Córdoba

La gran herencia de Diego López de Haro

  • Córdoba homenajea al creador del caballo de pura raza española en su 450 aniversario con un desfile al que acuden miles de personas

La gran herencia de Diego López de Haro

La gran herencia de Diego López de Haro

"Salimos a las 12:30 llueva o no llueva". El director de la Casa de las Cabezas, Manuel Ramos, comunica a Javier Vilches y a María Hidalgo -coordinadores del evento- que vayan informando en qué posición deben salir a los participantes de la Magna Marcha Ecuestre -que Ramos ha organizado como Memorial Diego López de Haro y Sotomayor (caballerizo mayor)-. "Detrás de la yeguada militar del Ejército salís vosotros", le comunica Vilches a los integrantes de la Hermandad del Rocío de Córdoba que van a participar en la Magna Marcha Ecuestre, mientras esa lluvia que se ha autoinvitado a la cita la sigue retrasando y formando barrizales en la zona de Caballerizas Reales -que da a la Ribera del Guadalquivir- en la que se están preparando los jinetes.

El agente de la Guardia Civil Alberto Madrigal ayuda a un compañero a que su traje de gran gala quede impecable. "Venimos desde Valdemoro [Madrid] y traemos seis caballos y esperemos que la lluvia no desluzca el desfile y estropee estos trajes de gran gala, que son muy caros", apunta. "La mayoría de los caballos que tenemos son tres sangres, que los utilizamos por ejemplo en antidisturbios; pero venimos con caballos de pura raza española", destaca.

"Mira, un guardia civil junto a un bandolero, saca esa foto, que va a ser histórica", le recomienda Madrigal a un reportero gráfico. Ese hombre vestido al más puro estilo de Curro Jiménez es Francisco Prieto, llegado desde El Arrecife, departamento de La Carlota. "Nuestra asociación -comenta- se llama Bandoleros al son del mosquete, hemos venido más 15", que van a homenajear en esta procesión de religión equina a la figura de José María El Tempranillo.

María y Javier continúan con su cometido de informar a los participantes mientras centenares y centenares de espectadores esperan -desde incluso antes de las 11:00, hora inicial de salida- formando un río humano durante buena parte del recorrido Magna Marcha Ecuestre.

"Salimos a las 12:30", insiste Javier. "El orden del desfile es el siguiente: primero sale la Guardia Real, después la Policía Local, Guardia Civil, Policía Nacional, el Ejército con su yeguada militar, y luego pasamos a la fuerza civil con jinetes de todas las modalidades y carruajes y coches de caballos, y con eso conformamos el cortejo ", informa. "Son unos 200 jinetes; la lluvia ha afectado, sobre todo, a la recreación histórica. En el desfile no vamos a poder sacar trajes históricos de un valor patrimonial tremendo debido a estas inclemencias meteorológicas".

La lluvia sigue autoinvitada mientras más y más público se suma a ese río humano que por todo el recorrido no se quiere perder un desfile que, partiendo desde las Caballerizas Reales, discurre por Conde Vallellano, Paseo de la Victoria, avenida de Cervantes, avenida de América, plaza de Colón, calle Alfaros y Capitulares, hasta dirigirse de nuevo a la Ribera.

En media hora han llegado desde Caballerizas Reales a la plaza de Colón donde, a las puertas de la Diputación, las autoridades esperan al desfile y donde Javier va a ejercer de speaker, explicándole al numeroso público que allí se ha congregado que esa marcha es la historia del caballo pura raza española. "El caballo de pura raza española es el caballo más importante del mundo", comienza a relatar el speaker. "El caballo de pura raza española, aquel que Felipe II le encomendó a don Diego López de Haro y Sotomayor, caballerizo mayor del reino, para que fundara esta raza", claman los altavoces colocados en la puerta de la Diputación, mientras se acerca la comitiva con la Guardia Real al frente. "Felipe II, en 1565, ordenó crear en Córdoba unas caballerizas que tuvieran como objetivo obtener una raza de caballos única, sin parangón en el mundo. Esta tarea fue encomendada al nobles cordobés, del que hoy celebramos su 450 aniversario, que dirigió la construcción de un gran templo donde alojar a los sementales escogidos y lo hizo en un espacio ubicado en una zona Patrimonio de la Humanidad en la que están la Mezquita y los aledaños del río Guadalquivir, donde ya habían pastado los caballos de Almanzor", añade el speaker a la par que chicos y mayores preparan sus móviles para inmortalizar con fotos el cortejo.

"Cuando el rey se fijó en esta ciudad, sabía que no sembraba en barbecho, de sobra era conocido que los mejores caballos del mundo desde antiguo galopaban por nuestra tierra", continúa Javier y la lluvia , que cada vez es más débil, decide retirarse. "Tras más de 30 años de dedicación, don Diego escribió al rey en estos términos: la bondad de los caballos de Córdoba es la cosa de mayor grandeza que tiene su majestad en el mundo. El caballerizo real había logrado la raza equina más importante del mundo, el caballo de pura raza española, al tiempo que nos legó un monumento sin parangón en el mundo de las caballerizas reales, todo ello convertido hoy en Patrimonio de la Humanidad. Somos un patrimonio histórico y cultural y, cómo no, genético, con el caballo más importante que ha lucido y ha resaltado en todas las realezas del mundo, el caballo de pura raza española, y don López de Haro, su hacedor", concluye el speaker. Los jinetes desfilan casi por orden histórico. Los primeros en hacerlo son los miembros de la Guardia Real. Abre el Escuadrón de la Escolta Real, una escuadra de batidores "montando caballos de capa negra de pura raza española; su misión es la de despejar y abrir el paso al resto del escuadrón", señala Javier. Llegan acompañados por su banda de clarines y timbales "que montan caballos de capa torda, igualmente de pura raza española; su misión es ejecutar los toques de ordenanza y de honor que correspondan a la autoridad", añade. "A continuación, una sección de alcauceros montan caballos también de capa castaña y son los que van más próximos al vehículo de la autoridad, realizando un cordón de seguridad en su desplazamiento", relata el speaker, concluyendo su presentación de la Guardia Real, para hacer lo propio -con todo lujo de detalles históricos- con la sección montada de la Policía Local; el Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil; la Unidad de Caballería de la Policía Nacional; el Ejército con su yeguada militar; jinetes civiles de todas las modalidades y carruajes y coches de caballos.

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