuerdo"
Hitachi Energy ha decidido que, hasta el próximo lunes 24 de noviembre, el centro de trabajo de Córdoba permanecerá cerrado, interrumpiendo la actividad que tenía programada. Un acto que desde la empresa se lleva a cabo "para garantizar la seguridad de todos los empleados de la plantilla" tras los últimos acontecimientos protagonizados por su plantilla desde la tarde del pasado miércoles hasta la mañana de este mismo jueves, en el que una importante parte de su plantilla se encerró en la fábrica durante toda la noche en señal de protesta.
"Se ha optado por esta medida para reforzar la seguridad de todos los trabajadores de la planta y garantizar que ninguna persona encuentre dificultades a la hora de salir y acceder al centro", ha explicado la entidad, la cual ha establecido un protocolo para que los empleados puedan recoger ordenadamente sus pertenencias y vehículos a lo largo de la mañana después de haber cerrado sus instalaciones. A la fábrica no han podido acceder los trabajadores que este jueves se han manifestado por las calles de Córdoba por segunda vez, después de hacerlo también el jueves de la semana pasada para reclamar que la empresa se sentara con ellos para renovar el convenio.
La compañía ha insistido en que "la calidad, la seguridad y la Integridad forman las bases" según las que opera, "un compromiso que forma parte de su ADN y se reflejo en más altos estándares en sus procesos internos. La seguridad de sus empleados es la máxima prioridad en cualquier situación. Estos estándares sirven para garantizar que sus operaciones se realicen en un entorno que garantice la seguridad de los empleados y que puedan desarrollar en óptimas condiciones su labor", ha explicado Hitachi a través de un comunicado.
"Por ello, el cumplimiento de estos estándares es crucial para la empresa, con la exigencia de que, tanto de la dirección, como de cada uno de sus trabajadores debe actuar responsablemente en el marco acordado entre la compañía y los empleados y debe perseguir los mismos sin exceder sus competencias y las responsabilidades marcadas para cada uno, ni por supuesto, bajo ninguna circunstancia, poner en riesgo cualquier tipo de tarea operativa y su ejecución de forma segura", ha continuado la empresa.
La plantilla exige la retirada de las sanciones a los miembros del comité
La plantilla de Hitachi Energy en Córdoba exige a la empresa la "inmediata retirada" de las cartas de apercibimiento que ayer entregaron al presidente y al secretario del comité de empresa, "una cuestión fundamental para retomar la negociación del convenio colectivo, negociación a la que sigue abierto el comité de empresa, que lamenta la actitud beligerante de la empresa que, no contenta con impedir el acceso al turno de noche, ha decidido cerrar las instalaciones hasta el próximo lunes, enviando a casa a las personas trabajadoras que se encontraban en las instalaciones e impidiendo el acceso a las que se incorporaban tras las cinco horas de huelga" de este jueves, tal y como ha denunciado CCOO.
A pesar de "las presiones de la empresa", cientos de trabajadores y trabajadoras han vuelto a secundar la huelga de cinco horas convocada para este jueves y se han sumado a la manifestación que ha recorrido algunas de las principales vías de la capital cordobesa y al término de la cual los manifestantes "se han encontrado con la sorpresa del cierre de la empresa hasta el próximo lunes, por lo que han decidido impedir el desalojo de las instalaciones", como ha denunciado el sindicato.
El presidente del comité de empresa, Álvaro García Leiva, ha lamentado "la actitud de la empresa" y ha recordado que están en su "derecho de defender la reivindicación": "Nosotros estamos dispuestos a negociar, pero la empresa se ha cerrado en banda. No se personaron en el Sercla, imponen servicios mínimos a diez minutos de empezar la huelga, amedrentan a la plantilla con sanciones y amenazas de ERTE, imponen la prórroga del convenio anterior cuando no pueden y nos quieren dividir y usan la política del miedo", ha asegurado.
El presidente del comité hizo hincapié en que quieren inversiones, pero que no quieren "que entre gente cobrando 10.000 euros, con unos salarios que no son dignos, cuando allí se hace un trabajo de primera calidad". En este sentido, el representante sindical ha señalado "no entender que la empresa haya contratado unos servicios de seguridad privada, que anoche desplegaron a 70 efectivos, y que esté haciendo un gasto enorme cuando luego quiere imponer una doble escala salarial y que las personas que entren a trabajar en la empresa cobren 10.000 euros menos que los que ya están trabajando en ella".
"No somos delincuentes, no somos unos vándalos, en ningún momento se ha agredido a nadie ni se ha dañado ningún material de la empresa. Nosotros no vamos a agredir a nadie, nosotros vamos a ejercer nuestro derecho y nuestras obligaciones como representantes legales de los trabajadores", ha remarcado García Leiva, quien ha insistido en que desconocen "por qué no quieren negociar ni que están buscando". La plantilla ha anunciado que seguirá peleando "hasta que se retome la negociación en condiciones de respeto a la labor sindical y de los trabajadores".
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